Análisis de Boomerang X para Nintendo Switch y PC, una gratísima sorpresa para amantes de la acción con estilo

El bumerán no es, ni mucho menos, un arma nueva en el videojuego. Veteranas series como The Legend of Zeda lo han incluido desde sus orígenes, pasando por roguelikes como Spenlunky 2 o Terraria o beat'em ups como Castle Crashers...

Pero la cosa cambia cuando hablamos de juegos cuya única y principal arma es el bumerán. Como vamos a ver en el análisis de Boomerang X para Nintendo Switch y PC, ése es el caso del segundo juego del estudio indie DANG!, que llega hoy mismo a las tiendas digitales editado por Devolver Digital.

Tal y como lo autodenomina el propio editor, Boomerang X es un "first person boomeranger", un juego de acción en primera persona con bumerán. Y pese a lo que eso pueda implicar, se trata de un juego sencillo en sus formas, pero con interesantes posibilidades, y sobre todo con estilo y clase propia.

La historia de Boomerang X no nos adelanta mucho, más allá de ser un navegante que naufraga de camino a una misteriosa isla, que a priori parece completamente deshabitada, pero que en realidad conserva los vestigios de una antigua civilización, de la que aparentemente no queda nadie vivo.

Al poco de comenzar nuestra exploración del terreno conseguimos un bumerán, el único arma del juego, que nos será útil tanto para movernos para acabar con todo tipo de criaturas oscuras que nos atacarán y que, por su aspecto, nos han recordado a los enemigos de LocoRoco.

Dicho esto, la historia juega un papel secundario: mientras exploramos la isla iremos pasando por todo tipo de lugares habitados en otro tiempo, y sólo podremos conversar, de cuando en cuando, con un gusano llamado Tepan, que nos darán más datos sobre la civilización y alguna pista de lo que pasó.

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Dicho esto, el desarrollo de Boomerang X sigue un patrón fijo desde el inicio: exploramos una pequeña y pasillera zona (a veces con momentos plataformeros), conseguimos una mejora de salud o nueva habilidad, la ponemos en práctica para avanzar hasta un punto del entorno y allí tiene lugar "la acción".

La acción también unas constantes que se repiten: debemos destruir una misteriosa piedra flotante que activa una serie de rondas u oleadas en las que debemos acabar con un número concreto de monstruos en cada una de ellas.

Estas oleadas de enemigos, por regla general, siempre van a más, tanto en cantidad como en variedad de enemigos. y suelen tener lugar en zonas amplias, donde los enemigos pueden volar, teletransportarse...  o desplegar otras habilidades, como escupir veneno o invocar más enemigos.

Hay gran variedad de criaturas, y es uno de los aciertos del juego. Algunos tienen puntos débiles a golpear con el bumerán (unas esferas rojas), otros con criaturas que les proveen de escudo (y que debemos abatir antes)... Hay incluso criaturas enormes que parecen rendir homenaje a Shadow of the Colossus u Horizon.

Pero ojo, no es necesario acabar con todos y cada uno de los enemigos que aparecen en pantalla: sólo tenemos que abatir a aquellos que estén marcados con un halo amarillo; el resto de enemigos pueden servirnos para otros fines. O directamente pasar de ellos, para movernos rápida y letalmente para acabar con los objetivos. Tú decides en todo momento.

Es más, muchas de las habilidades que conseguimos implican acabar con enemigos de una manera específica (matar a dos de un único lanzamiento de bumerán, abatir a tres en el aire sin tocar el suelo...). 

Cumplir estos requisitos nos permite usar nuestras habilidades especiales, como la llamada "escopeta" (que fulmina a los enemigos que tengamos cerca como haría el arma de fuego homónima) o "aguja", que dispara un potente rayo hacia el frente. Y hay alguna habilidad más...

Además, si recibimos daño (nos tocan los enemigos, caemos en lava...), en el transcurso de la acción podemos recuperar algo de vida posándonos en unas plataformas especiales, aunque su duración es limitada. Si perdemos toda la vida, vuelta a empezar desde la primera oleada.

Las habilidades de combate no son las únicas destrezas que aprenderemos durante la aventura. Muchas de ellas están más orientadas a la maniobravilidad de nuestro personaje gracias al bumerán que al combate puro y duro, convirtiendo cada refriega en una espectacular danza mortal.

Dicho de otro modo: lanzar el bumerán, nos permite, entre otras cosas, teletransportarnos con tan sólo pulsar de nuevo el botón de lanzamiento (apunta hacia arriba, lanza el bumerán, teletranspórtate y habras ganado altura, con en la imagen encima de estas líneas), o ralentizar el tiempo para apuntar con calma a nuestro siguiente objetivo presionando ZL.

También podemos recuperar el bumerán rápidamente con pulsar un botón (L). Es un control sencillo, pero altamente adictivo porque es muy ágil, responde muy bien y nos permite realizar y encadenar vertiginosos lanzamientos y teletransportes para acabar con los enemigos en un santiamén.

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Además, la progresión de Boomerang X está muy bien dosificada, añadiendo las novedades (enemigos, habilidades...) a un buen ritmo, que sumadas a los lugares en los que combatimos (desde tubos verticales a grandes explanadas con varias alturas), invitan a pensar en cómo usar el entorno en cada combate.

Como decimos, la jugabilidad de Boomerang X es muy adictiva y cualquiera, indistintamente de su habilidad, puede coger y empezar a saltar, esquivar, teletransportarse y matar a dos enemigos desde arriba pasados los dos primeros minutos de juego.

El problema, al menos para mi gusto, es que no termina de aprovechar o explotar todo lo que ofrece. Primero, porque todo está tan "compartimentalizado", que la parte de exploración no ofrece desafíos ni acción propiamente dicha. 

Muchas de estas zonas se reducen a pasillos por los que avanzamos hasta llegar a una nueva piedra que activa las oleadas de enemigos, sin nada que hacer entre medias, salvo algún salto, alguna caída, alguna breve escena que nos invita a golpear unas cuerdas de un instrumento enorme, probar una nueva habilidad... y ya.

Y es una pena, porque estéticamente el juego tiene personalidad y algunas de estas zonas tienen una gran fuerza visual... desaprovechadas porque hay poco o nada que hacer. Tampoco está de más decir que gráficamente, el estilo y color que nos ha recordado al genial Severed de Drinkbox Studios.

En cuanto a la acción, que es lo mejor del juego, quizá se echa en falta algo que rompa la dinámica de las oleadas. Sólo hay un jefe final, y tampoco hay enemigos ni acción fuera de las oleadas... Se echa en falta "algo" que lo hiciera menos previsible. Sí, hay enemigos más grandes y con más impactos para ser vencidos, pero no se salen de la tónica del juego.

¿Hacen estos aspectos de Boomerang X un mal juego? Para nada. El juego divierte de principio a fin, el incremento de dificultad es progresivo y va de la mano con el aumento de nuestra destreza, y si no, da herramientas para adaptarlo (podemos abusar de la ralentización del tiempo) por lo que nunca se siente injusto o difícil. Es un juego sencillo, pero muy bien equilibrado.

Su docena de escenarios o arenas donde combatimos, y las zonas que las interconectan, dan para aproximadamente 2-4 horas, dependiendo de lo rápido o lento que vayas, si fracasas y repites alguna oleada... Pero es un juego altamente rejugable, y sobre todo, orientado al speed run. Podrás picarte para ver cuánto tardas en completarlo.

Una vez terminado, desbloquearás el modo Nueva Partida +, con todas las habilidades desbloqueadas desde el principio, pero un reto extra: si nos tocan una vez, morimos. Un desafío que os podemos adelantar NO es nada fácil... pero tampoco imposible, aunque requiere gran dominio del juego.

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Sencillo también es su apartado técnico, muy colorido y simple en formas, pero efectivo. Por suerte no hay ralentizaciones y no hemos notado problemas de ningún tipo, está muy bien optimizado para Nintendo Switch, que es la plataforma donde lo hemos jugado. 

Los únicos problemas que hemos encontrado, y no tienen que ver con la optimización del juego, han sido algún texto cortado en la explicación de una nueva habilidad, y alguna puerta que no se ha abierto tras completar las oleadas (nada que no se solucione recargando la partida).

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Boomerang X (6 imágenes)

Por último, la banda sonora se acopla a la acción de manera sublime, pero sin acaparar todo el protagonismo. Está ahí, y refuerza los momentos de tensión... pero sin robarle el puesto a la acción. Acompaña, sin predominar. Y todo, regado con unos buenos efectos de sonido.

Por todo esto, Boomerang X es un juego altamente satisfactorio, sencillo y asequible, y con mecanismos para que el jugador lo adapte a su habilidad. Y no sólo eso: logra que cualquiera pueda coger el mando y hacerse con él en minutos, y convertir unas refriegas, a priori simples, en una espectacular danza mortal con el bumerán como protagonista. Gran trabajo, DANG!