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Análisis de Bridge Constructor: Portal en PS4, One y Switch

Bridge Constructor: Portal
Después de demostrar en PC y móviles que GLaDOS adora construir puentes, Bridge Constructor: Portal llega a las consolas. Esta saga de juegos de puzzle nos llevó a entornos medievales, a maniobras propias de un especialista de cine... Pero esta vez nos toca viajar hasta las instalaciones de Aperture Science.

Querido humano, seguro que eres uno de esos especímenes que disfrutan con un buen juego de puzzle. Pues bien, Aperture Science vela por tus intereses y te presenta Bridge Constructor: Portal, una nueva entrega de la saga Bridge Constructor que toma prestados elementos de los juegos creados por Valve.

Así, de un lado tenemos todo lo bueno de los Bridge Constructor, juegos de inteligencia en los que hemos de construir puentes a base de combinar cables de tensión y vigas (todo ello, teniendo en cuenta la fuerza de la gravedad, la presión y todos esos elementos de la física que tienen fórmulas tan raras); por otro lado, se unen a la "ensalada" la mecánica propia de Portal: en la mayoría de los escenarios hay parejas de portales cuánticos, de tal forma que es posible entrar por uno y salir por otro aunque aparentemente no estén conectados. El resto de elementos de la saga (las torretas de vigilancia, los cubos de compañía e incluso los geles para acelerarnos o rebotar) también vuelven a la carga, para que seamos capaces de superar los retos que GLaDOS, la sarcástica y genial CPU del complejo, nos plantea.

Si os hemos abrumado con tantos elementos, no os preocupéis. A fin de cuentas, solo sois humanos. Lo fundamental en Bridge Constructor: Portal es conseguir que una carretilla (la cual se desplaza automáticamente) llegue de un punto A hasta un punto B, la salida. Hemos de colocar las vigas y los cables de tal forma que los puentes, rampas, etc. que creemos sirvan para transportar a la carretilla hasta ese punto. Tenemos una cantidad ilimitada de tiempo y de vigas o cables, pero solo podemos comenzar a construirlos en ciertos puntos del mapa. Durante el modo de creación, nada se mueve, pero en cualquier momento podemos pulsar el botón de prueba, para comprobar qué efecto tendría la física sobre lo que acabamos de construir. Por ejemplo, puede parecer que hemos montado un puente de lo más chachi, pero si no está bien apuntalado o la estructura es inestable, lo más probable es que se venga abajo.

Por suerte, en este juego de puzzle podemos ejercer esas comprobaciones todas las veces que haga falta (incluso podemos activar las carretillas para que se muevan y reintentarlo infinitas veces si no sale bien), sin penalización alguna, por lo que la experiencia de superar los retos es muy satisfactoria: el único "enemigo" que tenemos es el propio mapa. Aunque hay soluciones más lógicas que otras, en la mayoría de los casos puede haber varias formas de superar un tramo, dependiendo de nuestra visión espacial e imaginación. Eso sí, al acabar un mapa veremos cuánto dinero hemos derrochado en construir la solución, lo cual no es más que un incentivo para hacerlo mejor.

En ese sentido, tenemos otro incentivo más: basta con que una carretilla llegue a la meta, pero si lo conseguimos, se activa la opción de intentarlo con un convoy de varias carretillas. Lo que funcionó con una puede no funcionar con varias, debido al peso extra que implican, la posibilidad de que choquen entre sí... Para una experiencia más "hardcore", lo ideal es intentar superar los niveles con todo el convoy, pero como decimos, no es imprescindible para avanzar.

En total, los chicos de Clockstone y Headup Games han concebido 60 niveles para superar, los cuales comienzan siendo muy asequibles, pero a partir del nivel 20 la cosa se complica bastante. Lamentablemente, no hay modos extra. Es una pena, porque un modo para dos jugadores o incluso un editor de niveles habrían venido de perlas. Aún así, con estos 60 retos tendréis para entreteneros durante muchos días.

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El apartado técnico no es nada espectacular, pero Bridge Constructor: Portal tampoco lo requiere. Todo el desarrollo es en 2D (podemos usar un zoom gradual de muchos aumentos), los objetos reaccionan con una física muy realista y, por supuesto, la ambientación toma prestados muchos elementos de la saga Portal. Entre ellos, no podía faltar GLaDOS, la inteligencia artificial que odia a los humanos (de ahí, el tonito de broma que hemos puesto al principio de este análisis) y que en los juegos de Portal lanza los comentarios más mordaces de la historia de los videojuegos. Aquí también lo hace, al principio de algunos niveles. Hay alguna que otra puyita simpática, pero falta esa chispa de genialidad que nos enamoró de los juegos de Valve. A pesar de ello, agradeceréis las píldoras de humor que nos regalan tanto ella como otros elementos del juego (las torretas nos espetan mensajes como "no te odio" cuando las eliminamos), si bien las voces están solo en inglés. Los textos y menús sí que están en castellano.

¡Cuánto tiempo sin verte, GLaDOS! No esperéis piedad por su parte...
¡Cuánto tiempo sin verte, GLaDOS! No esperéis piedad por su parte...

Por cierto, lógicamente la versión de Switch incorpora controles táctiles, pero también es posible jugar con los botones de siempre. El control es sencillo, pues solo hemos de desplazar el cursor hasta los puntos del mapa en los que queramos colocar los objetos y recibimos pistas visuales acerca de hasta dónde puede extenderse una viga o si un cable cobre riesgo de romperse por la tensión excesiva. Una vez tengamos todas las piezas colocadas, solo tenemos que pulsar el botón para activar las carretillas y comprobar el resultado en movimiento, sin que nosotros podamos hacer nada más.

Las referencias a los juegos de Portal son constantes. The cake is a lie!
Las referencias a los juegos de Portal son constantes. The cake is a lie!

En ese sentido, quizá decepciona un poco que la experiencia es bastante más limitada que en los propios Portal: al hecho de que los puzzles son 2D (en Portal jugábamos en vista subjetiva y en 3D), aquí no podemos colocar los portales donde queramos, ya que vienen predefinidos en el mapa y no es posible efectuar cambios mientras la carretilla se está moviendo. Una de las gracias de Portal estaba en que había que inferir algunas soluciones sobre la marcha, pero aquí todo es bastante más "guiado", dentro de su dificultad. Portal 2 es uno de los mejores juegos de puzzles de la historia (aquí tenéis el Top 10 con los mejores juegos de 2011, año en el que apareció, cuando aún éramos Hobbynews.es), así que igualar su calidad era tarea complicada...

Pero tampoco sería justo realizar un análisis de Bridge Constructor: Portal en base a lo que no es. Por sí mismo, es un juego de puzzles notable, con una dinámica de juego sencilla de asimilar pero compleja de dominar, como debe ser. Su forma de evaluar el resultado y la ausencia de penalizaciones más allá del propio reto hacen que siempre apetezca lanzarse a por otra partidita. Si lo probáis en Switch, se convierte en un juego ideal para las esperas del autobús. Encima, gracias a él (y a falta de una más que deseable tercera parte), Portal sigue "still alive".

VALORACIÓN:

Por supuesto que pondrá a prueba vuestras neuronas, pero lo hará de una forma gratificante. No llega a ser tan interesante o creativo como los propios Portal, pero supone una experiencia muy amena.

LO MEJOR:

La dinámica de juego está muy bien planteada y puede adaptarse a cualquier tipo de usuario. La nostálgica sensación de volver a "sufrir" a GlaDOS.

LO PEOR:

Da la sensación de quedarse algo "descafeinado" respecto a los propios Portal. Se echan en falta más modos de juego u opciones.

Plataformas:

Nintendo Switch,

PC,

PS4,

Xbox One,

Móvil

Versión comentada: Nintendo Switch

Hobby

78

Bueno

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