Análisis de CounterSpy

El análisis de CounterSpy nos traslada hasta una Guerra Fría alternativa en la que dos naciones ficticias, pero inspiradas -no sin cierto sentido del humor- en las potencias reales del conflicto, compiten en una carrera nuclear bastante con un fin de lo más extravagante: ser los primeros en volar la Luna con un misil.

Así, y con la misión de proteger a nuestro querido satélite, en CounterSpy asumimos el papel de un espía que debe infiltrarse en las bases de ambas potencias para boicotear sus planes, realizando para ello diferentes tareas como robar documentación o planos clave.

Con una estética retro ambientada en los años 50 y 60, y una historia repleta de clichés claramente inspirados en las películas de espías de la década de los 80, el juego se desarrolla -casi en su totalidad- en 2D, por lo que en las diferentes misiones, que se generan aleatoriamente, nos toca avanzar lateralmente mientras demostramos nuestras habilidaes como agente especial.

Entre ellas, una de las que debemos tener más entrenada es el sigilo, puesto que el desarrollo -lejos de centrarse en la acción- nos obliga a pensar cuidadosamente cada paso en unas fases repletas de peligros, como cámaras de seguridad, enemigos y algunos sencillos puzles.

Como marca el manual del buen espía, pasar totalmente desapercibido es crucial para el éxito de nuestra misión, y -cuando somos descubiertos- aumenta el nivel de alarma (DEFCON, en el juego), lo que nos obliga a ir siempre con cuidado o, de lo contrario, nos tocará reiniciar el nivel.

Por supuesto, y debido a la naturaleza de nuestra misión, de vez en cuando nos toca enfrentarnos a algún que otro tiroteo, que hacen que la mecánica del juego cambie radicalmente.

Cuando nos cubrimos tras una cobertura la cámara rota hasta situarse a la espalda del protagonista, permitiéndonos así apuntar con precisión a los enemigos y virando el desarrollo momentáneamente a la acción.

Esta combinación de fases a lo 'Metroidvania', tiroteos en tercera persona, ambientación de película de espías y otros elementos, como un sencillo sistema de mejoras de nuestro personaje o de compra de nuevas armas, consigue que CounterSpy entretenga desde el minuto uno, si bien es cierto que el juego presenta algunos fallos.

Uno de los principales es, como suele ser habitual en los juegos independientes, la duración. Completar CounterSpy nos llevará aproximadamente 3 horas, lo que le convierte en una experiencia bastante breve. 

Aún así, y sobre todo que ahora podéis jugarlo sin coste extra si sois miembros de PS Plus, el título de Dynamyghty es capaz de ofrecer muy buenos momentos y merece la pena disfrutar de su cuidad estética. ¡No os lo perdáis!