Análisis de Episode Gladiolus, DLC de Final Fantasy XV

Ya está a la venta Episode Gladiolus, primer DLC de los tres planeados para Final Fantasy XV centrado en Gladiolus (o Gladio, como le llaman cariñosamente los 'chocobros'). Antes de entrar de lleno en el análisis de Episode Gladiolus, merece la pena repasar la razón de ser de estos DLC, pues es, cuanto menos, curiosa. Cuando se anunció que Noctis sería el único personaje controlable de la decimoquinta fantasía final, muchos fans pusieron el grito en el cielo. No en vano, la saga siempre se ha caracterizado por presentar a todo un elenco de personajes sobre el que teníamos mayor o menor control. 

Ante las quejas, Hajime Tabata y el equipo de desarrollo decidieron incluir fases durante la aventura en las que Gladiolus, Prompto e Ignis acapararían todo el protagonismo. ¿El problema? Como ya sabréis, el desarrollo de Final Fantasy XV fue de todo menos como la seda, así que estas secciones terminaron convirtiéndose en contenido descargable, dejando tres huecos (bastante evidentes, todo sea dicho) en la historia principal.

Análisis de Final Fantasy XV

Hace tan solo unos días se puso a disposición de todo el mundo la actualización 1.07, que incluye varias mejoras y correcciones, entre ellas una nueva sección jugable (protagonizada por Gladio e Ignis) para tratar de corregir el desastre que era el capítulo 13, así como compatibilidad con Episode Gladiolus.

Gladio, sintiendo que no está a la altura de lo que se espera de un Escudo del rey, decide abandonar al grupo para enfrentarse a un desafío que le permita incrementar su fuerza, desafío del que solo se conoce una persona que haya sobrevivido: Cor, el Inmortal, personaje que quedaba bastante desaprovechado durante la aventura principal (a partir del capítulo 3 prácticamente desaparecía sin dejar rastro).

El control de Gladio difiere bastante del de Noctis: a pesar de utilizar un gigantesco espadón, sus movimientos son bastante más ágiles que los del Entronado con este tipo de armas, lo que acerca la jugabilidad a la de un hack'n slash, con el clásico mamporreo de botones con bloqueo ocasional. Esto se debe también a que, a pesar de que uno de los mensajes iniciales indica lo contrario, no es posible cambiar el equipo de Gladio durante el transcurso del episodio (se puede cambiar de traje, pero es algo anecdótico).

Gladio no es un heredero de la casa de Lucis, así que en lugar de "traspasar" los ataques, los bloquea con su escudo. Para ello contamos con una barra en la esquina inferior derecha que se vacía a gran velocidad cuando mantenemos pulsado el botón de bloqueo, lo que significa que es necesario hacerlo sólo cuando sea necesario. Por otro lado, disponemos de otra barra -dividida en varios niveles- que se va llenando a medida que ejecutamos ataques, y nos permite realizar técnicas especiales para liquidar a un buen número de enemigos de un plumazo. 

Gracias a su enorme fuerza, Gladio puede arrancar columnas del escenario para utilizarlas como arma. Apenas aguantan cuatro golpes, pero partirle la cara a un monstruo con un trozo enorme de cemento es realmente satisfactorio. Además, algunos enemigos se protegen con un aura roja que hace que los ataques normales pierdan parte de su efectividad, y ahí es donde las columnas resultan especialmente útiles. Cor nos acompaña durante la mayoría de combates del DLC, y como en la aventura principal, podemos ejecutar un ardid conjunto al atacar a los enemigos por la espalda.

La banda sonora de los combates ha cambiado para adaptarse al nuevo estilo de juego, con temas machacones donde predomina la guitarra eléctrica. Hay que destacar el tema del enfrentamiento final, un remix fantástico del clásico Clash on the Bridge, compuesto por Keiichi Okabe (encargado de la banda sonora del reciente NieR: Automata), que hace que el nivel de épica del enfrentamiento se eleve por las nubes.

También contamos con un multiplicador de daños (otro elemento bastante típico de los hack'n slash) aunque pasa bastante desapercibido, pues al final todo se reduce a machacar el botón de ataque de forma continuada. Es cierto que aquí el uso de los bloqueos y los parrys es más necesario que en la aventura principal, pero sólo por un pequeño margen. De hecho, quitando el combate final, que es el que más habilidad requiere, es posible abrirse paso por el episodio como un cuchillo a través de mantequilla.

Y es que ese combate final es quizás la parte más interesante de Episode Gladiolus; todo se desarrolla a través de una zona visualmente espectacular... pero completamente lineal, con muy poco espacio para la exploración. El desarrollo se reduce a avanzar acabando con todo los enemigos que nos salen al paso, incluidos varios jefes que no dejan de ser variaciones de enemigos que ya aparecían en la aventura principal. Además, conserva varios errores del sistema de combate original, (concretamente, la cámara rebelde) hasta el punto de que en muchos combates es mejor no usar el lock-on. En definitiva: jugablemente es entretenido. Sin más.

Pero el aspecto más sangrante de Episode Gladiolus es lo poco aprovechado que está desde un punto argumental. Conocemos un poco mejor las motivaciones de Gladio... pero sin aportar demasiado a lo que ya sabíamos. Quizás lo más interesante son las pequeñas pinceladas sobre Cor que descubrimos al charlar con él en las hogueras, pero en general es inevitable sentir que la historia está desperdiciada, especialmente si tenemos en cuenta que -OJO, SPOILER DE KINGSLAIVE: FINAL FANTASY XV A CONTINUACIÓN- esta habría sido la oportunidad perfecta para que Gladio mostrase algún tipo de emoción ante la muerte de Clarus, su padre, durante la caída de Insomnia; acontecimiento que se pasa totalmente por alto en el juego principal. -FIN SPOILER-

Completar la historia principal del DLC lleva poco más de una hora, y al hacerlo se obtiene acceso a una nueva arma para la aventura principal y a dos nuevos modos de juego. Uno de ellos es un modo contrarreloj que nos invita a volver a completar la aventura en el menor tiempo posible y tratando de conseguir una buena puntuación de combate, lo que se recompensa con nuevos objetos. El segundo es un combate contra el propio Cor, bastante impresionante a todos los niveles.

Curiosamente, es en estos dos modos donde Episode Gladio brilla con más fuerza, pues tanto para conseguir buenas puntuaciones como para derrotar a Cor, no sirve de nada machacar botones de forma descerebrada; dominar bloqueos y contraataques se convierte en algo esencial, lo que hace que sea mucho más interesante.

Ahora bien, a pesar de todo lo que se le puede echar en cara a Episode Gladiolus, hay que tener en cuenta el precio al que se pone a la venta el contenido. 4,99 € por meternos en la piel de Gladio, masacrar cadentes con una espada gigante y volver al mundo de Final Fantasy XV durante cerca de dos horas no es un mal negocio.