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Nuestras recreativas favoritas (I)

David Alonso Hernández

Nuestras recreativas favoritas (I)
En esta primera entrega de nuestro especial 'retro', iniciamos el particular repaso por las que, a jucio de los lectores de Hobbyconsolas.com, son los mejores juegos de recreativa de toda la historia. Preparad las monedas, que empezamos.

Forman parte de nuestra infancia, de nuestros recuerdos. De nuestra vida. Da igual las generaciones de consolas que se sucedan, no importa lo mucho que aumente el número de polígonos o la resolución de los gráficos en pantalla... siempre recordaremos con la misma ilusión y cariño aquellas partidas que, moneda en mano, disfrutábamos en compañía de los amigos en los salones recreativos.

No hace falta ser un 'carroza' para sepáis perfectamente a qué sentimiento me refiero. Casi todos nosotros, independientemente de nuestra edad, tenemos uno o varios juegos de recreativa favoritos, o mejor dicho, especiales; Aquellos de los que sólo necesitamos leer su nombre, ver una imagen o escuchar a alguien tararear su melodía, para que se nos ponga la piel de gallina y se nos dibuje una sonrisa tontorrona en la cara recordando viejos tiempos... y, cómo no, todo ello mientras meneamos la cabeza y pensamos lo que casi siempre pensamos cuando nos ponemos nostálgicos: que, también en videojuegos, cualquier tiempo pasado fue mejor.

Nuestras recreativas favoritas (I)

No importa que hayamos crecido tararendo Magical Sound Wave de Out-Run camino del instituto, o lanzando 'Hadoukens' a nuestros compañeros en el recreo tras haber pasado la tarde arremolinado junto a ellos en la recreativa de Street Fighter II... o si, por haber nacido después, nuestro primer y mejor recuerdo arcade es Virtua Striker 2. Lo importante es lo que cada uno de esos juegos significan para nosotros.

Por ello, en Hobbyconsolas.com os propusimos que nos contárais cuáles son vuestras recreativas favoritas; las que más os "tocan la patata" cuando toca echar la vista atrás y ponerse en plan "abuelo cebolleta".

Nuestras recreativas favoritas (I)

Como siempre, vuestra respuesta a nuestra proposición fue espectacular y, después de contabilizar todos los votos recibidos, hemos elaborado tres reportajes en el que recordaremos los 30 arcade que más os han marcado. Vuestros juegos especiales.

En esta primera entrega os traemos a los 10 títulos que menos votos obtuvieron de vuestra lista de elegidos. Pero que no os confunda la palabra "menos". Sólo el hecho de haber conseguido entrar en esta listado, existiendo miles y miles de juegos diferentes, ya es un hito al alcance de tan sólo unos pocos y selectos privilegiados.

Chicos, chicas... Insert Coin.


30. Mortal Kombat

Empezamos nuestro nostálgico viaje retrocediendo en el tiempo hasta 1992, año en el que Midway salpicaba (de sangre) los salones recreativos con un novedoso, rompedor y muy polémico título de lucha: Mortal Kombat.

En una época en la que la que era difícil dar la campanada con un arcade de lucha debido a su amplísima representación, este título consiguió acaparar la atención de los jugadores (aunque no alcanzó su verdadera fama hasta salir posteriormente en consolas), debido a varios factores que -eso sí- contrariaban al más pintado.

Si se pisaba un salón recreativo por aquel entonces, pararse delante del mueble de Mortal Kombat era algo casi inevitable. En un primer vistazo inicial, el realista aspecto de sus luchadores –que eran representaciones digitales de actores reales- llamaba poderosamente la atención, pero lo que realmente hacía que los todos los jugones se quedaran embobados delante de estos “kombates” era la violencia desmedida, que se mostraba sin ningún tipo de tapujos, y que aderazaba cada golpe con con litros y litros de sangre.

Lo mejor de todo es que la cosa no acababa ahí, y si la sangre ya dejaba contrariado a más de uno (no olvidemos que estamos hablando de 1992), lo que ya hizo que el juego se convirtiera en leyenda (o en poco menos que un curso de demonización de chavales, para los medios más sensacionalistas) fue, sin duda, la inclusión de los ‘fatalities’, unos cruentos movimientos que, tras acabar con la energía del rival y oír aquella voz de ultratumba emitir el ya mítico “Finish Him/her”, permitía a cada luchador rematar la faena desatando sus más bajos instintos con decapitaciones, cremaciones, desmembramientos y otras prácticas de reducción de peso rápidas, fáciles y para toda la familia.

Un sistema de lucha profundo y compuesto por 5 botones (dos para las piernas, dos para los puños y uno de bloqueo), unos personajes con diferentes poderes y tan carismáticos como Sub-Zero o Raiden, al que, por cierto, años después daría vida en el cine Christopher Lambert en la primera película ambientada en la saga (y de la que no os vamos a recordar lo mala que es aquí, que para eso ya le hicimos nuestro 'Fatality' particular en su correspondiente crítica), sirvieron que Mortal Kombat se convirtiera en leyenda… y en uno de nuestros arcade favoritos de todos los tiempos.

Si queréis conocer más sobre la historia de Mortal Kombat no os perdáis el genial reportaje que le dedicamos hace unas semanas con motivo del 20 aniversario del Mortal Monday, o lo que es lo mismo, del día en que el juego se estrenó en consolas... pero eso ya es otra historia, que yo hoy he venido aquí ha hablar de mis recreativas.

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29. Rastan

Originalmente publicado en 1987 por Taito, en Rastan asumíamos el rol de un poderoso bárbaro al más puro estilo Conan (una mala bestia con greñas, espada y que se paseaba por la vida medio en cueros, vaya), que tenía una épica misión: recorrer medio mundo de fantasía acabando con todas las criaturas mitológicas que le salían al paso para, finalmente, enfrentarse a un temible dragón. Ya hay que tener ganas, pero bueno.

El desarrollo del juego nos proponía atravesar los escenarios mientras pasábamos a espada a todos los enemigos, esquivábamos algunas peligrosas trampas y saltábamos esporádicamente para superar algunas plataformas. En fin, lo clásico de la época.

Uno de los elementos más interesantes de Rastan, además de su genial ambientación, era la posibilidad de recoger objetos, como armaduras o pociones, así como de cambiar de arma, lo que nos permitía –por ejemplo- manejar por un tiempo limitado un hacha de gran tamaño o una maza "adornada" con pinchos, unas eficaces herramientas que nos facilitaban bastante la tarea a la hora de enfrentarnos a los cada vez más exigentes enemigos.

Sí, amigos y amigas. La elevada dificultad de Rastan era otra de sus señas de identidad, y superar las 6 fases, cada una de ellas con 3 áreas diferentes (una zona exterior, una interior y el enfrentamiento con el jefe final) era un reto sólo al alcance de los guerreros más duchos con la espada... o con la paga semanal más abultada.

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28. Commando

Cambiamos de género (y de perspectiva) para hablar de las refriegas militares en vista vertical de Commando, un Shoot ‘em Up’ (o ‘Run and gun’, o  juego "de tiros", o como prefiráis) desarrollado por Capcom y que apareció por primera vez en los salones recreativos en 1985.

La historia de este juego bélico nos ponía bajo el amenazado casco de Super Joe, un soldado que –sin demasiadas explicaciones previas- se veía abandonado en mitad de una jungla repleta de enemigos que quieren acabar con su vida. Ahí, a lo Rambo.

Desde una perspectiva vertical, nuestro 'briefing' incluía, principalmente, guiar a Joe por los escenarios mientras acabábamos con todo lo que se movía. A saco. Para ello contábamos con la inestimable ayuda de un fusil con munición ilimitada, cuyos disparos podía ser dirigidos en 8 direcciones diferentes, y de una cantidad limitada de granadas que, cosas de la vida, sólo podía ser lanzadas hacia arriba.

El elevado número de enemigos en pantalla hacía que el desarrollo fuera siempre frenético. En especial los enfrentamientos de final de nivel, en los que el avance de la pantalla se detenía y nos tocaba acabar con un grupo final de soldados que echaban el resto para deternos. Evidentemente, no lo conseguían.

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27. Tekken 2

Vamos con el primer y único juego en 3D, o realizado con modelos poligonales, de esta primera entrega de nuestros arcades favoritos en Hobbyconsolas.com. Hemos elegido incluir a Tekken 2 en este reportaje ya que, aunque también ha habido votos para otras entregas de la saga, como Tekken 3 o Tekken Tag Tournament, esta secuela ha sido la que más apoyo ha recibido por vuestra parte. Dicho queda.

El marco argumental de Tekken 2 nos sitúaba después de la victoria de Kazuya Mishima en el primer 'Torneo del Puño de Hierro', disputado en la primera entrega de la serie. El año era 1995, y con esta secula Namco continuaba la historia de estos luchadores con un arcade que ampliaba y perfeccionaba la fórmula vista en el primer juego.

De nuevo, Tekken 2 nos proponía unos combates 1 vs 1 en diferentes entornos tridimensionales y sin límites en plano lateral (no había muros o ring), y en los que nuestra técnica a la hora de luchar debía imponerse al habitual sistema 'machacabotones' de otros juegos de la lucha de la época.

Y es que, a diferencia de juegos que no nombraremos aquí, la saga Tekken apostó desde sus inicios por unos combates de corte mucho más "realista", y en los que no había lugar para las 'magias' o movimientos especiales. Vale, luego es cierto que participaban en el torneo un canguro (Roger) y un dinosaurio (Alex) con guantes de boxeo... pero no tiraban bolas de fuego y eso le da un +1 de realismo al juego.

Dinosaurios, robots y luchadores de sumo aparte, lo bueno de Tekken 2 es que cada uno de los personajes desplegaba un estilo de lucha que -en su mayoría- pertenecía a una disciplina totalmente real. Esto nos daba la oportunidad de, por ejemplo, poner a prueba el karate de Lei Wulong con las técnicas de lucha libre de King, lo que daba pie a unos combates muy variados y a que fuera fácil sentirse más identificado con un personaje en concreto según las preferencias de cada uno.

Esta propuesta de sus combates obligaba a los jugadores a memorizar los movimientos y combos de los distintos luchadores para 'repartir' con garantías, un proceso que -por suerte- no era demasiado difícil gracias al intuitivo sistema de control, que asignaba cada extremidad del personaje a un botón diferente y estratégicamente colocado en el mueble.

Técnicamente espectacular, y con unas secuencias generadas por ordenador muy atractivas, Tekken 2 se convirtió en todo un éxito de los salones recreativos y en su adaptación posterior a PlayStation, versión que logró vender más de 3 millones de copias en toda su historia.

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26. The Simpsons Arcade

Aunque Bart Simpson tuvo el honor de protagonizar la portada del primer número de Hobby Consolas, ése no fue el único contacto con el mundo de los videojuegos que el intrépido personaje de Matt Groening tuvo en 1991.

Y es que ese mismo año se estrenó en recreativas The Simpsons Arcade Game, un Beat ´em up de scroll horizontal ambientado en la ciudad de Springfield y protagonizado por la incombustible familia compuesta por Homer, Marge, Lisa, Bart y la pequeña Maggie, que pese a ser el único personaje no seleccionable era parte clave de la historia.

Todo comenzaba con el robo de una valiosa joya por parte de Smithers por encargo del Sr. Burns, operación que se complicaba con tan mala fortuna que, no nos preguntéis cómo, terminaba con la pequeña Maggie con el diamante como chupete y, lo que es peor, siendo raptada por Smithers.

Por supuesto, el resto de la familia Simpson no se iba a quedar de brazos cruzados y a partir de ese momento comienza un título en el que los mamporros contra los secuaces del Sr. Burns son los verdaderos protagonistas.

Con 8 niveles diferentes, que están ambientados en lugares clásicos de la serie como la Taberna de Moe o la planta nuclear (nucelar, la palabra es nucelar), uno de los mayores atractivos de The Simpsons Arcade Game era la posibilidad de disfrutar de partidas de hasta 4 jugadores simultáneos, y en las que cada uno de los particpantes asumía el rol de uno de los integrantes de la familia Simpson, que contaban con un punto fuerte exclusivo, como la fuerza bruta de Homer o la ‘aspiradora defensiva’ de Marge. ¡Mosquis, cómo molaba este juego!

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25. Black Tiger

Abandonamos la colorida ciudad de Springfield para adentrarnos en un mundo de fantasía mucho más sombrío y repleto de esqueletos, orcos y otras criaturas aún más peligrosas… pero no tanto como el ‘mazado’ héroe de Black Tiger, otro bárbaro como el de Rastan (o más) muy ducho en el arte de avanzar y derrotar a todo bicho viviente... o ya muerto "de serie", que el amigo no le hacía ascos a nada.

Después del éxito de Ghosts ´n Goblins (del que os hablaremos en una de las sucesivas entregas de este especial, tranquilos), Capcom volvió a apostar, en 1987, por un arcade repleto de combates cuerpo a cuerpo y a media distancia, un buen número de saltos y muchas trampas colocadas a mala baba.

Una de las principales particularidades de Black Tiger era su sistema de mejora de nuestro bárbaro (uy, cómo ha sonado eso...), gracias al cual podíamos invertir las monedas, que obteníamos tras derrotar a los enemigos o rescatar a los prisioneros, en comprar objetos como armas más poderosas, armaduras más resistentes o llaves que abrían cofres rebosantes de suculentos premios.

Gestionar bien nuestras ganancias en nuevo equipamiento era algo vital para superar con éxito las 8 mazmorras de Black Tiger, ya que la dificultad general del juego era bastante elevada desde el principio y una auténtica locura en sus momentos finales, algo que se acentuaba por la incapacidad de nuestro héroe de golpear hacia arriba o abajo. Tanta cacha 'pa ná'.

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24. The King of Dragons

Soltamos las manos de los mandos de Black Tiger e insertamos una nueva moneda en la recreativa de The King of Dragons, otro Beat ´em up (¡sí, otro!) de Capcom ambientado en mundo de fantasía con tintes medievales, pero que -eso sí- contaba con un montón de elementos diferenciadores.

Lanzado en los salones recreativos en 1991, la ambientación de The King of Dragons se inspiraba claramente en obras como Dungeons and Dragons (Dragones y Mazmorras), por lo que nos realataba una épica historia protagonizada por 5 héroes a elegir: un guerrero, un clérigo, un elfo, un enano y un mago.

Por supuesto, cada uno de estos personajes poseía unas  habilidades y unos puntos débiles diferentes; el mago era lento y débil, pero desplegaba unos ataques mágicos muy poderosos, el elfo no tenía demasiada resistencia pero dominaba los ataques a larga distancia con su arco, el guerrero era imparable en el combate cuerpo a cuerpo…y 'asín' con todos.

Después de elegir a uno de estos héroes, o a varios de ellos si teníamos la suerte de disponer de los amigos cerca para disfrutar de sus partidas de 3 jugadores simultáneos, la mecánica del juego consistía en el clásico sistema de avanzar por los escenarios y acabar con todos los enemigos que nos salían al paso, lo que incuía orcos, dragones y hasta cofres mordedores camuflados que se nos lanzaban a traición.

Sus 16 niveles poseían una dificultad exigente pero muy bien equilibrada, que junto al estupendo sistema de mejora de los personajes y al atractivo apartado gráfico, en el que destacaba el diseño de algunos enemigos y escenarios, consiguieron que, más de 20 años después, aún sigamos recordando aquí nuestras partidas a The King of Dragons.

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23. Joe & Mac Caveman Ninja

Cambiamos radicalmente de contexto y retrocedemos hasta la prehistoria para recordar a Joe y Mac, los dos cavernícolas protagonistas de Caveman Ninja, otro Beat ´em Up de scroll lateral (y los que nos quedan...) que Data East publicó en recreativas a finales de 1991.

Con un argumento tan elaborado como era habitual en los arcade de la época, la excusa para que Joe y Mac se liaran a mamporros con todo lo que se pusiera por delante era, ni más ni menos, que el rapto de todas las "churris" trogloditas del poblado de nuestros héroes por parte de un clan rival. Así, por todo el morro.


Trogloditas, que no tontos, ni cortos ni perezosos Joe y Mac iniciaban un intenso viaje de rescate que les llevaba a atravesar varias fases plagadas de piedras rodantes tamaño XXL que caían de todas partes, trampas de todo tipo y muchos enemigos, entre los que destacaban los abundantes cavernícolas rivales y algunos gigantescos dinosaurios, que cumplían perfectamente con su trabajo de jefe de final de nivel.

Un botón de ataque cuerpo a cuerpo, otro para lanzar armas arrojadizas y un tercero para saltar, eran más que suficientes para que, en solitario o en compañía de un amigo, nos dejáramos la paga semanal en esta divertidísima máquina.

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22. Tumblepop

Seguimos en 1991 y continuamos con la vista fija en Data East, compañía responsable de nuestro anterior juego y también de este Tumblepop, un divertidísimo arcade de los desarrolladores que jugaron a Snow Bros y Pang. Sí, y es que aunque Tumblepop nos encanta, es difícil negar que sus creadores se inspiraron en estos juegazos (sobre todo en Snow Bros), para dar vida a su propuesta. Lo bueno, eso sí, es que en este caso concreto no estamos ante una simple copia, sino de un juegazo en toda regla y que posee una identidad propia.

Armado con una potente aspiradora 'mochilera' en plan Cazafantasmas, el objetivo del protagonista de Tumblepop (o de los dos, si jugábamos acompañados) era el de limpiar de enemigos cada uno de los diferentes niveles estáticos.

Para hacerlo Data East nos ofrecía tres poderosas armas: la palanca de control, con la que nos desplazábamos en todas direcciones, el botón de salto, que nos permitía movernos entre las diferentes alturas de la pantalla y, lo más importante, la potente aspiradora con la que podíamos absorber a los enemigos para, después, lanzarlos rodando contra las paredes o, aún más efectivo, contra otros enemigos.

Además de aspirar enemigos sin parar, si éramos avispados podíamos conseguir objetos especiales, como un turbo o unos patines, y si recogíamos todas las letras que componen el nombre del juego accedíamos a niveles de bonus, que complementaban a los principales.

A estas fases accedíamos desde un mapa muy Pang, y desde el que podíamos viajar a lugares tan fríos como la Antárdida, tan místicos como Egipto y tan lejanos como El Espacio exterior. Todo con el fin de limpiarlos de enemigos. ¡Eso es compromiso!

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21. Teenage Mutant Ninja Turtles

Las mitiquísimas Tortugas Ninja, que 'lo petaron' a lo bestia a finales de los 80 gracias a su serie de animación, protagonizaron un intenso juego para recreativa desarollado y lanzado por Konami en 1989, y que recibió el nombre de Teenage Mutant Ninja Turtles.

Con una excelente acogida por parte de los jugadores tanto en su versión arcade como en su posterior adaptación a NES, el juego protagonizado por Leonardo, Raphael, Michelangelo y Donatello nos contaba una historia desgarradora historia con todos los elementos que requiere cualquier buen melodrama de sobremesa: Una chica (April O´Neil) en apuros, un enemigo ultra-malvado (Shredder), un mentor con cuerpo de rata gigante (Splinter, o el Maestro Astilla) y 4 tortugas mutantes adolescentes adictas a la pizza con muchas ganas de repartir cera.

En este juego de acción de scroll vertical de hasta 4 jugadores teníamos que demostrar nuestro dominio de cada una de las armas blancas propia de cada tortuga, y acabar con todos los enemigos que inundaban los distintos escenarios.

Un desarrollo frenético, y en el no que había un momento de respiro, intensos momentos a bordo de un monopatín y enfrentamientos con durísimos enemigos enemigos finales, fueron las claves para que las Tortugas Ninja nos hicieran gastar decenas de monedas en su genial recreativa. Nunca unas tortugas mutantes dieron tanto juego.

Nuestras recreativas favoritas (I)

Y aquí acaba nuestra primera entrega de la serie de 3 reportajes con la que repasaremos nuestras 30 máquinas recreativas favoritas de todos los tiempos. Guardad una buena cantidad de monedas de '5 duros', que la próxima semana regresaremos con otros 10 juegos que marcaron nuestra infancia como jugones.

 

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