Análisis de Capcom Beat´Em Up Bundle para PS4, Switch, Xbox One y PC

El anuncio de Capcom Beat´em Up Bundle la semana pasada nos pilló a todos por sorpresa. Se trata de una recopilación de 7 títulos "brawler", es decir arcades de acción horizontal en que hasta cuatro jugadores pelean contra decenas de enemigos, que nos hace volver a la edad de oro de las recreativas. Cualquiera que haya pasado por una sala de máquinas seguro que recuerda con nostalgia esas partidas a Final Fight o The King of Dragons, que son auténticos buques insignia del género, y que ahora podemos recuperar en esta colección. 

Calentad los pulgares porque en Capcom Beat´em Up Bundle nos esperan puñetazos, llaves y combates a espada para limpiar las calles de Metro City, Camelot o la antigua China, además de unos cuantos extras, entre los que se encuentran los diseños originales que se utilizaron para crear cada juego. 

Los 7 títulos que comprende el bundle están en su versión original de recreativa, con el mismo tamaño y número de sprites, las voces digitalizadas y sin censura (aparece Poison y en la intro podemos ver a Jessica, la hija de Mike Haggar, en ropa interior -en la versión japonesa-), elementos que se habían perdido en anteriores versiones domésticas. 

La selección de juegos

Al menos 5 de los 7 juegos que incluye la selección estarían en los favoritos de cualquier aficionado al "yo contra el barrio". Comenzando por Final Fight, un "brawler" urbano en que tres héroes (el alcalde y luchador de wrestling Mike Haggar, y los expertos en artes marciales Guy y Cody) se enfrentaban a una banda que tenía aterrorizada a Metro City. Es el más antiguo de los juegos de Capcom Beat´em Up Bundle (1991) y aún así todavía conserva un ritmo ágil y unos personajes grandes y bien ejecutados. Final Fight fue el juego que perfeccionó la fórmula de Double Dragon -inicialmente iba a ser una secuela de Street Fighter- y marcó las pautas a seguir. Como en la máquina original, dos amigos se pueden poner a los mandos para plantar cara a los matones de Mad Gear en 6 niveles, con dos inolvidables fases de bonus.

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El segundo título es de 1991, The King of Dragons, y aprovecha estupendamente la ambientación medieval fantástica de Dungeons and Dragons o las novelas de Tolkien. En este caso, nos encontramos con un gameplay mucho más profundo: por supuesto, se trata de avanzar y pegar, pero los personajes (guerrero, mago, clérigo, enano y elfo) cuentan con armas específicas. El guerrero, clérigo y el enano pueden detener ataques con su escudo, mientras que elfo y mago atacan a distancia. A medida que avanzamos cada uno recoge piezas de equipo que mejoran sus características, y también subimos de nivel, un tinte de RPG que le sienta de maravilla al juego. Además, hay enemigos finales más grandes que la propia pantalla, y la variedad de escenarios y su colorido son abrumadores. 

Aunque en los salones recreativos no era fácil encontrar el mueble original, en esta ocasión si podremos jugar en multijugador con dos amigos más, lo que resulta mucho más divertido -también por el reparto de tesoros. En mi opinión, esta es la joya de la colección, y ha envejecido estupendamente. 

También de 1991, como el juego anterior, encontramos Captain Commando. Es una reimaginación de Final Fight, que permite hasta cuatro jugadores simultáneos. Nos permite visitar una versión futurista (y más colorida) de Metro City, mientras repartimos leña con un elenco de personajes mucho más cómicos (un niño de dos años, una momia alienígena y un ninja que acompañan al Capitán -antigua mascota de la compañía- en su cruzada contra el crimen). Además de los puñetazos, podíamos empuñar armas de fuego y pilotar "mechas".

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Knights of the Round y Warriors of Fate regresan a los combates de espada, el primero en una adaptación de la leyenda artúrica protagonizada por el propio Arturo, Lancelot y Perceval, y evoluciona levemente respecto a The King of Dragons, tanto en el apartado visual como en la posibilidad de ir a caballo (y robar la montura de nuestros oponentes). Además, se incluyeron ataques especiales como el ataque a la media vuelta, con combinaciones de movimientos. En este caso, la evolución de los personajes también se traslada al aspecto visual, con nuevas armaduras más detalladas. En cuanto al segundo juego, reincide en el planteamiento, pero cambia la ambientación por la Leyenda de los tres reinos de la antigua China, y permite disfrutar de un apartado visual más elaborado. 

Armored Warriors es quizá el menos representativo de los juegos de la colección, y en su caso nos proponía pelear a bordo de impresionantes mechas que se movían a gran velocidad. La principal virtud es que el juego utiliza la escala de estos titanes mecánicos al poner en pantalla humanos a pie y elementos reconocibles en los escenarios. Además durante los combates, nuestro robot tripulado puede perder piezas o conseguir dispositivos nuevos que se acoplan a su estructura. 

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Ya a mediados de los 90, en plena decadencia del género, apareció el último de los juegos de Beat´em Up Bundle. Battle Circuit es el juego más elaborado en el apartado visual, y el único que permite a cuatro jugadores compartir la experiencia. En este caso nos ponemos a trabajar como mercenarios, porque el dinero recogido durante cada fase se puede invertir en comprar nuevas habilidades o recuperar energía. Tanto en el apartado visual como en el diseño, parece el sucesor espiritual de Captain Commando, sólo que esta vez nuestros héroes y villanos son aún más estrafalarios (podemos controlar una niña montada sobre un avestruz rosa, una planta que camina o una mujer tigre acompañada de su mascota). 

El punto débil no es la selección de juegos, sino más bien las ausencias. Capcom dominó el género durante la primera mitad de los años 90 y sus placas CPS 1 y 2 nos dejaron auténticas virguerías que no se han recopilado. Los casos más "sangrantes" pueden ser Cadillacs and Dinosaurs, The Punisher, Dungeons and Dragons Tower of Doom y Shadow Over Mystara o Alien vs Predator. Suponemos que se trata de un problema de licencias, pero esas inclusiones hubieran dejado el recopilatorio mucho más completo. 

Por otro lado, la mayoría de estos títulos ya se han recopilado para otras consolas, así que tenemos cierta sensación de "deja vu" al enfrentarnos a Capcom Beat´em Up Bundle. 

Los extras

Lo primero que hay que anticipar es que, al contrario que otros juegos clásicos, no tenemos filtros que imiten el estilo de las pantallas CRT, ni que suavicen el píxel. Pero en cualquier caso, todos los sprites se ven con una estupenda definición, así que no echamos de menos estas opciones gráficas. El ratio de pantalla en todos los juegos de Capcom Beat´em Up Bundle se mantiene en el 4:3 original, de modo que a ambos lados de las TV panorámicas aparecen dos bandas negras... que en este caso podemos cambiar por diferentes diseños exclusivos de cada título.  

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Las novedades que incluye esta versión son la posibilidad de jugar en multijugador online, por si no tenemos un compañero que se siente junto a nosotros con otro mando (hasta cuatro jugadores en Battle Circuit) y una galería que recoge piezas históricas, como los flyers para promocionar las recreativas, diseños de producción y bocetos originales. De nuevo, es un complemento genial, pero no hubiera estado de más incluir fotos de los respectivos muebles, algún vídeo documental con entrevistas o algo que ayude a contextualizar más estos desarrollos.  

 Después de todo, ¿merece la pena? Hay que tener en cuenta que la duración de los juegos es bastante limitada y que el género (aunque ya no sea tan popular) ha seguido evolucionando. Hace nada os hablábamos del próximo Streets of Rage 4, o de la remasterización 4K de Dragon´s Crown que parecen títulos mucho más profundos. Pero el valor coleccionista de estos 7 títulos es innegable. Ya seamos unos nostálgicos de las máquinas recreativas o por la simple curiosidad de revivir un género que está en horas bajas, parece una buena colección -digital- por menos de 20 euros.