Análisis de God Eater 3 para PlayStation 4 y PC

La saga God Eater es el "hijo ilegítimo" de Monster Hunter. Con casi 10 años dando guerra en las consolas portátiles de Sony, PSP y PS Vita, por fin recibimos en España la versión para PS4,God Eater 3, la más ambiciosa y espectacular. ¿Y por qué lo hemos calificado como heredero de Monster Hunter? Pues porque la mecánica principal consiste en aventurarse en unos escenarios desolados y dar caza a unas criaturas gigantescas, como en el juego de Capcom, tanto en solitario como en el modo multijugador online. Pero las semejanzas entre ambos juegos no terminan ahí: en ambos títulos, la clave para abatir a las bestias radica en aprender su comportamiento, elegir el arma adecuada, tender trampas y aprovechar el entorno. 

El juego de Bandai Namco y Marvelous nos sumerge en un "lore" (historia, criaturas y ambientación) mucho más complejo. Viajamos al futuro, cuando la Tierra se encuentra totalmente arrasada. Lo que antes eran campos y ciudades, se ha convertido en cenizales, en los que los humanos no pueden sobrevivir. Estas ruinas son los lugares por los que los aragami campan a sus anchas. Estos monstruos están compuestos por unas células, llamadas oráculo, que tienen inteligencia propia y cuyo instinto es arrasar cualquier cosa que quede en pie. 

Pero la esperanza no se ha perdido. Los GEA, o God Eater Adaptables, son jóvenes que han sido inyectados con un factor de sesgo especial, lo que permite que sobrevivan a la exposición a la ceniza de baja densidad, y además los convierte en los únicos capaces de empuñar los God Eater Arc. Esto es el nombre técnico por el que se conoce a las armas del juego, y que pueden acabar con los aragami ya que están construidas con su propia materia, algo así como combatir el fuego con fuego. 

Armas divinas

Los God Eater Arc son capaces de adaptar diferentes formas: su estado básico es el de cuchillos, espadas, lanzas o mazas (u total de nueve categorías) con los que podemos realizar ataques cuerpo a cuerpo, pero cada una de ellas puede adoptar un modo de combate a distancia, con forma de ametralladora, fusil o cañón láser y transformarse en escudo. Por otra parte, todas las piezas del arsenal pueden ejecutar ataques de aragami, con que devoran a los enemigos. 

Con cada "mordisco" del arma no sólo realizamos una cantidad de daño considerable a las criaturas, sino que además les podemos robar materiales, con los que luego podremos mejorar y construir objetos más poderosos. Además, encadenando este tipo de ataques, podemos hacer que nuestro GEA entre en modo ira (burst) y realice ataques más poderosos. 

El sistema de combate es todavía más profundo si tenemos en cuenta que los diferentes God Eater pueden sincronizarse entre sí y realizar ataques de equipo (hasta cuatro personajes se embarcan en la misión de historia) y que  cada uno puede equipar habilidades especiales. La verdad es que dominar todas las opciones de los enfrentamientos requiere bastante práctica. Por último, un golpe en el lugar adecuado, o utilizando el arma precisa, puede arrancar partes de nuestro objetivo, así que es importante observar la construcción y el comportamiento de las criaturas, en lugar de lanzar ataques a diestro y siniestro.

Análisis de God Eater 2 Rage Burst

Lo mismo ocurre con todas las opciones de progreso. La mejora de nuestro personaje (un prisionero sin nombre) en este RPG no se basa en subir las habilidades básicas con puntos de experiencia, sino en encontrar piezas para fabricar armas cada vez más poderosas y ganar nuevas habilidades, tanto para nosotros como para el resto del equipo. Una vez que hayamos asimilado estas mecánicas, God Eater 3 nos lleva de la mano, alternando las misiones con momentos más relajados en el tractor de ceniza Crisantemo, que aprovechamos para explorar la nave, hablar con el resto de la tripulación y gestionar nuestros objetos. 

Hay tres tipos de misiones principales, las de historia, secundarias y las misiones de asalto. Las tres consisten en abatir a las criaturas que nos encontremos por el escenario antes de que se termine el tiempo, pero la particularidad de las misiones de asalto es que nos permiten reclutar a un máximo de 8 God Eater online. Si se encadenan varios objetivos de misión, se llaman expediciones, pero el desarrollo no cambia. 

De prisionero a pionero

La historia queda en un segundo plano. Nuestro prisionero, un fenrir (el cuerpo de guerreros GEA) se embarca junto con Hilda Henriquez y su tripulación en un viaje por los cenizales en busca de aragamis, y por el camino va reclutando a nuevos miembros del equipo, que nos van revelando su trasfondo poco a poco. En general, parece bastante "convencional" y el diseño de personajes estilo anime también parece bastante genérico, pero nos encontramos algunos giros argumentales y personajes que le añaden interés.

En particular, el juego mejora a partir de la sexta hora, cuando aparece una nueva facción, los Gleipnir, o se desatan las tormentas de ceniza.  

Aunque contamos con un editor de personajes y la posibilidad de cambiar nuestro atuendo, la verdad es que el diseño del protagonista tampoco tiene demasiado "gancho", pero en este sentido es donde brillan los aragamis. Algunos de ellos están inspirado en insectos gigantes, en animales con partes mecánicas, e incluso en dioses shinto, y en general son bastante impresionantes. Y lo mismo podemos decir del diseño de las armas, que en muchos casos son también herederas de las que hemos visto en Monster Hunter. 

El resto del apartado visual es bastante sencillo, y sólo destaca por algunas secuencias de anime (no demasiadas) que se intercalan entre misiones. 

Tráiler del anime God Eater

Un juego duro

God Eater 3 es un juego "duro". Con esto no nos referimos a que sea demasiado difícil, o que nos haya costado entrar en sus mecánicas, pero sí requiere un esfuerzo del jugador para asimilar todo lo que nos propone. Cada aragami es más vulnerable a un tipo de armas (además de las 9 cuerpo a cuerpo, hay 4 tipos de rifle y 3 modos de escudo), es sistema de habilidades y el "crafteo" de objetos es poco intuitivo, así como la mejora de las habilidades de cada uno de nuestros 6 compañeros. 

Por si esto fuera poco, después de unas horas, el desarrollo comienza a volverse repetitivo: se suceden las secuencias de caza, una exploración muy básica y las conversaciones con nuestros compañeros -aunque podemos elegir algunas respuestas, no alteran la historia-.

Análisis de Monster Hunter World

Teniendo en cuenta cómo ha progresado su principal competidor, Monster Hunter World, el único aspecto en que el juego de Bandai Namco puede hacerle sombra es en el diseño de algunos aragami de ceniza o bien que aquellos que se enganchasen a los juegos anteriores (God Eater 1 y 2 o las versiones Burst) quieran volver a este mundo postapocalíptico.