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Infiesto, el nuevo thriller policial de Netflix se desarrolla en la pandemia para hacernos "empatizar con los protagonistas"

Infiesto

Patxi Amezcua, guionista y director de Infiesto, y los actores Isak Férriz e Iria del Río, nos hablan de la película que estrena Netflix el 3 de febrero.

El trhiller policiaco con sello español está viviendo un momento de auge como atestigua el éxito de La chica de nieve en Netflix o de La novia gitana en A3Player al que se suma el rodaje de Reina rojapara Prime Video.

Y Patxi Amezcua, guionista y director de Infiesto, es un experto en el género, como demostró en trabajos anteriores como Séptimo o Desaparecidos.

La película, que se estrena en Netflix este viernes 3 de febrero, nos presenta a dos inspectores de policía que son llamados a un pequeño pueblo minero de la montaña asturiana en donde ha aparecido una joven que llevaba meses dada por muerta.

Durante el curso de su investigación ligarán el caso a otros buscando un patrón que les permite tirar del hilo y recabar información sobre los posibles culpables.

La pandemia como elemento de tensión adicional

El elemento diferenciador de esta película es que se desarrolla en los impases iniciales de la declaración del Estado de Alarma en nuestro país derivado de la alta incidencia de COVID-19, lo que añade tensión y dramatismo, pero también elementos adicionales a los personajes:  "Creo que por suerte es un tema que todavía no está trillado", confiesa Amezcua.

Y recuerda el impacto del momento: "De repente pasas de estar un día en la calle yendo a comprar o haciendo tu rutina habitual a no poder salir de casa y asomarte a la ventana y ver que está todo vacío. No hay coches, no hay gente. Sientes esa sensación apocalíptica de ver el mundo vacío. Así que quise integrarlo en la historia y que generarse el mal rollo que todos tuvimos en esos momentos".

Pero es que además ayudaba a humanizar a los personajes: "Ella tiene a su novio confinado, él tiene a su madre en una residencia. Creo que son dos elementos que son muy identificables con lo que pasó y con los que podemos empatizar. Aparte del caso, a nivel personal, cada uno tiene su propio sus propios problemas". 

Póster e imágenes de Infiesto

Netflix

El planteamiento de Infiesto recuerda un poco a la trilogía del Baztán en la medida en que lleva la mitología local de origen celta a una historia que podríamos calificar como universal, en la medida en la que se ciñe a los estándares del thriller policiaco muy exportables.

"Estos tipos han entrado en una dinámica perversa, pero tienen como su propia justificación, como en cualquier secta que se montan su película y la llevan hasta el límite. Y claro, al estar la historia situada en Asturias, empecé a indagar a ver qué elementos podían dar juego, lógicamente, llevándolo a mi terreno y forzando un poco esa mitología y ese elemento Taranis y los druidas".

Respecto a los grandes retos del rodaje, Amezcua tiene claro que fueron dos: la climatología que les planteaba constantes problemas con el raccord de luz, piscinas de barro y rodar empapados... Algo que, claro, también señalan Iria del Río e Isak Férriz, que recalcan el esfuerzo físico que ha supuesto poner en pie Infiesto.

"Ha sido un rodaje bastante exigente a nivel físico", comentan casi a dúo pero recalca Iria del Río: "Voy viendo que los personajes poco a poco se van deteriorando físicamente, que les vas viendo como van acumulando cansancio. Fantástico, porque era un poco la intención".

Lo más duro, "la lluvia artificial porque la gente no es consciente de lo complicado que es: básicamente es como meterte debajo de una ducha de modo que pasas de esta seco a estar empapado en un segundo y todo lo que conlleva porque aunque llevamos un neopreno debajo hay que cambiarlo cada x tiempo porque se cala y si hay que repetir una toma tenemos que secarnos para volver a empezar".

Aunque la secuencia más curiosa es aquella en la que el personaje de Iria del Río baja a la novena planta de una mina introduciéndose en un ascensor que baja a toda velocidad. Así lo narra Férriz: "Cuando vi la película, sabiendo que era real, te colocas en donde está el personaje y ¡guau! Porque además no es como en Aliens, que es un croma, si no que esto es real, ella bajó a la mina".

Póster e imágenes de Infiesto

Netflix

Una ventana al mundo... aunque sin la ansiada pantalla grande

Amezcua valora muy positivamente su trabajo en Netflix: "En mi caso tuve libertad con el casting el guión y el montaje. A veces hay comentarios o te sugieren cosas, pero muy puntuales. Mi experiencia ha sido muy buena y a eso se suma que se verá en todo el mundo. Echo de menos poder poner la película en pantalla grande en un cine, porque creo que es una propuesta potente y que luciría bien".

Curiosamente Isak Férriz comenta lo mismo: "Que una película local se pueda llegar a ver en todo el mundo en 180 países de forma instantánea, no es poco. Cambia las reglas del juego totalmente".

"Pero sí que es verdad que te gustaría mucho que se viera en pantalla grande, aunque solo fuera en salas selectas una semanita, para recuperar un poco la experiencia de colectiva, de que vayamos todos a ver una película y recorramos todos el mismo trayecto", añade el actor con cierta nostalgia.

Dicho lo cual, también tiene claro que quiere que la racha de trabajo continúe: "Que se siga produciendo este nivel, por favor, porque se está trabajando como nunca se ha visto trabajar en el audiovisual en este país y eso está dando muchísimo trabajo a muchísima gente". 

Iria del Río apostilla: "Hay algo especial en trabajar para Netflix porque sientes que estás en una estructura muy grande y que de alguna manera  que te aseguras un flujo de trabajo porque te das cuenta de que un proyecto siempre abre la puerta a otro... Y bueno, ¡larga vida!"

Respecto a la relación con el equipo, fue de gran familiaridad, como señala Amezcua: "Estuvimos conviviendo durante el rodaje porque estábamos en un mismo hotel instalados y apenas había tres o cuatro habitaciones. Teníamos una relación casi de campamento: nos levantábamos y desayunábamos y estábamos todo el día en el rodaje y luego cenábamos juntos". 

"Surgió una relación casi de amistad y de mucha química entre los tres. Y es que estábamos mucho tiempo juntos y nos reíamos un montón. Estar con ellos ha sido una maravilla y luego hemos tenido secundarios como Fritschi, Poga o Zahera que han sido increíbles, se integraron rápido en el rodaje".

Infiesto

Netflix

Amezcua ha permitido que cada uno de ellos le aportara nuevos matices a sus personajes y recuerda el momento en el que Zahera improvisó algo que ha quedado en el montaje final: "Cuando le dice a Iria lo de guapa, eso no estaba ni tampoco la reacción de ella. Después escupe con chulería y de repente da un momentito chulo en la peli que no estaba planeado y ni pensado. Surgió ahí, sobre la marcha".

Preguntado sobre su secuencia favorita, Amezcua lo tiene claro: "La escena de tortura me parece muy chula porque está contada desde el punto de vista de ella, se ve cómo va evolucionando de pensar que van a sacarle la verdad a ese hombre a golpes a estar espantada. Me gusta cómo ha quedado el montaje pero también la dirección y la foto. Es muy redonda".

Una película como Infiesto necesita además introducir ciertos efectos en post-producción, un proceso que llevó aproximadamente unos seis meses: Acabamos de rodar justo antes de Navidad. Creo que acabamos el 21 de diciembre y la película estaba entregada a finales de junio". 

"Siempre he sido guionista habitual y director ocasional, así que ahora sig escibiendo cosas por mi cuenta o por encargo. Tengo trabajos que me entretienen y me permiten estar en casa tranquilo hasta que me entre otra vez la gusa. Me gusta variar pero no soy un director que necesite rodar todos los años. Tengo que encontrar un proyecto que me motive y luego intentar levantarlo. A veces no cuajan".

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