Análisis de Agony, terror y gore para PS4, Xbox One y PC

Agony es un "survival horror" duro en muchos aspectos. Ya hablaremos de su control particular o de cómo implementa algunas mecánicas, pero sobre todo es un juego sangriento, que reproduce las escenas más gore que hemos  visto en un título de PS4, Xbox One o PC, y se recrea en personajes y escenarios venidos del mismo Infierno. Porque en este juego, nada más comenzar, ya estamos muertos. Nuestro personaje es un alma errante que vaga en busca de la salvación, por unos lugares en que se tortura el cuerpo y el espíritu. 

El estudio de desarrollo polaco Madmind Games (el nombre, "mente enferma" le viene al pelo a Agony) ha experimentado con la recreación física de un lugar mítico. No es la primera vez que el Infierno aparece en un videojuego, pero mientras que en DOOM sólo era un escenario hostil y en Dante´s Inferno era un lugar monumental, en Agony es un lugar de sufrimiento. Sobre todo nos ha recordado a la recreación que el novelista Chuck Palahniuk hace en "Damned", con lagos, montañas y ríos construidos a partir de lo más desagradable del ser humano, como si fuera una perversión de La divina comedia. Es aterrador, sí, pero a la vez resulta fascinante penetrar en estos oscuros túneles hechos de huesos, pedazos de carne y dientes, tratando de buscar una salida.

Encuentra a la Diosa Roja

Nuestro objetivo es encontrar a la Diosa Roja, y de paso, respuestas. El juego nos mantiene indefensos constantemente: sólo podemos avanzar y evitar encuentros con los demonios, íncubos, súcubos y demás criaturas infernales cuyo objetivo es destrozar nuestro cuerpo. Y para ello contamos con habilidades de sigilo muy básicas, como ocultarnos en recovecos y bajo montones de cadáveres, y aguantar la respiración. Durante todo este "survival horror" la información es muy limitada. Podemos leer notas (escritas en un tono que replica al Apocalipsis de San Juan, y que nos han recordado a Outlast 2), y también hablar con otros condenados, aunque la mayor parte de lo que dicen es un sinsentido.

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Es más, el diseño oscuro y laberíntico del Infierno nos hará sentir perdidos en muchas ocasiones. Y para añadir un poco más de dificultad, el botón "guía" que nos indica el camino tiene usos limitados (uno por cada estatua que encontramos oculta en el escenario). Como podéis ver, lo tenemos complicado, así que preparaos para morir unas cuantas veces... o mejor dicho, para reencarnaros.

Si uno de los centinelas que vagan por el Inframundo nos atrapa, nuestro alma volará durante unos segundos, hasta que encontremos un nuevo cuerpo que poseer. Así es el sistema de "vidas" de Agony; en nuestro camino debemos quitarle la capucha a otros condenados para entrar en sus cuerpos en caso de necesidad. Pero claro, el número de cuerpos es limitado, y además son bastante frágiles, así que el mejor modo de avanzar por estos laberintos es ser muy precavido. 

Más adelante en el juego, nuestro alma gana poder, consumiendo el fruto prohibido del árbol del Bien y del Mal, como para poseer a demonios menores que sí pueden enfrentarse a otras criaturas o destrozar puertas, pero en ningún momento nos sentimos seguros. 

El juego más salvaje, pese a la censura

Este párrafo puede herir la sensibilidad de los lectores más jóvenes, así que leedlo bajo vuestra responsabilidad. Antes hemos mencionado Outlast 2, que tenía secuencias verdademante impactantes... pues se han quedado cortas. Las estancias del Infierno en Agony están decoradas con cuerpos empalados, brazos y piernas arrancados, cadáveres mutilados... incluso de niños. Y también hay dosis de desnudez, orgías de criaturas infernales, torturas. Los jugadores más sensibles van a pasar un mal rato... y bueno, debo reconocer que hay una escena de "enterramiento" que a mi también me ha impactado bastante.

Incluso cuando nos metemos en la piel de un demonio y podemos ejecutar ataques, los golpes no son demasiado sutiles: arrancamos partes del cuerpo de nuestros enemigos con nuestras propias manos. El apartado sonoro completa esta aterradora embientación  con los gritos de otros condenados, el sonido viscoso de la la sangre y las vísceras, y los rugidos de los demonios.  La verdad es que aunque el juego de Madmind Games se haya censurado (la versión de PC cuenta con un parche que elimina parte de esta censura), rompe bastantes tabúes. 

Técnica irregular

Al principio del texto decíamos que Agony es duro en muchos aspectos, y otro de ellos es la técnica. Los gráficos (lo hemos jugado en PS4 PRO) tienen múltiples errores: la tasa de FPS es inestable, y hay tearing. Además, las texturas tardan en cargar y no tienen demasiada resolución, y el control del personaje no responde con precisión. Lo más sangrante -porque afecta al desarrollo- es la IA de los enemigos: a veces nos detectan porque sí, a gran distancia, y en otras ocasiones nos pasan al lado, sin hacernos ni caso. 

La iluminación de algunas estancias está bien conseguida, y hace que los objetos "cobren vida", pero en general el motor Unreal Engine no parece bien aprovechado. 

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Por otra parte, el sistema de posesiones también es complicado, y algunas veces los cuerpos se "resisten" mientras que otras veces se poseen con facilidad, pero sin dejar ninguna pauta que sirva como indicación para los jugadores. Además, nuestro alma se "atasca" mientras volamos en busca de un nuevo anfitrión. Más que reforzar la sensación de estar desamparados (que tendría sentido en este juego) nos frustra. 

Exploración y modos adicionales

Agony está repleto de secretos (estatuas ocultas, puzles opcionales, cuadros...) y tiene hasta siete finales diferentes, así que es bastante rejugable. Con estos hallazgos podemos desbloquear cómics, bocetos, modelos 3D de los personajes... Pero lo más interesante es el modo Agonía, que genera laberintos de forma procedimental. En cada uno de estos infinitos rincones del infierno, tendremos que encontrar la Cámara Roja, examinar cuadros y matar mártires con una antorcha, bien en modo supervivencia o contrarreloj. Estos modo son compatibles con clasificaciones online.

Y También podemos desbloquear el modo súcubo (una encarnación del mal en cuerpo femenino) en que encarnamos a una de las criaturas del mal y podemos dar caza a los penitentes, aprovechando nuestros nuevos poderes. 

Para tratarse de un juego que se financió como Kickstarter, y que pertenece a un estudio pequeño, la verdad es que incorpora elementos de diseño muy ambiciosos. Pero sus defectos técnicos emborronan estos aciertos. Claro, que aquellos que estuviesen buscando un desarrollo extremo, se van a encontrar con la horma de su zapato.