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Análisis de Kingdom Come: Deliverance para PS4, One y PC con nota

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Análisis de Kingdom Come: Deliverance para PS4, Xbox One y PC
Análisis de Kingdom Come: Deliverance, primer juego de Warhorse Studios para PS4, Xbox One y PC. Con un desarrollo RPG similar al de la saga The Elder Scrolls pero caracterizado por su representación realista, viajamos hasta la Bohemia del siglo XV junto a Henry, desde sus inicios como herrero hasta su ascenso a curtido caballero.

Kingdom Come: Deliverance es sin duda el juego de momento. El RPG de Warhorse Studios, caracterizado por mostrar la cara más realista y fiel a los acontecimientos históricos en los que se basa, ha desembarcado en PS4, Xbox One y PC tras un largo proceso de desarrollo y una exitosa campaña de Kickstarter. Las reacciones no se han hecho esperar, pasando a formar parte de ese selecto club de "o lo amas o lo odias". Echadle un vistazo a la recopilación de notas internacionales para comprobarlo.

Dada su inmensa envergadura y el tiempo limitado que tuvimos para jugar, en HobbyConsolas.com os ofrecimos un análisis en proceso de la aventura de Henry, pero tras explorar esta representación de la Bohemia del año 1403, aprender a manejar la espada, enfrentarnos a bandidos y caballeros, crear pociones y e incluso convertirnos en novicios, os traemos el análisis de Kingdom Come Deliverance con nota. Ajustaos la cota de malla, porque en el medievo los errores... se pagan caro.

8 detalles increíbles en Kingdom Come: Deliverance

Practicaremos el Medievo con vuesas posaderas

A primera vista, Kingdom Come: Deliverance no se diferencia demasiado de otros RPG como The Elder Scrolls: exploramos un mundo gigante, en primera persona y a pie o a caballo, conversamos con NPCs, combatimos usando distintas armas como espadas, hachas, mazas o arcos, equipamos todo tipo de armaduras, fabricamos pociones, ganamos experiencia, subimos de nivel y mejoramos estadísticas, visitamos aldeas y castillos... Pero hay un aspecto que lo diferencia de cualquier otro juego de rol reciente: su realismo.

Kingdom Come: Deliverance

Olvidaos de la magia y los hechizos, de los elfos y los enanos, y de los dragones y otras criaturas fantásticas. En Kingdom Come: Deliverance todo está representado de forma que sea lo más fiel posible a la realidad. Desde la historia, que relata los hechos históricos de la muerte de Carlos IV y la guerra civil que se sucedió entre sus dos hijos, hasta aspectos jugables como el sistema de combate, complejo y con movimientos que huyen de las piruetas imposibles que tan acostumbrados estamos a ver.

La ambientación y la historia son sin duda dos de los puntos fuertes de Kingdom Come: Deliverance. El equipo de Warhorse ha realizado una concienzuda investigación para lograr plasmar en pantalla localizaciones y edificios que se ajusten a los que había en Bohemia en el siglo XV, sin olvidar la vestimenta y costumbres de sus habitantes.

Kingdom Come: Deliverance

En concreto, Henry cruza su camino (y su acero) con varios personajes increíblemente carismáticos (mención especial para cierta escena que tiene lugar en una iglesia; un momentazo que se grabará a fuego en vuestra memoria). Bien es cierto que tiene un comienzo lento como él solo, pero una vez que arranca, es difícil decir que no a Kingdom Come Deliverance. Completar sólo el argumento principal puede llevaros fácilmente más de 40 horas.

El realismo se traslada también a otros aspectos, como el sistema de diálogos y toma de decisiones. Por un lado, no sólo entran en juego las estadísticas que tienen efecto directo sobre el éxito de nuestras respuestas, también son importantes aspectos como el aspecto (valga la redundancia) de Henry; si hace mucho tiempo que no nos aseamos o estamos cubiertos de sangre, los personajes con los que conversamos reaccionarán en función, alterando sus respuestas. 

Kingdom Come: Deliverance

Siguiendo con el realismo extremo, se vuelve necesario cuidar de Henry casi como lo haríamos de nosotros mismos. Necesidades como comer o dormir afectan a la salud y energía, y hay que vigilar con especial cuidado las heridas. Las hemorragias nos impiden recuperar la salud al completo, al tiempo que un hilo de sangre obstaculiza nuestra visión. De igual forma, caer desde sitios demasiado elevados hará que nos rompamos los huesos, limitando nuestros movimientos.

Y teniendo en cuenta que en aquella época era bastante poco probable que el hijo de un herrero supiese leer, el protagonista empieza siendo analfabeto, y tendremos que completar una cadena de misiones para poder descifrar lo que, en un principio, son símbolos incomprensibles. El sistema de progresión se asemeja al de Skyrim, en el sentido de que las habilidades mejoran con su uso, en lugar de gastando puntos obtenidos al subir de nivel.

Kingdom Come: Deliverance

También como en The Elder Scrolls V, todos los NPCs tienen rutinas muy bien definidas, así que vamos a buscar a un personaje por la noche, es muy probable que lo encontremos durmiendo.

Por otro lado, Kingdom Come: Deliverance puede presumir de ser uno de los pocos juegos con toma de decisiones en los que el peso de nuestras acciones tiene un efecto real dentro del argumento. Y no hablamos sólo de las conversaciones: cada acción que realicemos en Bohemia puede tener consecuencias en un futuro. ¿Un personaje nos ha prestado dinero y nos lo tomamos con calma para devolvérselo? Puede que, de forma inesperada, un grupo de matones aparezca para cobrar la deuda.

Kingdom Come: Deliverance

¿Caminamos tranquilamente por los caminos y un bandido nos asalta? En cualquier otro RPG, lo normal sería acabar con su vida y dejar el cadáver, literalmente, en calzones. En Kingdom Come: Deliverance existe esa opción, por supuesto, pero también podemos ser piadosos y cobrarle una pequeña suma por la absolución o dejarle marchar. Todo tiene cabida, y todo tiene un efecto basado en un sistema de reputación por regiones: podemos ser unos santos, lo que hará que seamos bien recibidos en cualquier pueblo de una localización... o ser unos rufianes cuya fama cierra puertas y ventanas a nuestro paso.

A pesar de todas sus bondades, es innegable que Kingdom Come: Deliverance presenta también una serie de problemas bastante preocupantes. El realismo pasa factura en el sistema de combate, que utiliza un sistema de posturas ligeramente similar a lo visto en For Honor (aquí tenemos cinco direcciones, en lugar de tres), que termina resultando excesivamente tosco y ortopédico, especialmente cuando se suceden batallas a gran escala.

Kingdom Come: Deliverance

La interfaz tampoco es nada amigable, con menús arcaicos por los que navegar se convierte en un suplicio, o iconos de interacción que sólo se muestran cuando estamos prácticamente encima. Aspectos como el mapa, el viaje rápido o el limitadísimo sistema de guardado, empañan todavía más la experiencia.

Pero lo más preocupante es la marabunta de problemas técnicos que presenta Kingdom Come Deliverance en su versión para consolas, problemas que no se han corregido ni con el parche de lanzamiento de más de 20GB: hay bugs a tutiplén (algunos bastantes molestos, impidiendo que avancemos en una misión o haciendo que perdamos varias horas de juego...), caídas de framerate habituales, sobre todo cuando se juntan muchos personajes en pantalla, hay escenarios y texturas muy mejorables, la cámara tiende a ser un incordio...

Kingdom Come: Deliverance

Por suerte, sabemos que esto no es algo definitivo, como ya han demostrado otros RPG de gran envergadura que se lanzaron en un estado similar y, a base de parches, mejoraron notablemente la experiencia. Pero, hoy por hoy, la versión de consola tiene un amplio margen de mejora.

Desde luego, Kingdom Come: Deliverance no es un juego para todos los paladares, especialmente en su estado actual (al menos, en consolas). Requiere paciencia y es prácticamente una obligación degustarlo lentamente, saboreando todos los apartados para descubrir matices de otra forma inapreciables, como su maravillosa ambientación, su fidedigna representación de la Edad Media y su magnífica historia. No es fácil hacerlo, pero de conseguirlo, el juego de Warhorse Studios se destapa como uno de los RPG más inmersivos y ambiciosos de los últimos años.

VALORACIÓN:

Es difícil hacerse a Kingdom Come: Deliverance por culpa de sus asperezas, tanto técnicas como jugables... Pero igualmente difícil es decir que no a su propuesta RPG, única y diferente, pues una vez nos atrapa en su fiel representación del reino de Bohemia, se convierte en el simulador del Medievo definitivo.

LO MEJOR:

La ambientación y su representación realista de la Edad Media. Personajes memorables. Las decisiones tienen peso real en el argumento.

LO PEOR:

El sistema de combate. La interfaz. En consolas presenta infinidad de problemas técnicos.

Plataformas:

PC,

PS4,

Xbox One

Versión comentada: PS4

Hobby

82

Muy bueno

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