Análisis de Flat Heroes para Nintendo Switch

Puede que no lo conozcáis, pero Parallel Circus es un estudio español formado por tan solo dos personas que, un día, decidieron dejar su trabajo en Traveller’s Tales. Tal y como nos contaron ambos, Roger Valdeperas y Lucas González, la razón por la que salieron de una compañía tan importante no es otra que la de quitarse de encima las presiones que suelen ir asociadas a juegos de gran envergadura, en lo que a tiempos de entrega se refiere, para desarrollar el suyo propio: Flat Heroes

Como ya os hemos contado en otras ocasiones, Flat Heroes fue uno de los hallazgos que nos dio 2016. Este juego de aspecto minimalista llegó a Steam a través de Early Access, incluso ha estado disponible en GOG.com, pero es ahora, casi dos años después, cuando va a estar totalmente terminado tanto para Nintendo Switch como para la plataforma de distribución digital de Valve, dejando patente que con muy poco, pero con trabajo y cariño por lo que haces, puede hacerse mucho.

Flat Heroes es un juego minimalista, de plataformas y acción super intensa, para hasta 4 jugadores, en la que controlamos un cuadrado. Sí, tan sencillo como suena o eso pensábamos al principio, puesto que, a medida que avanzamos, se complica, y de qué manera.

Para superar cada uno de los diferentes modos y niveles que contiene el juego, tenemos que movernos por toda la pantalla, esquivando todas las amenazas compuestas por distintas formas geométricas que, aunque no llegue a ser tan relevante, dejan cierta sensación de repetición. Es destacable que, aunque no tenga tutorial al principio, el juego en sí es un gran tutorial de principio a fin, puesto que te encuentras en un constante aprendizaje en el que vemos que saltar, atacar, colgarse de una pared, esquivar a tiempo y más es crucial para avanzar, debido al trabajado y mimado diseño con el que cuenta.

Cada uno de los 14 niveles que componen los 10 mundos de la campaña principal (más diez adicionales para los jugadores más exigentes) y los diferentes juegos de los modos supervivencia y versus son una clase magistral de diseño que nos hace sentirnos como verdaderos héroes gracias a las diferentes sensaciones de adrenalina y satisfacción que produce superar la intensidad de acción que proporcionan, similar a la de Super Meat Boy, juego en el que se inspira tal y como asumieron sus creadores.

Todo esto no sería posible sin su control pulido, que hace que el movimiento se sienta lo más natural posible. A esto, hay que añadir que el juego se mueve a 60 FPS en pantalla, pero internamente lo hace a 200, lo que consigue que nunca haya ningún tipo de lag con los cuadrados. 

Hay que destacar sobre lo anterior que por muchos enemigos y obstáculos que aparecen en pantalla, la fluidez sigue estando presente, incluso jugando hasta cuatro personas. De hecho, es con más jugadores cuando nos lo pasamos realmente bien. Cuidado, es un juego que se puede disfrutar en solitario, pero jugar con amigos lo hace todavía más interesante, puesto que ofrece otras soluciones en cada nivel como que unos distraigan a un jefe para que sea atacado por otros o que, al morir, nos reanimen. Encontramos aquí otra pega y es que, de un nivel a otro, la paleta de colores cambia, lo que provoca confusión hasta que sabemos quién es quién. 

Todo ello se pone en práctica, además, en los modos: supervivencia, en el que es posible escalar puestos en el ranking mundial si conseguimos sobrevivir grandes cantidades de tiempo, y versus, que incluye cuatro juegos competitivos que ofrecen sensaciones muy diferentes entre sí como ser perseguidos o aniquilar para permanecer en un círculo ganador.

Pero si los niveles, cuidadosamente diseñados para crear situaciones desafiantes e intensas a base de exprimir la simpleza de su base para crear momentos únicos, no fuesen suficiente aliciente (os aseguramos que es improbable que no lo sean), lo son sus decenas de guiños a otros videojuegos e incluso consolas. 

Sobre estas líneas, podéis ver uno de los jefes finales que está incluido en el juego y que homenajea al mítico Donkey Kong de 1982, lanzando círculos de un lado a otro de manera similar a como hacía el famoso simio con los barriles para que Mario, conocido como Jumpman entonces, los esquivase. A las consolas se esconden guiños en las paletas de colores desbloqueables, pues hay una en particular que está inspirada en Game Boy. 

Por supuesto, todo ello aderezado con la cooperación entre jugadores que subyace, como ya hemos mencionado, y que se potencia en Switch. Con la versión de Flat Heroes para la consola híbrida de Nintendo. cooperar es sencillo gracias a los Joy-Con. Ya sea en modo sobremesa o portátil, con tan solo pasar uno a un amigo, puede unirse a la partida, aumentando así la diversión. Pero todos sabemos que lo mejor es disfrutar de unos buenos piques, por lo que la cooperación (dentro del juego) puede acabarse si disfrutamos de cualquiera de los modos versus. Con todo, la duración del juego puede llegar a ser infinita, incluso en solitario.