En 2018 se cumplen 20 años del lanzamiento del primer SoulCalibur (secuela de Soul Edge) y han pasado seis desde que se lanzó la última entrega, SoulCalibur V. Así que es un momento magnífico para que esta saga de lucha tan querida regrese por todo lo alto, algo que finalmente fue confirmado durante la pasada edición de The Game Awards.
Pocos días después de dicho anuncio, viajamos hasta París a un evento organizado por Bandai Namco para probar por primer vez SoulCalibur VI, así como entrevistar a su productor, Motohiro Okubo.
Welcome back to the stage of history
La demo nos permitía elegir entre dos personajes, ambos protagonistas del primer tráiler de Soul Calibur 6 y dos de las caras más conocidas de la saga: la guerrera ateniense Sophitia y el samurái Mitsurugi. Como escenario del enfrentamiento, podíamos elegir entre dos localizaciones distintas: la Tumba de Eurydice (escenario asociado a Sophitia que ha aparecido en infinidad de ocasiones en anteriores entregas) y una zona nevada.
De aquí podemos extraer dos datos bastantes interesantes, y es que a pesar de que las opciones a la hora de elegir personaje y escenario estuviesen limitadas, los huecos que se mostraban delataban los que probablemente serán los números de Soul Calibur 6: 20 luchadores y 12 localizaciones.
Algo que tendría bastante sentido si tenemos en cuenta que Soul Calibur 6 será una revisión de los acontecimientos del primer Soul Calibur (lanzado para Dreamcast y arcade), y que en este, el número de personajes era también de veinte.
Pero vamos con su jugabilidad, que es lo que pudimos probar en profundidad. Y lo cierto es que las sensaciones tras esta primera toma de contacto no podrían ser mejores: la fluidez con la que se desarrolla la acción es sencillamente asombrosa. Da gusto manejar a los los luchadores, y el tiempo de respuesta entre que pulsamos un botón y la acción se refleja en pantalla es inmediato.
El movimiento en ocho direcciones, seña de identidad de los Soul Calibur, no falta en esta entrega. Es uno de esos "pequeños" detalles que lo distinguen del resto, generando una magnífica sensación de tridimensionalidad y funcionando como una mecánica que es esencial conocer (y dominar) para combatir, especialmente con el regreso de los Ring Out: la posibilidad de expulsar del escenario al rival para ganar el combate, algo que se echaba en falta (y mucho) en SoulCalibur: Lost Swords.
También vuelve la destrucción de armaduras, pudiendo romper la protección del rival en una zona concreta tras varios golpes consecutivos, disminuyendo la defensa en esa parte y alterando su apariencia para el resto del combate.
Soul Calibur VI recupera con maestría el feeling de las mejores entregas, adornado con un toque nostálgico, con sabor a máquina recreativa, que hará las delicias de los seguidores de la saga. Pero no vive sólo del auto-homenaje: también introduce un puñado de novedades, entre las que destaca el Reversal Edge.
Se trata de una movimiento que se activa con la pulsación de uno de los gatillos o tras una sucesión de golpes, y que, si conecta, "rompe" el ataque del enemigo, permitiéndonos escapar de una situación complicada. Al usarlo, se activa una cámara muy cinematográfica, con la acción ralentizada, mientras los dos combatientes se preparan para el golpe.
En este momento, se produce una suerte de "piedra-papel-tijera", con cada botón representado un tipo de tajo; si ambos jugadores pulsan el mismo, los aceros entrechocan y la secuencia se repite hasta que uno de los dos selecciona el que vence al contrario. Recuerda mucho al Dragon Rush de Dragon Ball Z: Budokai 3.
De primeras, esto puede tirar para atrás a los incondicionales de los juegos de lucha, pues al fin y al cabo se trata de una mecánica que no requiere habilidad, sino suerte. Sin embargo, el productor de SoulCalibur 6, Motohiro Okubo, nos explicaba los entresijos detrás del Reversal Edge:
"No es tan simple como el piedra-papel-tijera", nos contaba. "Dependiendo del personaje y su posición en el escenario, la opción más adecuada a utilizar cambia. Se produce así un juego de lectura de mentes que espero que los jugadores disfruten".
Al preguntarle sobre el modo historia, nos contaba que, efectivamente, el aspecto "rejuvenecido" de Sophitia y Mitsurugi no es casualidad: Soul Calibur VI vuelve al siglo 16, la misma época del primer Soul Calibur. Descubriremos el origen de la espada que da nombre a la saga, Soul Calibur, y la batalla que libra contra su némesis demoníaca, Soul Edge, profundizando en detalles que se desconocen. Y a pesar de que no es la primera vez que se cuenta esta historia, Okubo nos invita a permanecer atentos, pues su destino podría no ser el mismo que conocemos...
En cuanto a detalles técnicos, uno de los mayores desafíos a la hora de llevar Soul Calibur 6 a PS4, Xbox One y PC reside en la dirección artística, pues están tratando por todo los medios de replicar los colores tan brillantes del primer SoulCalibur (de ahí que el nombre en clave de SoulCalibur 6 sea Luxor), para lo que ha sido necesario un procesado muy fuerte, llevando al límite las capacidades de cada plataforma. Y os podemos asegurar que, en la demostración que hemos jugado, el juego corría a 60fps estables en todo momento.
Sobre la posibilidad de incluir personajes invitados en Soul Calibur 6, como lo fueron Link, Heihachi, Yoda, Darth Vader, Kratos o Ezio en el pasado, Motohiro Okubo respondía: "eso espero" acompañado de una risa cómplice.
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