Análisis Chivalry 2, espadazos multijugador en el Medievo

En 2012, Torn Banner Studios nos sorprendían con Chilvary: Medieval Warfare para PC (más tarde llegaría también a PS3, PS4, Xbox 360 y Xbox One), un título de batallas multijugador basado en un mod de Half-Life 2 que destacaba por sus elaboradas mecánicas de combate con diferentes armas cuerpo a cuerpo y ambientación medieval. 

Y ahora, más de ocho años después, el estudio canadiense vuelve a la carga con su secuela: Chivalry 2, que está disponible desde el pasado 8 de junio en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC. Tras ajustarnos bien la armadura y salir a librar sangrientos combates contra otros jugadores, os contamos cómo ha sido la experiencia en nuestro análisis de Chivalry 2.

Acción medieval con toques de simulación

Como en la entrega anterior, lo que más destaca de Chivalry 2 es su excepcional sistema de combate: ya sea en primera o tercera persona (mucho mejor en primera), podemos efectuar ataques verticales, horizontales y estocadas, encadenándolos para obtener combinaciones; la orientación de la cámara es particularmente importante, pues si la movemos al tiempo que realizamos un tajo, cubrimos un mayor espacio. Además todos los ataques se puede cargar, algo especialmente útil si queremos romper la defensa de un rival con escudo.

Todas las armas cuentan además con un ataque especial. Y cuando todo lo demás falla, una buena patada es capaz de desbaratar hasta la defensa más férrea. Uno de los aspectos más importantes que debemos interiorizar desde el principio en Chivalry 2 es que, por mucho que se protejan, los enemigos no pueden defenderse de los golpes en el costado o la espalda; suena obvio, pero a la hora de pelear es clave.

Por otro lado, también disponemos de técnicas avanzadas, como amagos: es posible iniciar un tipo de ataque y, a medio camino, cambiar a otro para confundir al rival. Esto es muy importante, pues si el enemigo realiza un golpe en la misma dirección que nosotros, puede efectuar un parry y dejarnos completamente vendidos.

También es posible bloquear pulsando un botón, pero este método consume estamina (y os podéis imaginar lo que sucede cuando se acaba). Si somos veloces, tras bloquear un ataque es posible efectuar una réplica. Y en último lugar, si mientras bloqueamos efectuamos un ataque en la misma dirección que la del rival, realizaremos un devastador contraataque.

La distancia respecto al enemigo también es muy importante, pues si no somos cuidadosos fallaremos el golpe... Y si somos hábiles podemos aprovechar el desplazamiento para golpear desde una distancia segura.

Todas estas opciones (más otras de las que no hemos hablado) conforman un sistema de combate muy robusto, "sencillo de aprender pero difícil de dominar". Es decir, es posible jugar a Chivalry 2 saliendo al campo de batalla y repartiendo espadazos como locos, pero cuando logramos dominar las mecánicas avanzadas y peleamos contra otros jugadores, los duelos se convierten en una experiencia tensa y tremendamente satisfactoria.

Y ni siquiera hemos hablado de otras opciones, como los objetos únicos de cada clase... o las propias clases. Tenemos cuatro entre las que elegir: arquero, vanguardia, lacayo y caballero. Cada una cuenta con sus propias armas y estilo de juego, y al subir de nivel puede evolucionar a otras dos "fases" más poderosas. Por supuesto, también contamos con numerosas opciones de personalización y una gran cantidad de objetos cosméticos desbloqueables. Vamos, que si queremos llegar a ver todo lo que ofrece cada clase de Chilvary 2, tenemos juego para rato.

Hablemos ahora de los modos de juego. En estos momentos, Chivalry 2 presenta un total de tres modos: modos mixtos de 64 jugadores, modos mixtos de 40 jugadores y todos contra todos. Las diferencias entre los distintos mapas son lo único que hace que las partidas sean realmente distintas, de ahí que nos parezca un número tanto escaso. Es probable que con el tiempo se añadan nuevos modos y opciones, pero hoy por hoy esto puede ser un pequeño problema.

Y hablando de problemas, también hemos sufrido algunos cuelgues y problemas de conexión, esto último especialmente al jugar en el modo para 64 jugadores.

En cuanto al apartado visual, Chivalry 2 luce bastante bien, y en particular la versión de PS5, que es a la que hemos jugado para elaborar este análisis. Sin ser el juego más puntero, tiene un apartado gráfico consistente. Lo único que no nos termina de convencer son determinados efectos, como los de las llamas, o las animaciones de nuestro personaje al jugar en tercera persona (se nota que el está concebido ante todo para ser jugado en primera). La banda sonora también está a un buen nivel, con temas bastante épicos y de corte medieval que casan a la perfección con la temática.

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En último lugar destacar también el aprovechamiento del DualSense, el mando del PS5: podemos sentir con diferentes intensidades los distintos tipos de golpe, y nos ha llamado bastante la atención el "retumbar" de los paso de nuestro personaje, vibrando a cada lado del mando y logrando transmitir una sensación de carrera.