Análisis The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III para Nintendo Switch

Aunque pueda no parecerlo, el análisis de The Legend os Heroes: Trails of Cold Steel III para Nintendo Switch es algo complicado. La primera dificultad radica en que esta tercera entrega del arco Trails of Steel es la primera que aparece en Nintendo Switch, teniendo dos entregas previas que aparecieron en PS Vita, PS4, PS3 y PC, sin contar los juegos relacionados.

Así pues, nos topamos con la primera valla. ¿Es posible jugarlo y disfrutarlo sin haber probado las dos anteriores entregas? Pues lo cierto es que, aunque el juego se esfuerza en que los nuevos jugadores no tengan problema en entender y seguir la trama, te perderás muchos guiños, detalles y referencias, incluidos los de los juegos pertenecientes a otros arcos de la saga, como la trilogía Trails in the Sky o el segundo, e inédito arco en Europa, bautizado como Crossbell.

Aunque no hace falta irse tan lejos: el propio comienzo del juego es un guiño a la primera entrega de este arco Cold Steel. Aquí nos encontramos con Rean, uno de los personajes principales del primer Trails of Cold Steel, que comenzaba su aventura siendo un cadete de la academia militar en la que se desarrolla el juego, para en este tercer juego ser ya uno de los instructores de los nuevos cadetes.

Es sólo un ejemplo... que si llegas de nuevas, te lo perderás, al igual que las relaciones entre algunos personajes y, como decimos, todo lo que sirve de base a esta aventura, y que se preparaba en las anteriores. Ya desde el propio prólogo, si no has jugado anteriores entregas, puedes sentirte un poco "perdido. Aún así, se puede jugar y disfrutar, partiendo de la base de lo que acabamos de decir: muchos detalles te los perderás. No ahondaremos más en la historia, por no destripar nada a nadie, porque es uno de los puntos fuertes de esta entrega, que además apuesta por un tono algo más oscuro que el de anteriores juegos.

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Dicho esto, Trails of Steel III es uno de los mejores juegos de rol recientes de Falcon, que sigue la estela del soberbio Ys VIII, tanto en lo técnico como en el desarrollo, y que nos hace esperar con más ganas si cabe a los nuevos títulos anunciados, como Ys IX y Trials of Steel IV. Y el port, como veremos adelante, es uno de los mejores... sobre todo si quieres el juego para disfrutarlo en modo portátil.

Las principales señas de las anteriores entregas siguen aquí presentes, en algunos casos con ligeros retoques: un calendario que avanza inexorablemente, combates por turnos asequibles y repletos de posibilidades (incluidos combates con enormes Mechas, aquí con dos robots en el mismo bando), unos cuidados diálogos entre los personajes y tareas opcionales como un completo juego de cartas al más puro estilo Gwent.

Cada uno de estos apartados presenta matices, cambios y novedades, como el sistema de combate, que ahora presenta pequeños matices como una ranura extra para personalizar las habilidades de cada personaje o el sistema de técnicas especiales Blade Order, que ahora ofrece opciones como poder gastar los puntos acumulados para activar algún tipo de mejora de estado para el equipo entero. Detalles aquí y allá que sobre todo reconocerán los fans de la serie.

Una aventura que fácilmente puede dar de sí más de 100 horas, a poco que te entretengas, y que por suerte mantiene las novedades que se introdujeron para su lanzamiento inicial en PS4 a finales de año. La más importante de ellas es el llamado modo High-Speed Mode, gracias al cual, al más puro estilo Final Fantasy VIII, con hundir el stick izquierdo podemos meter "el turbo".

Esto quiere decir que, una vez activado el modo High Speed, animaciones, combates o la exploración, todo fluye de manera más ágil y rápida, para que se pueda ajustar a los paladares de los jugadores más "impacientes". Incluso así, puedes tener fácilmente juego para 60-70 horas, dependiendo de lo que te pares en lo opcional.

No es la única novedad de la versión occidental: también podemos escuchar el doblaje en inglés, aunque una gran mayoría de los diálogos están sin doblar y sólo escucharemos una pequeña parte. La última novedad de la versión occidental también está en la versión de Switch, y se trata de la posibilidad de remapear los controles. Todo lo demás, como las brutales secuencias de animación de gran calidad, siguen presentes, y lo que es mejor, sin recomprimir (al igual que el sonido), ni mostrando artefacto o pixelación, lo cual es de agradecer.

Como decíamos antes, como juego de rol es una de las mejores propuestas de Falcon, siempre y cuando conozcas la serie. Pero, además, también destaca como port, dentro de los estándares de Falcon. El juego se mueve tanto en modo portátil como en dock a 720p y 30 fps, y esta tasa de frames se suele mantener fija en casi todo momento.

Eso no impide que haya pequeños petardeos muy puntuales en momentos muy concretos del juego, especialmente en las zonas más amplias y sobrecargadas, como las ciudades, más que en los combates, donde todo fluye de manera muy fluida.

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La principal diferencia aquí, entre jugar en modo portátil y en una pantalla es muy sencilla: los bordes dentados. Jugando en una tele, los jaggies o dientes de sierra son bastante más evidentes cuanto más grande sea la pantalla en la que juegas. A la postres, es como si ningún elemento gráfico tuviera antialiasing y todo resultara un pelín más borroso. Luce un poco peor, o mejor dicho, los defectos son más evidentes, aunque se mueve igual.

Por esa razón, recomendamos jugarlo sobre todo en modo portátil, algo que muchos jugadores además agradecemos en juegos de rol largos (como es mi el caso, ya que así me resulta más sencillo disfrutar de joyas recientes como Xenoblade Chronicles Definitive Edition y otros recientes RPG como Trials of Mana en cualquier momento, si la tele está ocupada),

Todo luce en la pantalla de Switch mucho más nítido y cristalino, los textos son por regla general perfectamente legibles en modo portátil y, como hemos dicho, es una experiencia muy disfrutable en modo portátil, que por regla general resulta pulida... aunque si vienes de la versión de PS4, seguramente echarás en falta los 60 fps.

Por último, pese a que las sensaciones son favorables, no es menos que cierto que mientras realizábamos este análisis de Trials of Cold Steel III para Nintendo Switch también nos hemos topado con aspectos que no nos han gustado, o que necesitan algún tipo de mejora o parche, aunque no todo va a tener solución.

El primero es el idioma: como anteriores entregas de la serie, esta tercera entrega nos llega en perfecto inglés, y si tu nivel no es relativamente bueno, te perderás muchos detalles y matices. Hay opción de ponerlo en francés... pero ni rastro de castellano, lo que potencialmente dejará a muchos jugadores de rol fuera.

El otro, y que sí que podrá ser solucionado, es que el juego se nos ha colgado en alguna ocasión de manera aleatoria. Pantallas de carga que no terminan de cargar, cuelgues que nos han devuelto al menú principal... Nos ha pasado en tres ocasiones, sin aparente razón, y hasta que lo arreglen, lo mejor es guardar cada poco tiempo...

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Trails of Cold Steel III análisis Nintendo Switch (8 imágenes)

Dicho todo esto, ¿merece la pena Trials of Cold Steel III en Nintendo Switch? Pues depende mucho de dónde vengas, y lo que esperes. Si no has tocado antes la serie, puede ser un poco bestia zambullirse directamente en el tercer juego, aunque incluso fuera del juego en sí cuenta con un resumen con los principales hitos de la historia... aunque eso requiere un esfuerzo extra por parte del jugador.

Por eso, si llegas nuevo a la serie, quizá lo suyo sería  jugar antes al menos Trials of Cold Steel y Trials of Cold Steel II para conocer a los personajes y sus relaciones. Si es el caso, el port de Nintendo Switch es meritorio, y quizá seas del tipo de jugador que, como yo, le perdone que no se mueva a 60 fps a cambio de poder disfrutar su extensa historia en cualquier parte.