Ghostwire Tokyo recupera a los yokai, criaturas espirituales del folclore japonés. Estos son los "fantasmas" que vamos a encontrar en el juego.
Como hemos dicho en nuestro análisis de Ghostwire Tokyo para PS5 y PC, el juego desarrollado por Bethesda y Tango Gameworks hace un homenaje a la cultura japonesa, en particular al mundo espiritual y las tradiciones shinto.
A lo largo del juego vamos a encontrarnos un catálogo de fantasmas y criaturas aterradoras que le pondrán las cosas más difíciles a Akito y a su acompañante, el exorcista KK. Pero no todos los entes que vagan por las calles de Shibuya son malvados.
También encontramos espíritus atrapados, a los que liberar con katashiro y almas en pena que nos proponen misiones secundarias. Pero sobre todo, hemos disfrutado con la presencia de yokai, seres sobrenaturales tomados del folclore nipón.
En este reportaje hacemos un repaso a los yokai que aparecen en Ghostwire Tokyo. Seguro que muchos de ellos os suenan por haber aparecido en otros videojuegos, películas o manga.
Los kappa son criaturas similares a una tortuga, con rasgos humanos, y que según la tradición se encuentran junto a ríos y estanques. La leyenda cuenta que engañan a las personas para arrancarles el shirikodama, y con ello pierden su vitalidad. Las víctimas de un kappa se vuelven cobardes, como si hubiesen perdido el alma.
Los tengu son demonios que habitan en las montañas, y son uno de los yokai más poderosos. Según la leyenda pueden dañar a los humanos o enseñarles conocimientos de artes marciales (como en el caso de Minamoto Yoshitsune, al que conocemos por la saga Genji).
Nurikabe es uno de los yokai más curiosos: tiene la apariencia de un muro, con ojos, y pueden crear barreras donde antes había una puerta. Hemos visto versiones de nurikabe en Ghostwire Tokyo y también en la saga Nioh.
Los oni son demonios que habitan en el infierno y se dedican a atormentar a las almas de los muertos, y en el festival del setsubun se lanzan judías alrededor de los hogares para ahuyentarlos. Por el contrario, las zashiki warashi son espíritus bondadosos, que traen buena suerte y sólo hacen travesuras en las casas que habitan.
El karasaka kozo es uno de los más graciosos: tiene el aspecto de un paraguas de papel, con un sólo pie, un ojo y una enorme lengua con que asustaba a los campesinos. Son muy escurridizos y en Ghostwire Tokyo tendremos que acercarnos a ellos por la espalda y agachados, en modo sigilo.
Otro de los yokai "traviesos" son las rokurokubi, que tienen enormes cuellos, que se mueven como si fuese una serpiente. Tratan de atraer y seducir a los viajeros (y ocasionalmente atacarlos), pero normalmente sólo pretenden darles un susto y robar el aceite de las lámparas.
A los kodama seguro que los conoceréis por La princesa mononoke. Aunque su aspecto en Ghostwire Tokyo es diferente, se tratan de espíritus del bosque, que nacen de los viejos árboles. El ittan momen es un pedazo de tela, del tamaño de un kimono, que vuela y se enrolla en la cara de sus víctimas para que no puedan ver nada.
Y por último, en las tiendas del juego nos encontraremos nekomata, gatos de dos colas que se consideran muy sabios y bondadosos. Una de las misiones secundarias del juego también consiste en encontrar a los tanuki, mapaches capaces de transformarse en objetos cotidianos y a los que quizá conocéis por la película Pom Poko de Studio Ghibli.
Ghostwire Tokyo se lanza el 25 de marzo en PS5 y PC y aquí podéis descubrir los emocionantes agradecimientos al final del juego.
Descubre más sobre David Martínez, autor/a de este artículo.
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