Rogue One X-Wing VR es la prometida experiencia en realidad virtual que completa Star Wars Battlefront. El estupendo "shooter" desarrollado por DICE y Electronic Arts (en estrecha colaboración con los archivos de Lucasfilm) ha ido creciendo con cinco DLC a lo largo de este año. Primero fue la batalla de Jakku, gratis para todos los usuarios, y después llegaron el palacio de Jabba en Tatooine, Bespin, la Estrella de la Muerte y por último Scariff, uno de los nuevos planetas que veremos en Rogue One.
Junto a este DLC final, nos encontramos con una misión de combate espacial en PSVR que curiosamente no ha sido desarrollada por DICE, sino por Criterion Games (cuyo trabajo hemos disfrutado en juego de de velocidad como Burnout o Need for Speed y en el shooter Black). Y que es una de las mejores experiencias en realidad virtual que hemos probado nunca. Desde la pantalla del título, en que vemos un gigantesco ATAT pasar a nuestro lado -como en el resto del juego- la fidelidad al material original es insuperable.
Los efectos de sonido y la banda sonora de John Williams nos envuelven, mientras recorremos un hangar (hay diferentes puntos de vista predefinidos) para contemplar el X-Wing, el emblemático caza rebelde que pilotaba Luke Skywalker. Una vez que hemos explorado la nave a conciencia, mientras una unidad R2 se pasea por nuestro lado, podemos montar en la cabina e iniciar la misión.
En realidad esta experiencia es sencilla, basta con encontrar y escoltar el Ala U en que viajan el androide K-S2O y la prisionera Jyn Erso (la protagonista de la película Rogue One). Los controles son sencillos, y la duración no pasa de los 15 minutos. Pero en este caso la inmersión lo es todo, y en ese sentido Rogue One X Wing VR es intachable. Primero, cuando comenzamos volando entre las naves de la alianza, y sentimos la diferencia de escala entre los cazas, la fragata médica o los transportes de tropas. La sensación es sobrecogedora, como en la parte final de El Retorno del Jedi, durante la batalla de Endor.
Este paseo entre la flota sirve para familiarizarnos con los controles, porque pronto saltamos al hiperespacio y comienza la acción: primero en un campo de asteroides y después en la batalla contra unos Tie Fighter y un destructor imperial. Nosotros hemos jugado en PS4 PRO y os aseguramos que todo transcurría de forma fluída, con un nivel visual superior al de Jackal Assault VR, el minijuego para PlayStation VR basado en Call of Duty Infinite Warfare. Sin embargo, el juego tiene sus mismos defectos, y es que se termina casi cuando empezábamos a disfrutarlo.
Hay que entender que se trata de una experiencia, y que la sensación de pilotar el X-Wing es perfecta. Pero nos hubiera encantado poder disfrutar de niveles adicionales, o pilotar otras naves de la Alianza Rebelde, como en un juego completo. Por otro lado, es una lástima que se hayan centrado en un precedente de Rogue One Una historia de Star Wars, en lugar de recuperar cualquiera de las batallas espaciales de la trilogía original, en particular el asalto a la Estrella de la Muerte. Con todo, es una de las mejores experiencias que se pueden disfrutar a día de hoy en PSVR, y está disponible sin costes para todos los usuarios de Battlefront.
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