Análisis 9 Monkeys of Shaolin para PS4, Xbox One, Switch y PC

El templo de Shaolin, en China, es conocido en el mundo por la disciplina de sus monjes, que practicaban artes marciales como complemento a la meditación. En occidente, lo descubrimos por las películas de artes marciales de productoras como Saw Brothers o Golden Harvest (el cine clásico que catapultó a Bruce Lee o Jackie Chan) y que son las principales referencias del juego "indie" 9 Monkeys of Shaolin. Son las mismas películas que homenajea Quentin Tarantino en Kill Bill Vol. 2.

Como en aquellas producciones de Hong Kong, el argumento es lo de menos. El protagonista de 9 Monkeys of Shaolin es el joven Wei Cheng, que pierde a su familia a manos de unos bandidos, y toma el camino del wushu para vengarse. Y claro, nadie mejor para guiarle en este viaje que los monjes budistas, que poco a poco le van iniciando en nuevas técnicas con que derrotar a los cinco clanes rivales, venidos de Japón. 

Todos los "lugares comunes" del cine wuxia (el cine chino de acción) se han convertido en un "beat´em up" de desarrollo horizontal, que llega en un momento de renacimiento del género. Hace muy poco que hemos podido disfrutar de Battletoads para Xbox One y PC,  Streets of Rage 4, o River City Girls (ambientado en el universo de Kunio Kun).  Mientras que todos estos juegos provenían de franquicias clásicas, el principal atractivo del juego desarrollado por los rusos Sobaka Studio es su "pureza".

Un juego de combate clásico

El planteamiento de los niveles es muy sencillo: debemos avanzar hasta el final, derrotando a los piratas, ninjas o samurais que nos salgan al paso, con ocasionales saltos, pequeños puzles y enfrentamientos finales. Pero nada es demasiado sofisticado. Los niveles (que conforman cinco capítulos) son breves, y cada uno de ellos recuerda en su ambientación a localizaciones clásicas, como grutas, bosques de bambú, pueblos o fortalezas. Incluso los tipos de enemigos se repiten bastante.

Por el contrario, el sistema de combate es una gozada, y consigue que disfrutemos con cada pelea. Wei (que como esperábamos se ordena como monje shaolin después de los primeros niveles) es capaz de ejecutar ataques básicos (golpe rápido de bastón, golpe penetrante -para desequilibrar a los enemigos con armaduras- , patada y esquivar los ataques rivales o pararlos).

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Cada uno de sus golpes rellena una barra de Qi (nuestra energía espiritual) que nos permite realizar los ataques con más potencia, dejando pulsado el botón, o ejecutar variantes con efectos adicionales. Y cuando hayamos encontrado la iluminación, también podemos invertir esta energía en la invocación de sellos mágicos. 

Aunque los enemigos no son demasiado listos, si son muy numerosos y duros, de manera que es obligatorio combinar todas estas habilidades para ir derrotándolos. El resultado es un desarrollo muy dinámico, que no nos deja descansar ni un segundo, y en que resulta muy satisfactorio ir enlazando combos. 

Progreso insuficiente

9 Monkeys of Shaolin cuenta además con un sencillo sistema de progreso. Podemos seleccionar las misiones desde el templo (o el barco de los monjes en niveles más avanzados), teniendo en cuenta que cada uno de ellos nos ofrece diferentes recompensas. Estas recompensas pueden ser sellos para mejorar nuestras habilidades -con un árbol de mejoras muy simple- o nuevos objetos que podemos equipar: bastones, zapatos o rosarios de oración. La propuesta es buena, pero resulta insuficiente. 

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Esta es la sensación general que nos ha dejado el juego. El desarrollo es divertido, pero la variedad es escasa (por la estructura de los niveles y por los 6 tipos de enemigos que nos encontramos), como hemos dicho, el sistema de mejoras se queda corto, y lo mismo podemos decir del apartado técnico. 

Los modelos y escenarios son muy simples (pese a que corre con el motor Unreal Engine 4) y da la impresión de que no están suficientemente trabajados, aunque parten de buenas ideas. Las animaciones de combate están bien, pero a los modelos, estilo "cel shading", les falta detalle, y nos hemos encontrado algunos fallos como personajes que se quedan atascados en zonas de la pantalla, o saltos imprecisos. En el fragor del combate, incluso podemos perder la pista de quién es Wei Cheng en medio de tantos luchadores parecidos entre sí. 

A su favor, el juego cuenta con modo multijugador, tanto local como online, y con la posibilidad de rejugar cualquier nivel para obtener nuevas recompensas, hasta mejorar nuestras habilidades al máximo. El nivel de dificultad es exigente, pero los "checkpoints" son generosos, y consiguen que cada derrota nos anime a intentarlo de nuevo, en lugar de desanimarnos. 

En general, 9 Monkeys of Shaolin es un título notable, en que se nota la falta de recursos (podía haber llegado mucho más lejos con algo más de trabajo). Sin duda, es un juego "de nicho" que va a enganchar a los fans del género, capaces de apreciar las referencias de cada nivel, pero que no puede competir con los ejemplos de beat´em up más recientes que hemos citado más arriba.