Rage fue publicado en el año 2011. En su día tuvo cierta repercusión, pero ni mucho menos fue un incontestable éxito ni en ventas ni en crítica. Una media de 79 en Metacritic y tres millones de copias vendidas entre las tres plataformas -datos de VGChartz- así lo atestiguan.
Ahora, con la confirmación de Rage 2, desarrollado por id Software junto a Avalanche Studios, la red se ha revolucionado, generando una expectación sorprendente en cierta medida. Quizás, ante tales precedentes, el juego habría quedado en el olvido. Pero Bethesda apuesta fuerte por sus IPs: especialmente si poseen un carácter tan distintivo como el que ofrece el universo de Rage.
Con simplemente echar un vistazo a cualquier imagen o gameplay del primer Rage, probablemente a todos se nos venga a la cabeza que es "el Mad Max de los videojuegos" -¡Chúpate esa, Dark Souls!-. Y no es una idea nada descabellada; su entorno post-apocalíptico, el diseño de sus personajes y su enfoque gamberro dan buena cuenta de ello.
El diseño del Rage es responsabilidad de John Carmack y Tim Willits. El primero, co-fundador de id Software, es una auténtica deidad en la industria, ya que fue el programador principal de obras como Commander Keen, Wolfenstein 3D, Doom o Quake. Durante la campaña de márketing del título se centraron en las virtudes del motor gráfico id Tech 5, creado por la empresa para sorprender en sus entornos desérticos en esta propuesta de acción en mundo abierto. De hecho, la ambición fue tal que en Xbox 360 ocupaba tres discos. Carmack reveló que el juego descomprimido ocupaba 1 terabyte.
En perspectiva resulta curioso, pero según declaraciones de Matt Hooper, director de diseño del juego, el concepto de Rage en los albores de su desarrollo era en el que destacara la presencia de muscle cars dentro de un entorno desértico. Esto, posteriormente se amplió con un mundo postapocalíptico. Y finalmente el enfoque cambió. Sesenta desarrolladores trabajaron en el proyecto que, inicialmente pretendían que tuviera una calificación de edades "teen" (adolescente) pero que finalmente obtuvo un +18 como una casa.
Inicialmente, la publicación de Rage iba a correr a cargo de Electronic Arts, con quien id Software se asoció para la publicación del juego en 2008. Un año más tarde, ZeniMax Media adquirió id Software, retirando a EA los derechos de publicación del juego, aunque el desarrollo continuó su curso hasta su publicación definitiva en 2011.
Rage es un sandbox de mundo abierto, similar en cuanto a contenido a otras sagas como Borderlands. Por medio de un enorme mapeado podemos acceder a distintos lugares, ya sea caminando y disfrutando de sus parajes por medio de su visión en primera persona. Entornos inhóspitos en el que bien podíamos encontrarnos con saqueadores o con todo tipo de criaturas. Pero también era posible recorrer la zona con más rapidez a bordo de un buggy -¡Incluso hay carreras!-.
En líneas generales, acción sin demasiadas complicaciones que respondían a las peticiones del mercado, en una época en la que los títulos de acción en primera persona estaban en plena era de esplendor gracias a franquicias como Call of Duty. Desde id Software pensaban que eso podía beneficiarles, tal y como dijo Tim Willits en declaraciones al portal EGM.
"En realidad nos beneficia. Cuando Call of Duty vende 20 millones de copias, eso significa que hay 20 millones de personas que se encuentran en nuestro mercado potencial. Las personas que nunca antes han jugado un shooter en primera persona pueden jugar un Call of Duty y pensar: 'oye, esto es divertido, ¿qué más hay por ahí?".
Otro hecho curioso que forma parte del márketing del juego lo vemos en un capítulo de la prestigiosa serie televisiva Breaking Bad, donde vemos Jesse Pinkman, personaje interpretado por Aaron Paul, aparece jugando a una peculiar versión de Rage.
La trama de Rage parte de un futuro en el que el planeta Tierra queda devastado por el asteroide (99942) Apofis en 2029. Hecho que obliga a los supervivientes a comenzar de cero creando una civilización humana, en la que hay todo tipo de bandidos y también mutantes. No enganchaba por su narrativa a pesar de tener personajes de lo más interesantes. Mucha gente quedó decepcionada con la secuencia final del juego, ya que era abstracta y no respondía las preguntas que se habían formulado durante sus decenas de horas de campaña. Para prueba, un artículo de Polygon en el que aseveran que el final de Rage apesta.
Quizás tengamos las respuestas en Rage 2.
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