El 2019 ha sido un año excelente para los fans del FPS (los juegos de disparo en primera persona). A lo mejor hemos tenido que lamentar el retraso de juegos tan esperados como DOOM Eternal (el "shooter" de Bethesda que aparecerá finalmente en 2020) o el hecho de que DICE no haya lanzado nuevas entregas de Battlefield o Star Wars Battlefront.
Pero, a cambio, los aficionados a los disparos en primera persona hemos disfrutado de alguno de los mejores títulos de la generación. Si en enero hacíamos un reportaje con nuestros FPS más esperados de 2019, ahora podemos hacer una recopilación con los mejores juegos del género.
Una lista con juegos imprescindibles, que van desde la ambientación bélica realista a entornos futuristas y postapocalípticos.
Call of Duty Modern Warfare
Activision e Inifinity Ward (el estudio que creó los Modern Warfare originales) han regresado a la guerra moderna, desde una nueva perspectiva. No sólo se trata de contar un nuevo conflicto, sino de poner al jugador en una zona "gris" en que no queda clara la diferencia entre buenos y malos. Call of Duty Modern Warfare nos brinda el regreso de alguno de los personajes más emblemáticos de la saga (encabezados por el Capitán John Price) y además utiliza un nuevo motor gráfico; algo que la saga estaba demandando desde que arrancó la generación.
Además de la campaña y de su brillante multijugador (que contará con actualizaciones gratuitas durante todo un año), Modern Warfare recupera el modo cooperativo Spec-Ops, que además tiene un componente argumental. Si la trilogía original era una montaña rusa, más cercana al estilo de las películas de Michael Bay, ahora el juego se parece más a un documental.
Sigue siendo emocionante y tenso, pero con momentos que nos dejan "mal cuerpo". Y no es simplemente volver sobre niveles como Nada de ruso de Modern Warfare 2, sino una sensación que "flota" constantemente sobre nosotros mientras jugamos.
En líneas generales, Modern Warfare supone una vuelta a las raíces de la saga. Sin ser tan revolucionario como lo fue el primer Modern Warfare, es uno de los mejores FPS bélicos de la generación. Nos ha atrapado su historia, el multijugador está lleno de opciones, tanto para los jugadores "clásicos" como para quienes busquen nuevos modos, la evolución visual es contundente y la promesa de nuevo contenido gratis para todos los jugadores es muy bienvenida. La mejor entrega de los últimos años, aunque también la más polémica y adulta.
Borderlands 3
Gearbox nos ha "regalado" por fin la tercera entrega de este FPS, que se precia de ser el mejor "looter shooter" que se puede jugar en PC y consola. En este caso, la acción cooperativa de Borderlands 3 sale de Pandora hacia nuevos planetas, pero se conserva el tono canalla, el apartado visual en "cel-shading" y el impresionante catálogo de armas.
Gearbox ha cogido una fórmula que funcionaba como un tiro y la ha refinado al máximo. Porque la base de Borderland 3 sigue siendo la misma de siempre: cuatro buscacámaras, disparos en primera persona, toneladas de botín, subidas de nivel, habilidades, conducción... Pero ahora todo es más grande y, lo que es más importante, mejor.
Dentro de esa base hay centenares de pequeños cambios orientados a algo muy importante en este tipo de juegos: ahorrar tiempo. En Borderlands 3 es posible rellenar las reservas de munición en máquinas expendedoras con tan solo pulsar un botón o conocer el valor global de un arma gracias a un dato numérico.
A esto hay que sumarle pequeños detalles, como poder cambiar la misión activa en cualquier momento pulsando izquierda o derecha en la cruceta (evitando así tener que abrir el clásico diario y navegar entre un sinfín de misiones) o que podamos irnos mientras un NPC da su discurso... Y que la charleta continúe por radio.
Metro Exodus
Artyom abandona los túneles de metro de Moscú en esta tercera entrega (que transcurre después de Metro Last Light) y que tiene un desarrollo muy abierto, en diferentes localizaciones que se corresponden con las estaciones del año. Metro Exodus representa un salto enorme respecto a los anteriores "shooter" en primera persona.
Una evolución en todos los sentidos: el estudio ucraniano 4A Games ha fundado una nueva sede en Malta y ha duplicado el número de trabajadores implicados en el proyecto, la editora Deep Silver les ha dado el tiempo necesario para terminar su obra más ambiciosa, y el metro se le ha quedado pequeño a los protagonistas de la saga, que salen por fin a la superficie.
Nos subimos al tren, de una aventura que transcurre por toda Rusia, en escenarios abiertos -tranquilos, que también hay zonas claustrofóbicas como en los anteriores- y a lo largo de todo un año. Una cuenta atrás que se les agota a Artyom, a su mujer Anna y al resto de los spartan para encontrar un nuevo lugar en que vivir.
El de Metro es un planteamiento extraordinario, en muchos sentidos. No es normal encontrarse con un FPS que haga tanto hincapié en la parte narrativa, como tampoco es habitual que un juego "de culto" creado por un pequeño estudio ucraniano y basado en unas novelas de ciencia ficción, termine siendo uno de los mejores FPS de 2019.
Far Cry New Dawn
El último "spin off" de la saga Far Cry recupera los escenarios y las mecánicas de Far Cry 5, pero con un cambio drástico en la ambientación. Ahora, el FPS de Ubisoft se desarrolla en un mundo postapocalíptico... y le sienta de maravilla. Far Cry: New Dawn tiene lugar en una sección del mapa del Condado de Hope, el estado ficticio de Montana en el que se ambientaba Far Cry 5.
El "espacio" de juego y el contenido son, por ende, más reducidos, algo que atiende al carácter menor de esta entrega (y que, por otro lado, se traduce en un precio de lanzamiento inferior). Pero eso no quiere decir que todo sea igual o que estemos ante un juego pequeño; 17 años de Apocalipsis nuclear dan para muchos cambios.
Como en FC5, los acompañantes (o pistoleros a sueldo) son una de las cosas que más nos han gustado. Cada uno cumple un rol específico en combate, pero brillan gracias a sus diferentes personalidades, que nos dejan situaciones verdaderamente cómicas. El ejemplo más destacable es sin duda el de Yaya, la típica anciana con un talento letal para usar el rifle de francotirador.
Wolfenstein Youngblood
Este año no hemos tenido una, sino dos entregas de la saga Wolfenstein. Cyberpilot era un juego en VR centrado en el control de vehículos, como el panzerhund, y Wolfenstein Youngblood es una continuación de la saga, que transcurre varios años después de Wolfenstein II The New Colossus, cuando las hijas gemelas de Blazkowicz van a rescatar a su padre, en la ciudad de Paris en los aos 80.
En lo que al gunplay se refiere, Wolfenstein: Youngblood es idéntico a The New Colossus. Es decir, que los tiroteos son frenéticos y tremendamente satisfactorios, con el añadido de que reventar cabezas de nazis siempre sabe mejor. Pero aquí ya encontramos unos cuantos cambios en la fórmula Wolfenstein: las ejecuciones cuerpo a cuerpo muestran nuevas (y brutales) animaciones en las que nuestro personaje le quitar el arma al enemigo y la usa en su contra. Estas ejecuciones sólo son posibles cuando destruimos su armadura.
Y es que otra de las novedades es que algunos enemigos cuentan con un tipo de armadura, representada por una barra de color blanco sobre la barra de salud. Dependiendo del icono que se muestre, la armadura será débil a un tipo distinto de arma. De esta forma, Wolfenstein Youngblood nos invita a alternar, evitando que usemos la misma ametralladora durante toda la partida. Son pequeños detalles que lo convierten en uno de los mejores "shooter" de 2019.
Destiny 2: Bastión de sombras
El lanzamiento de esta gran ampliación ha coincidido con Destiny 2: Nueva Luz (el paso del "shooter" de Bungie a Free to Pay). Pero en cualquier caso, demuestra que el juego -que ya no pertenece a Activision- sigue muy vivo, y que la comunidad online no para de luchar contra Vex, Cabal, Colmena... y todo lo que se le ponga por delante.
Hay bastantes elementos que cambian en Destiny 2 Bastión de Sombras, y uno de ellos es el nuevo sistema de temporadas y el artefacto. Será algo que nos permita subir más allá del nivel 960 de poder, y un elemento que se ‘’reinicia’’ con la llegada de cada nueva actualización.
Como cada nueva expansión, tenemos que contar con un nivel mínimo de poder/luz para poder afrontar lo que Bungie ha preparado, y ese nivel es de 750. Entre las nuevas áreas destaca la Fortaleza Escarlata (Scarlett Fortress), una ubicación construida por la Colmena, que es una de las piezas centrales en esta nueva expansión.
Rage 2
Hemos empezado este reportaje "quejándonos" de que Bethesda no haya lanzado Doom eternal en 2019, pero cuenta con otro de los mejores shooter del año -además de Wolfenstein Youngblood que hemos mencionado antes-. Se trata de Rage 2, que combina una parte de disparos salvaje, con áreas de conducción y un estilo "fin del mundo" que recuerda bastante a Mad Max.
Los tiroteos son el pilar sobre el que se sostiene Rage 2. Son frenéticos y tremendamente satisfactorios; cuesta cansarse de entrar en combate y ver cómo las cosas saltan por los aires. El manejo de las armas, la sensación al apretar el gatillo y la respuesta de los enemigos al recibir impactos, es sencillamente excelente. Este gunplay contiene trazas de DOOM (2016): se nos invita a estar constantemente en movimiento (nada de esconderse tras coberturas) y a llevar siempre la voz cantante, pues los enemigos dejan caer objetos curativos que absorbemos automáticamente al acercarnos.
Aunque no es un juego perfecto. Si le quitas ese pilar... el juego se derrumba. El mundo abierto, las misiones y el desarrollo presentan la misma estructura que hemos visto hasta la saciedad en otros juegos, y en algunos casos con un nivel que deja bastante que desear. El escenario no se presta a ser explorado, sólo a ir de ubicación en ubicación para completar sus objetivos.
Call of Duty Mobile
Dejamos para el final, toda una revelación en el género. Tencent y Activision han conseguido trasladar a dispositivos móviles el desarrollo de un FPS. COD Mobile conserva los tres estilos de juego tradicionales de la saga: el multijugador "versus", el modo Battle Royale y el modo zombis. Las virtudes de Call of Duty Mobileno se terminan aquí. También debemos aplaudir un sistema de progreso "cruzado" con niveles independientes para cada modo de juego, además del general y los desbloqueos del pase de batalla.
La selección de los niveles (Firing Range, Killhouse, Summit, Nuketown, Crash...) está tomada de anteriores juegos de las sagas Modern Warfare y Black Ops, y funcionan a la perfección. Y el control, tanto con la pantalla táctil como con mandos bluetooth (por ahora los gamepad de PS4 y Xbox One) funciona perfectamente.
Y además técnicamente se mantiene a un gran nivel, con configuraciones personalizadas para diferentes dispositivos. Es sin duda uno de los mejores FPS de 2019.
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