Análisis de The Dark Pictures Anthology: Man of Medan

El terror toma un nuevo rumbo gracias a los chicos de Supermassive Games, que vuelven a la carga con un megaproyecto llamado The Dark Pictures Anthology, el cual recopilará varios juegos cortos con historias y personajes diferentes, pero un mismo enfoque: hacernos pasar miedo con el pad. El primer juego de esta antología llega ahora con el nombre de Man of Medan. Su historia se centra en 4 jóvenes y la dueña del yate que alquilan, que se adentran en el mar para hacer submarinismo en busca de un pecio. Una vez allí, unos piratas los atacan para robarles lo que tienen y todos se topan con un enorme barco, que parece abandonado y a la deriva. Dentro, comienzan a suceder eventos fantasmagóricos.

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Man of Medan (y todos los próximos juegos de The Dark Pictures Anthology, por lo que han comentado en Supermassive) seguirá un esquema similar al que vimos en Until Dawn, su anterior título: nosotros vamos alternando el control de 1 los 5 personajes protagonistas, según vaya avanzando la trama y decida el juego. Con él, andamos e investigamos en tercera persona, para recoger objetos, mirar notas y pistas... En ciertos momentos, tenemos que superar quick time events; en otros, tomar decisiones contra reloj (¿corremos o nos escondemos? ¿apoyamos a alguien o lo desalentamos?); y en otros, superar un minijuego en el que hemos de mantener la calma, pulsando un botón al mismo tiempo que los latidos de un cardiograma que aparece en pantalla.

Todas estas situaciones alterarán lo que el juego llama el Rumbo (equivalente al Efecto Mariposa de Until Dawn), de tal forma que la historia va cambiando para los personajes: si decidimos coger un objeto, quizá podemos atacar a alguien con él, pero si no lo cogimos, quizá ese alguien nos mate de forma permanente, por ejemplo. Además, todo ello afecta a la afinidad de los personajes entre sí, de tal forma que confíen más entre ellos y se abran nuevas posibilidades. Así, la historia tiene montones de momentos clave en los que se va ramificando, de tal forma que podemos llegar al final de la historia con los 5 personajes vivos, los 5 personajes muertos... O cualquier combinación intermedia. Además, la investigación puede ayudar a entender mejor qué puñetas pasó en el misterioso barco.

Para ayudarnos a tomar las decisiones, en algunos puntos encontramos unos pequeños cuadros que nos harán ver un rápido presagio de algo que podría suceder (de nuevo, equivalentes a los tótems de Until Dawn), para que los tengamos en cuenta en los momentos de mayor tensión. Y de tensión va la cosa, sí, porque más que sustos propios de un juego de terror (que hay unos pocos), Man of Medan nos hace estar nerviosos durante los QTEs y los cardiogramas más complejos, ya que la vida de un personaje se puede perder en cualquier momento.

Después de cada momento clave de la trama, tenemos un interludio protagonizado por El Conservador, el único personaje que veremos en todos los juegos de The Dark Pictures Anthology. De forma parecida al psicólogo de Until Dawn, él nos introduce en la historia y sabe lo que está sucediendo en realidad, pero quiere ver cómo modificamos nosotros los acontecimientos para juzgarnos. Esto da pie a una narrativa muy atractiva y absorbente, que nos pica para saber más y más y para descubrir si saldremos vivos de esta.

Todo esto ya os sonará, pero Man of Medan se atreve con una apuesta nueva: el multijugador. Aunque podemos jugar perfectamente en solitario, también es posible disfrutar con amigos de la experiencia (eso sí, en una partida aparte, no se puede continuar una aventura en solitario pasándola a multijugador). Hay dos modalidades de multiplayer. Noche de pelis se juega en local y admite hasta 5 jugadores. Cada uno controla siempre al mismo personaje, así que tenemos que pasarnos el mando cuando la acción pase a centrarse en el personaje de cada uno. Por otro lado, tenemos un multijugador online para dos amigos. En este, ambos jugadores acaban usando a todos los personajes en un momento u otro, pero siempre lo hacemos de dos en dos: nosotros controlamos a uno y el juego nos avisa de qué personaje está controlando nuestro amigo en ese momento.

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Esto altera para bien la experiencia, porque nosotros nunca sabemos exactamente qué está viendo nuestro amigo y, cuando él tiene que tomar una decisión, el juego nos dice que está decidiendo, pero no sabemos qué opción ha tomado hasta que su personaje habla. Para colmo, hay momentos (como los minijuegos del cardiograma) en los que tenemos que acertar ambos a la vez para no perder. Así pues, tener confianza en nuestro compi es fundamental y jugamos con la idea de que él ve cosas que nosotros no (por ejemplo, él puede ver un espectro delante de nuestras narices, pero nosotros no), de forma parecida a lo que experimentamos en ese ya lejano Dead Space 3.

Man of Medan tiene una duración de apenas 4 horas, así que, si podéis disfrutarlo con un amigo, hacedlo, porque es mucho más satisfactorio. La atmósfera está muy bien conseguida (con cacheo cinematográfico en la imagen, un buen doblaje al castellano y vídeos extras desbloqueables que nos meten más en el "lore" de la historia), con algún actor medio famosete (especialmente Shawn Ashmore, que recordaréis de las películas de X-Men y al que también vimos en Quantum Break) y el apartado técnico ha subido algunos enteros respecto a Until Dawn, sobre todo en materia de iluminación. Eso sí, también hay algunas pegas que no podemos pasar por alto. Por un lado, hay bastantes tirones gráficos, especialmente durante las secuencias de vídeo. Esto no pasaría de ser una pequeña molestia si no fuera porque esos tirones se dan en ocasiones durante los QTEs, por lo que se nos puede escapar algún error injusto. No es que pase siempre, ni mucho menos, pero el juego pide a gritos una actualización que corrija esos problemas.

Por otro lado, el precio de 30 euros para Man of Medan puede parecer un poco alto si tenemos en cuenta la duración de 4 horas. ¿Por cuánto nos va a salir tener todos los juegos (se espera que sean 8) de The Dark Pictures Anthology? Eso sí, el juego es muy rejugable (una vez nos lo pasamos, podemos retomar la historia desde cualquier capítulo para intentar enmendar errores) y, en definitiva, es una experiencia curiosa e intensa. Más corta que juegos como los ya citados y otros como Detroit o Heavy Rain, con los que guarda muchos paralelismos, pero precisamente ahí está la gracia. Estamos seguros de que hay margen de mejora en próximas entregas (por cierto, mirad bien en el juego, porque hay alguna pista sobre lo que está por venir), pero por ahora queremos seguir disfrutando de las próximas aventuras de terror que presenten los tejemanejes del Conservador. Si es que nos gusta más un susto que a un tonto un lápiz...