Análisis de Marvel's Spider-Man para PS4 de Insomniac Games

Han pasado más de cuatro años desde que Spider-Man se balanceó por última vez en el mundo del ocio virtual (si no contamos sus apariciones en títulos como Disney Infinity o LEGO Marvel Super Heroes, y el juego para móviles Spider-Man Unlimited) con The Amazing Spider-Man 2, desarrollado por Beenox para aprovechar el tirón en cines de la película homónima... Y que nos dejó un sabor de boca bastante agridulce. Así que no es de extrañar las ganas que teníamos de volver a enfundarnos las mallas rojiazules y disfrutar de un juego de Spider-Man. De un buen juego de Spider-Man.

Los mejores juegos de Spider-Man

En la carta de Bryan Intihar que se adjunta junto al código para el análisis de Marvel's Spider-Man, el director del título (y antiguo periodista especializado en videojuegos) asegura que las obras de Insomniac Games se caracterizan por incluir sentido del humor, momentos emotivos, artilugios muy originales, controles fluidos, mecánicas de desplazamiento bien pensadas y acción a raudales. Y no hay más que echar un vistazo a los dos últimos (y más destacables) trabajos del estudio -Ratchet & Clank para PS4 y Sunset Overdrive para Xbox One- para darnos cuenta de que tiene razón: no había nadie mejor que Insomniac para encargarse del trepamuros.

El estudio no ha escondido en ningún momento que su principal fuente de inspiración a la hora de crear Spider-Man para PS4 ha sido Spider-Man 2 (Treyarch, 2004), el primer título en mundo abierto del cabeza de red que, hasta la llegada de la saga Arkham, era considerado como el mejor juego de superhéroes de la historia. Columpiarnos por Nueva York con libertad, ver cómo se producía un crimen, lanzarnos en picado para liarnos a mamporros y abandonar la escena con los maleantes colgados de una farola. Aquel juego tenía algo especial; transmitía una sensación de heroicidad que nadie, ni siquiera otros juegos de Spider-Man, ha conseguido recuperar...

Análisis de Spider-Man 2 para PS2, Xbox y GameCube

... Hasta ahora. Porque en nuestro análisis de Spider-Man para PS4 vais a descubrir que Insomniac ha construido lo que podría considerarse como una secuela de ese Spider-Man 2. Una obra que transmite exactamente las mismas sensaciones, ampliadas, pulidas y potenciadas gracias a los mejores valores de producción que ha tenido un juego de Spidey.

Trepa como una araña

Uno de los aspectos más recordados de Spider-Man 2 es el balanceo con redes, para muchos el mejor sistema de desplazamiento que ha tenido un juego de Spider-Man hasta la fecha. Insomniac ha tomado buena nota de sus virtudes para crear un método de desplazamiento donde se aplican unas leyes de la física realistas (todo lo realista que puede ser que un hombre se columpie entre edificios usando telarañas, claro), teniendo muy en cuenta aspectos como la gravedad, la velocidad y el impulso.

Las redes de Spider-Man se pegan a los edificios, lo que significa que si no hay uno cerca, no podemos balancearnos (nada de telarañas colgando del cielo; esto no es la serie de los 60). Y si empezamos el balanceo desde el suelo, la velocidad inicial será leeeeeenta, y no empezaremos a sentir el viento en la cara hasta que cojamos algo de impulso.

Por eso se han introducido dos novedades clave: el impulso puntual y los picados manuales. Al pulsar al mismo tiempo los botones L2 y R2, Spider-Man lanza dos telarañas para desplazarse velozmente hasta el punto que indica la retícula automática. Este movimiento es útil en todas las situaciones (por ejemplo, para subir a una posición elevada en fases de sigilo), pero durante el balanceo lo es aún más, pues si pulsamos X justo antes de que el héroe se pose sobre el objetivo, saldrá propulsado hacia delante, permitiéndonos ganar muchísima velocidad. Es ideal en las zonas de edificios bajos para movernos de azotea en azotea sin perder el ritmo.

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Por otro lado, y en cualquier momento del "vuelo", podemos pulsar el botón L3 para que Spiderman se lance en picado, y si justo antes de impactar contra el suelo disparamos una red, el trepamuros saldrá disparado siguiendo un arco. Es otra forma fantástica de ganar velocidad, que además se inspira (de nuevo) en Spider-Man 2: ¿quién no "jugaba" a subir a lo alto del Empire State, lanzarse en picado y soltar una red en el último momento?

Todo esto hace que el sistema de balanceo de Spider-Man para PS4 sea algo más complejo de lo que estamos acostumbrados, y la sensación de lentitud inicial (no os preocupéis, al subir de nivel se obtienen aumentos de velocidad) y el no conocer los nuevos movimientos, dan lugar a unos primeros balanceos un tanto torpes. Pero una vez se le pilla el truco y empezamos a combinar las redes, los impulsos puntuales, los picados y las carreras por la pared... Es increíble. 

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Isomniac lo ha clavado, y vais a pasar horas simplemente disfrutando de los paseos por la ciudad, tratando de moveros con gracia y admirando las geniales animaciones del héroe (algunas están sacadas directamente de la película The Amazing Spider-Man 2). Y cuando lo dominamos, podemos empezar a hacer virguerías como doblar esquinas en plena carrera por la pared o integrar (y combinar) piruetas en el aire. Es un sistema de balanceo más técnico y que requiere práctica, lo que hace que dominarlo sea muy satisfactorio.

Y como detalle para hacerlo todo aún más cinematográfico, la banda sonora es dinámica, con temas heroicos que se activan en el momento en que lanzamos una red... y se detienen en cuanto dejamos de movernos (especialmente logrado este efecto cuando iniciamos el balanceo lanzándonos en picado desde un edificio alto).

Pese a todo, no puedo considerarlo el balanceo definitivo porque hay varios aspectos que lo alejan de la perfección: se nos dan ciertas concesiones al pegar las redes a los edificios que rompen con el realismo; está claro que es para mantener un ritmo de desplazamiento, pero a veces se ven redes en posiciones que no tienen demasiado sentido. Además, el impulso que se coge al hacer un picado no siempre funciona como debería (paradójicamente, falla sobre todo cuando nos tiramos desde un edificio muy alto... ¡Que es la situación en la que más velocidad se debería pillar!) y no me termina de convencer que el botón para correr y lanzar redes sea el mismo.

Pero es sin duda uno de los mejores sistemas de desplazamiento que se han visto en un juego de Spider-Man, y probablemente el más satisfactorio. Para que os hagáis una idea, a pesar de que existe un método de viaje rápido (muy divertido, además: Spidey coge el metro, y hay varias secuencias distintas con los pasajeros perplejos), puedo contar con los dedos de una mano las veces que lo he usado... Porque es imposible decirle que no a un buen paseo en red.

Golpea como una araña

Y si el desplazamiento lo han clavado, con el sistema de combate tampoco se han quedado cortos. De hecho, genera unas sensaciones muy similares a las del balanceo: al principio, parece que estamos ante otro clon (un saludo para Ben Reilly) del sistema de combate de la saga Arkham, principalmente porque algunas ideas de base son las mismas: distintos tipos de enemigos que requieren distintas tácticas (con escudo, con porras eléctricas...), ejecuciones que se puede realizar tras acumular una serie de golpes y que incluso se efectúan con los mismos botones (triángulo + círculo)...

Pero a medida que jugamos, las sensaciones respecto al estilo de lucha del hombre murciélago no pueden ser más distintas. Spider-Man es mucho más ágil, y a pesar de que su combo cuerpo a cuerpo básico se centra en un único enemigo, nunca se tiene esa sensación típica de los Arkham de que el combate se mueve sobre raíles. Y pese a que hay tipos de enemigos, resistentes a determinados ataques, Spider-Man no tiene que ceñirse a un único método para eliminarlos; es un superhéroe más versatil.

Pero la clave del Spiderman de Insomniac está en el mayor control sobre el campo de batalla, algo que se consigue gracias al golpe con red, un movimiento sacado del fantástico Web of Shadows que nos sorprende no haber visto antes en otros juegos del trepamuros: pulsando el botón triángulo, el superhéroe se desplaza -red mediante- hasta el enemigo objetivo, acompañando el movimiento de un puñetazo que sirve como apertura para iniciar un combo. Si en lugar de pulsar, mantenemos, Spidey atrae al enemigo hasta su posición.

Si a esto le sumamos que al mantener el botón de ataque básico (cuadrado) se lanza a un enemigo por los aires, y que ambos movimientos se pueden combinar, significa que con sólo dos botones ya podemos encadenar toda una serie de golpes: lanzamos a un enemigo por los aires, le perseguimos y le damos una tunda; estando todavía en el aire atraemos a otro con una red y seguimos golpeando; a continuación y sin haber pisado todavía el suelo, usamos otra red para ir directos contra un rufian que estaba a punto de disparar... La fluidez es sin duda uno de sus puntos fuertes.

Sorprende la gran interacción que hay con el escenario: podemos usar infinidad de objetos (papeleras, puertas de vehículos, tapas del alcantarillado...) para golpear a los enemigos, devolverles sus granadas y misiles, rebotar contra las paredes para llevarnos a varios enemigos por delante y (lo mejor de todo) lanzar a los que estén enredados contra una pared para que se queden pegados. Y, de nuevo, todo esto se puede hacer tanto en el suelo como en mitad del aire.

Tratándose de Insomniac, no podían faltar una serie de artilugios con efectos de lo más variopinto. Se nota que no han querido salirse mucho del personaje (quizás ahí la mano de Marvel ha tenido algo que ver), resultando en variaciones del clásico disparador de telaraña: hay una versión más poderosa, otra eléctrica, una "granada"... Pero también se han permitido ciertas licencias "muy Insomniac", como un campo gravitatorio o una onda de choque.

Pero quizás lo que más llama la atención sean los poderes de traje. No sería un buen juego de Spider-Man si no contásemos con un armario considerable de trapitos, y en ese aspecto Insomniac ha tirado la casa por la venta: tenemos a nuestra disposición 27 trajes sacados de las distintas apariciones del personaje en cine y cómics, así como varios creados para la ocasión. Y lo mejor es que se pueda alternar entre ellos desde el menú, de forma ágil y sin esperas. Es posible que algunos fans queden decepcionados por la ausencia de ciertos trajes muy míticos y populares, pero intuyo que se debe a motivos argumentales.

Y es alucinante la atención al detalle y lo cuidados que están todos ellos. No estamos ante un simple cambio de skin: el modelo y las texturas son diferentes en cada uno. Además, el cambio de vestimenta se refleja también en las escenas de vídeo o incluso en las geniales pantallas de carga. El traje Stark, el "clásico" que viste Tom Holland en las películas del Universo Cinematográfico Marvel, luce escandalosamente bien:

Pero la cosa va más allá del cambio estético: casi todos los trajes vienen acompañados por un poder -algo así como un ataque definitivo- único y transferible. Aumento del daño causado, ataque de área con una guitarra eléctrica, descarga PEM, trampa holográfica... Y más cosas que no voy a decir para no chafar la sorpresa (¿el poder del traje Iron Spider? Sí, es justo lo que estáis pensando). La gran variedad de trajes y la representación de los poderes hacen que sea el sueño húmedo de cualquier fan de Spiderman.

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Cuando se le coge el tranquillo al sistema de combate y empezamos a combinar habilidades, artilugios y poderes de traje, moviéndonos a toda velocidad entre enemigos, aprovechando los objetos del campo de batalla, esquivando golpes en el último momento... Es alucinante. Abandonar la escena de un crimen, después de haber llevado a cabo un combate perfectamente fluido, y dejando a gran parte de los enemigos envueltos en telarañas, es una de esas situaciones de las que, como en el caso del balanceo, es difícil cansarse, y que logran que nos sintamos como el auténtico Spider-Man.

Sólo hay dos aspectos reprochables: el primero es que las fases de sigilo resultan excesivamente fáciles. Basta con situarse por encima de la cabeza de los enemigos para que Spider-Man se vuelva invisible a sus ojos, incluso a plena luz del día. El segundo es que pese a lo fantástico que resulta el sistema de combate, los enfrentamientos contra jefes son mejorables. Y en gran parte se debe a que muchos se resuelven de la misma manera (esquivar ataques hasta encontrar una apertura y entonces golpear). Hay un par que resultan bastante impresionantes, pero en el fondo no son más que un QTE camuflado. Espectáculo, si, pero con trampa.

Mi patio de recreo

Como juego de mundo abierto, Spider-Man tiene un desarrollo muy convencional... Incluso demasiado. Un marcador de color amarillo nos indica en el mapa la ubicación de la siguiente misión principal. Y eso es todo. Ni siquiera se usa el clásico truco de dejarnos elegir entre dos o mas misiones de la historia para generar una falsa sensación de libertad; solo hay un marcador, lo que se traduce en que la historia se desarrolla de forma completamente lineal.

Está bien que Insomniac se haya inspirado en gran medida en Spider-Man 2, pero replicar también la estructura de un juego de hace catorce años, teniendo en cuenta las posibilidades que se han abierto desde entonces, es una oportunidad perdida.

De hecho, una de las cosas más criticablse del Spiderman de Insomniac es su nula evolución, ya no sólo dentro del género sandbox, sino especialmente en lo que respecta a juegos de Spider-Man. En su afán por identificar y refinar los mejores aspectos del resto de títulos del trepamuros (algo que, vaya por delante, es digno de elogio), Insomniac ha olvidado hacer avanzar la franquicia, si es que se puede considerar como tal.

Ahora bien, pese a que la historia es lineal, el ritmo para completarla lo marcamos nosotros. Entre misión y misión, la ciudad de Nueva York se abre para explorar o participar en actividades secundarias. Es más, en numerosas ocasiones y antes de que el dichoso marcador amarillo aparezca, nuestro amistoso vecino dice algo tipo: «tengo tiempo hasta que pase X cosa, debería explorar la ciudad», invitándonos a dar un garbeo entre rascacielos.

Por supuesto vuelven a hacer acto de presencia los crímenes aleatorios: secuestros, atracos, persecuciones, amenazas de bomba... A medida que la historia avanza se introducen novedades que, de paso, aumentan la dificultad. Para evitar el hastío, algunos crímenes dan paso a otros nuevos (por ejemplo, podemos encontrarnos con un accidente y, tras salvar a los civiles, se iniciará una persecución con los culpables) y, en ciertos eventos, se aprecian variaciones dentro de las animaciones (he contado tres formas distintas de detener un coche).

También tenemos mochilas coleccionables (cada una esconde un objeto del pasado de Peter, o lo que es lo mismo, ¡huevos de pascua y referencias a tuti!), lugares de fotografía, figuras de Black Cat que nos proponen un pequeño desafío visual, bases donde nos enfrentamos a oleadas de enemigos, los siempre habituales desafíos contra el crono (divididos en tres tipos: carrera, combate y sigilo) o puestos de investigación. Estos últimos son los más interesantes, pues cada uno propone algo diferente: seguir un rastro en primera persona con un robot araña, recoger muestras de contaminación, balancearnos a una determinada altura...  

Además de destacar por su variedad, estas actividades nos premian con fichas, que vienen a ser materiales con los que fabricamos nuevos trajes, artilugios y modificaciones de traje. Por ejemplo, un traje puede costar seis fichas de delito, cuatro de base y dos de desafío. De esta forma, se nos da un motivo para participar en todas las actividades opcionales y se evita que se conviertan en puro relleno. Simple, pero efectivo.

También se han introducido misiones secundarias como tal: pequeñas sub-tramas que, de nuevo, destacan por su variedad y por plantear situaciones que no se ven durante la historia principal. Algunas incluso constan de varias partes y presentan a villanos clásicos (y no tan clásicos) de Spider-Man. La única pega que se les puede achacar es que resultan poco relevantes, especialmente si las comparamos con las genialísimas misiones secundarias de los Batman Arkham.

Como ya os habréis dado cuenta, Insomniac ha apostado por la variedad con su Spiderman para PS4. Una decisión de lo más inteligente, pues el mayor problema de los juegos en mundo abierto del trepamuros siempre ha sido lo repetitivos que podían resultar. Esta variedad se aplica también a la historia principal, donde se incluyen algunos puzles (no demasiado complicados) y alguna fase que da la sensación de haber sido inspirada por la saga Arkham... Pero sin llegar al mismo nivel de calidad.

Pero hay dos situaciones que destacan por la forma en que "rompen" con el resto del juego: los minijuegos y las partes de sigilo. En varias ocasiones debemos resolver un minijuego, que puede consistir en formar una tubería (algo que recordaréis bien si habéis jugado al primer Bioshock) o en alinear patrones. Al principio resultan sencíllisimos, pero poco a poco se complican, llegando a dar quebraderos de cabeza. Es sin duda una idea interesante para aportar variedad... Pero también muy arriesgada, porque si no os van esta clase de puzles, pueden afectar grávemente al ritmo de juego.

Por otro lado, se han incluido fases de sigilo controlando a Mary Jane. De nuevo, se trata de un esfuerzo encomiable por dar variedad a la jugabilidad, evitando que tanto Spidey nos sature. El problema es que las mecánicas de estas partes son demasiado simples, y salvando una situación en concreto que resulta muy interesante, el resto quedan para el recuerdo como una mera curiosidad.

All-New, All-Different

Que levante la mano quien no sepa cómo se convirtió Peter Parker en Spider-Man. Insomniac era consciente de que tenían entre manos a uno de los superhéroes más populares (probablemente no "uno", sino "el"), así que han evitado volver a contar por enésima vez la historia del tío Ben. Este Peter lleva ocho años siendo Spiderman, y ya se ha enfrentando (en múltiples ocasiones) a los villanos más conocidos. Hace tiempo que dejó el Daily Bugle para entrar a trabajar en un laboratorio junto al doctor Octavius, y su relación sentimental con MJ terminó tiempo antes de que el juego dé comienzo.

Bajo esta premisa se nos presenta una historia de lo más interesante, que pueden disfrutar tanto los mayores expertos en el héroe como quienes sólo lo conozcan por encima. Hay infinidad de personajes, pero muchos de ellos no necesitan introducción alguna. Y, al mismo tiempo, el juego desafía nuestras expectativas respecto a otros clásicos. MJ, por ejemplo, es reportera en el Daily Bugle, y aquí tiene el que probablemente sea su papel más activo, gozando de muchísimo protagonismo y convirtiéndose en una de las versiones más interesantes del personaje. Lo único que se puede lamentar es que no se le haya dado algo más de importancia a Martin Li/Mr. Negativo, un villano de lo más interesante y de los menos conocidos entre el público general.

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Sin demasiados problemas, Marvel's Spider-Man tiene la mejor historia que hemos visto en un juego del cabeza de red. Es divertida cuando tiene que serlo, está plagada de escenas de acción trepidantes, momentos heroicos y llega a ser muy, muy emocionante. Es cierto que a poco que conozcáis al héroe vais a ver venir algunos giros argumentales a kilómetros de distancia, pero eso no evita que sepa mantener nuestro interés y tenernos atrapados en su telaraña durante las cerca de 15-20 horas que puede llevarnos completar sólo la historia. Y deja las cosas muy interesantes de cara a la inevitable secuela...

Esta duración, que ha causado cierta polémica, es sencillamente perfecta: el juego no se alarga más de lo necesario de forma artificial (y quien quiera alargarlo puede hacerlo con las actividades secundarias hasta alcanzar el 100%), y el hecho de que no dure 30 o 40 horas hace que rejugarlo sea infinitamente más apetecible. Y querréis hacerlo, porque algunas misiones principales tienen secuencias de acción tremendas, que poco tienen que envidiar a las de la saga Uncharted.

Pero lo cierto es que la historia brilla con mayor intensidad en las situaciones más humanas, cuando se presentan los problemas típicos de la doble vida (ay, esas facturas...) o los tira y afloja con MJ. Obviamente hay momentos de gran escala y muy épicos, pero Spider-Man siempre se caracterizará por ser un superhéroe de barrio, uno que a pesar de sus increíbles poderes, tiene los mismos problemas que todo hijo de vecino. Y, de nuevo, aquí Insomniac también lo ha clavado. Hay que destacar por encima de todo las interacciones entre Peter y MJ: son todas magníficas (hay dos especialmente brillantes) y, curiosamente, logran algo que no terminó de conseguir The Amazing Spider-Man 2 (la película): que nos involucremos en su relación, y que constantemente estemos deseando que la retomen.

Se nota también que en Insomniac se han empapado de todo lo que tenga que ver con Spiderman, porque el juego rebosa referencias en cada píxel. A los cómics, a las series de TV, a todas las películas a... Cualquier formato en el que haya aparecido Spider-Man, realmente. Hay una referencia a Spider-Man 2 (la película de Sam Raimi) con la que vais a llorar de la risa. Prometido.

También hay que destacar lo bien que han adaptado el "mito" de Spider-Man a los tiempos que corren, y en particular en todo lo relativo a las redes sociales y las nuevas tecnologías. Aunque aquí gran parte del trabajo hay que agradecérselo al equipo de localización, que nos ha dejado un buen número de frases actuales que en ningún momento desentonan (¡madre mía los 80!). Este Spider-Man se comunica con sus amigos y familiares a través de mensajes de WhatsApp, escucha el podcast de J. Jonah Jameson mientras se balancea por la ciudad, ha estilizado sus lanzarredes para que parezcan dos smartwatch y tiene una cuenta oficial de Twitter (con más de 15 millones de seguidores).

Y no es una simple anécdota: desde el menú principal podemos visitar el perfil del trepamuros (@NYCWallCrawler) y ver qué se cuentan los ciudadanos de la Gran Manzana. El feed cambia en función de los acontecimientos, tanto de la historia como de las actividades opcionales (si salváis a un ciudadano en apuros, probablemente aparezca un mensaje de agradecimiento suyo en esta red social). Pero también hay discusiones, bots, cuentas falsas, fake news e incluso más huevos de pascua y referencias (si estáis atentos, encontraréis algún que otro cameo por aquí). Es genial.

Al otro lado del charco

Resolvamos esto rápido: Spider-Man se ve de fábula. La ciudad es enorme y muy detallada, hay un gran número de elementos al mismo tiempo en pantalla -muchas veces bajo situaciones de gran velocidad- y sin ralentizaciones, la distancia de dibujado es gigantesca (impresiona, y mucho, subir a uno de los edificios más altos de la ciudad), el modelo de todos los personajes principales está muy logrado, especialmente Spiderman y sus distintos trajes, hay destrucción de los escenarios y una cantidad sorprendente de objetos con físicas propias con los que es posible interactuar.

Además, la ciudad está muy viva: los peatones reaccionan al paso de Spider-Man (agachando la cabeza o, directamente, cayéndose al suelo), y cuando le ven caminando por la calle, no dudan en saludarle... o insultarle. No llega al nivel de variedad de la fantástica ambientación de Watch Dogs 2, por ejemplo, pero se ven cosas muy curiosas, como fiestas en azoteas, gente practicando break dance o yoga, músicos callejeros, ratas y ardillas, a la policía acudiendo al lugar donde Spider-Man acaba de resolver un crimen...

El ciclo día/noche no es dinámico, pero hay iluminación de mañana, tarde y noche (especialmente bellas las estampas que nos deja la luz del atardecer) que cambia en función de la misión y el momento de la historia en que nos encontremos. Al terminar la aventura, es posible seleccionar nuestra hora preferida en cualquier momento desde los puestos de investigación. También hay lluvia de distintas intensidades, desde chispeo hasta tormenta acompañada de truenos. Y puede que me equivoque, pero creo que es la primera vez que hay lluvia en un juego de mundo abierto de Spidey.

Y si la ciudad luce sensacional, los interiores no se quedan cortos. Al no tener que procesar un espacio de gran envergadura, se aprovechan recursos para que todo gane en detalle. Puede que Spiderman se quede por debajo de otros exclusivos de PS4, como Horizon: Zero Dawn, pero hablar de downgrade con un juego que se ve así de bien, más teniendo en cuenta que se trata de mundo abierto, es una de las polémicas más absurdas que nos ha dejado Internet en los últimos meses.

La parcela sonora también está a un grandísimo nivel, destacando el tema principal de la aventura (que podéis escuchar en el tráiler del modo foto). Es muy heroico, transmite a la perfección el espíritu del personaje y es de los que se quedan grabados tras escucharlo varias veces. Y lo mismo se puede decir del doblaje al español, en especial la voz de Peter Parker/Spider-Man, interpretado por Mario García, quien también hace lo propio con Tom Holland en el UCM. Aquí el actor demuestra tener un gran registro, pues su voz suena más adulta que la que podemos escuchar en las películas de Marvel, aunque abusa del tono "preocupado" mas de la cuenta. Al recorrer la ciudad se escuchan algunas voces en ingles; no es demasiado preocupante, pero puede romper un poco la experiencia.

En definitiva y ya para cerrar, Marvel's Spider-Man es todo lo que podría pedir cualquier fan de nuestro amigo y vecino: un juego divertido a rabiar, con sistemas muy bien pensados para aguantar el paso de las horas y que no descuida algo tan importante como la historia. Eso no quita que Insomniac haya pecado de conservadora, dejándonos con la sensación de estar ante una de obras con las que es inevitable mirar al futuro y pensar que la secuela será la definitiva (o Ultimate, guiño guiño).

Pero, como primer paso hacia un nuevo día, ya es un producto que sobresale en todo lo que se propone. Marvel's Spider-Man es el regreso a los videojuegos que un personaje tan querido merecía.

Es difícil saber si estamos ante el mejor juego de Spider-Man que se ha hecho jamás; el tiempo lo decidirá, aunque desde luego tiene todas las papeletas para convertirse en el nuevo favorito de sus seguidores. Pero hay algo que sí sé: estoy deseando poner el punto y final a este texto para volver a tirarme desde lo alto de la torre de los Vengadores.