Análisis de Journey para PS4

Parece mentira, pero ya han pasado casi 3 años desde que Sony y ThatGameCompany lanzaran en PSN –y en exclusiva para PS3- una obra tan atípica como Journey, una poética aventura sin textos ni voces, que deja su bello mensaje a la libre interpretación del jugador. Un título en el que solo intuimos una cosa: debemos alcanzar la cima de una montaña. El resto, queda al descubrimiento del jugador. Explorar, tocar objetos, saltar… esa es la base de su jugabilidad.

Un estilo distinto que incluso se notó en su multijugador, en el que otros jugadores entran y salen sin que podamos comunicarnos con ellos, salvo emitiendo sonidos. Un título que en el análisis de su versión para PS3 nos gustó, aunque en todo momento avisamos que no era un juego para todos los públicos. Si el mensaje para ti es lo de menos, y buscas un título intenso, rebosante de acción… entonces Journey no era para ti. Y así, después de 3 años, llegamos al lanzamiento de la versión para PS4, una remasterización a cargo de Tricky Pixels.

¿Ofrece esta versión algo nuevo? Ofrece todo lo que habéis podido leer en el análisis de la versión de PS3, pero como la inmensa mayoría de las remasterizaciones (salvo el reciente Devil May Cry 4 S.E.), la respuesta es un rotundo y sonoro NO. Más allá de la mejora técnica, no hay nada de contenido nuevo. Algo lógico por otra parte, al no estar ThatGameCompany al frente de la remasterización y, al mismo tiempo, ser una aventura tan única, especial y atípica, que no se debería modificar ni un ápice.

Lo que sí ha mejorado y de forma considerable es el apartado técnico. No es que en PS3 fuera un título que marcara un antes y un después, pero si exhibió un estilo propio, simplista hasta cierto punto, que caló muy bien entre los jugadores. En PS4 luce aún mejor, con sus gráficos puestos al día a 1080p y 60 frames por segundo, dejando como en el caso de God of War III Remasterizado una experiencia más bella y fluida, aunque no tan decisiva como en el juego de Kratos al no haber combates y ser una experiencia más contemplativa.

Las mejoras visuales también se notan en otros detalles, como la recreación de la arena (aún mejor que en PS3, que ya era buena), los efectos de partículas y otros efectos visuales. Pero, de nuevo, tampoco es una evolución que lo convierta en el título que mejor explota el potencial de PS4. Lo mejor de todo es que, como los anteriores lanzamientos de ThatGameCompany para PS4, como Flower, es Cross-Buy, lo que quiere decir que si lo compraste en PS3, lo podrás descargar sin tener que pasar por caja (si no es el caso, cuesta 14,99 euros, 11,99 si eres de PS Plus).

También es compatible con Remote Play, por lo que podrás jugarlo tumbado en la cama con tu PS Vita, un plus que “mejora” aún más su onírica experiencia. Aún con estas novedades, Journey para PS4 sigue pecando de las mismas virtudes y defectos: es un juego muy corto, que en menos de dos horas se puede completar (no así desbloquear todos sus trofeos). Eso no impide que sea un juego de los que dejan huella, de los que tocan, tanto por lo poético de su puesta en escena como por su mensaje. Un “art game” en toda regla, que como la mayoría de este tipo de juegos puede no conectar con el público más movido y ávido de acción directa…

Tampoco podíamos dejar de rememorar su banda sonora, a cargo de Austin Wintory, que no necesita remasterización y sigue siendo el broche perfecto para el juego. Es el complemento perfecto para un juego minimalista en lo visual y lo sonoro, que echa el resto con unas composiciones de las que tocan, emocionan y pueden hacer llorar en conjunción con el mensaje del juego y lo que pasa en pantalla. Un logro que muy pocos juegos son capaces de alcanzar. Ah, y como en PS3, también contará con edición física, que llegará en septiembre.