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Análisis de Raiders of the Broken Planet: Alien Myths

Análisis de Raiders of the Broken Planet: Alien Myths
Análisis de Alien Myths, la primera campaña de Raiders of the Broken Planet para PS4, Xbox One y PC. Los españoles MercurySteam se atreven con un juego de acción en tercera persona enfocado al multijugador y con la forma de una aventura de ciencia ficción.

Después de resucitar la saga Castlevania con Lords of Shadow, y tras traer de vuelta a la cazarrecompensas estelar Samus Aran con el reciente Metroid: Samus Returns, MercurySteam lanza al mercado el que podría ser su proyecto más arriesgado hasta la fecha: es un shooter, pero también un beat'em up; se puede jugar solo, pero también en cooperativo o competitivo asimétrico; es un juego multijugador, pero también una aventura espacial; es difícil de describir porque hay pocas cosas (o ninguna) como Raiders of the Broken Planet.

Castlevania, Metroid... Un repaso a los juegos de MercurySteam

Sin el apoyo de grandes compañías ni distribuidoras, Raiders of the Broken Planet es un proyecto independiente que se lanza únicamente a través de plataformas de distribución digital. De ahí que se haya optado por un formato episódico, con la primera campaña de cuatro planeadas, Alien Mythsya a la venta para PS4, Xbox One, Steam y Windows 10, así como un prólogo gratuito que todo el mundo puede descargar.

Sería injusto decir que "es como Overwatch" o "se parece a Destiny", porque aunque Raiders recuerda en ciertos aspectos a estos juegos online, y aunque se lo podría calificar como 'Hero Shooter', hace cosas que no se habían visto nunca antes en el género... Ni en ningún otro título multijugador. Vamos a descubrirlo en el análisis de Raiders of the Broken Planet: Alien Myths.

En busca del Aleph perdido

Lo primero que llama la atención de Raiders of the Broken Planet es que se estructura por misiones, en lugar de por modos de juego. Concretamente, en Alien Myths hay cuatro (a las que hay que sumar las dos del prólogo, aunque una de ellas sólo sirve como introducción), y todas poseen escenas de vídeo que narran la historia, se desarrollan en distintas localizaciones y cuentan con varios objetivos. Como en infinidad de juegos para un jugador, vaya.

Raiders of the Broken Planet

Ahora bien, Raiders nos propone tres formas distintas de afrontarlas: en solitario, en cooperativo o en competitivo asimétrico cuatro contra uno. Al jugar solos, es posible seleccionar el nivel de dificultad, pero las recompensas se ven reducidas (sólo ganamos oro). Luchamos contra distintos tipos de enemigos (jefes incluidos) mientras cumplimos los objetivos, aunque aquellos que exigen defender varias posiciones al mismo tiempo resultan desquiciantes en solitario (si alguien es capaz de superar la última misión en 'muy difícil', se merece un pedestal).

En cooperativo, nos unimos a otros tres Raiders para afrontar el reto; en este caso, la dificultad se auto-ajusta en función del nivel y la habilidad de los jugadores, y las recompensas, por supuesto, aumentan. Pero al jugar acompañados, existe la posibilidad de que aparezca un antagonista para frustrar nuestros planes.

O lo que es lo mismo: problemas.
O lo que es lo mismo: problemas.

La figura del antagonista es uno de los aspectos más interesantes de Raiders of the Broken Planet. En una suerte de modo aparte, podemos actuar como un personaje cuyo único objetivo es hacerle la vida imposible a un grupo de Raiders. Puede sonar injusto que un sólo jugador se enfrente a cuatro, pero cuenta con la ayuda de las constantes oleadas de enemigos (y vidas infinitas, que no es poco). 

La gracia está en que su presencia en las partidas cooperativas nunca está asegurada, así que siempre existe esa tensión de que, justo antes de comenzar la misión, aparezca el mensaje de advertencia que avisa de que un antagonista se va a colar en nuestra partida. Para compensar el extra de dificultad, las recompensas que obtienen los Raiders en estos casos aumentan considerablemente.

"Ser malos! Buenas noches colegas".
"Ser malos! Buenas noches colegas".

Esto entraña un pequeño problema, y es que no existe la posibilidad de jugar una partida cooperativa "con seguridad": la sombra del antagonista siempre planea sobre el grupo, algo que puede tirar para atrás a aquellos que no gusten de la tensión jugador contra jugador. El director de Raiders of the Broken Planet, Enric Álvarez, nos comentaba hace unos días que la inclusión de un modo "seguro" depende de la recepción de la comunidad, así que todo esto podría cambiar en un futuro.

Raiders de la Galaxia

Y si el planteamiento resulta bastante atípico, la jugabilidad no lo es menos: para afrontar las misiones hemos de elegir a uno de los seis Raider disponibles en Alien Myths (algunos están bloqueados en un principio y es necesario completar misiones o comprarlos para utilizarlos). Todos son únicos, tanto en aspecto visual como armamento y habilidades, lo que provoca que el estilo de juego cambie completamente en función de a quién estemos controlando.

Pocas cosas hay más satisfactorias que pillar al antagonista por banda.
Pocas cosas hay más satisfactorias que pillar al antagonista por banda.

Harec, cara visible de Raiders of the Broken Planet, es un francotirador cuyo rifle hace más daño al cargar el disparo. Su habilidad especial le permite proyectarse a casi cualquier punto del escenario (paredes incluidas), otorgándole una importantísima ventaja táctica durante varios segundos. Para contrarrestar, un par de disparos o golpes le mandan al otro barrio. Es lo que habitualmente se conoce como un cañón de cristal.

Es sólo un ejemplo, pero os aseguramos que cada personaje es un mundo. De hecho, hay otra francotiradora en Raiders (Shae) y la experiencia al utilizarla difiere bastante a la de Harec. Además, el diseño de los niveles es bastante variado, lo que también hace que algunos personajes se desenvuelvan mejor en unos que en otros.

Raiders of the Broken Planet

El diseño visual de los propios Raiders no se queda atrás, con una estética muy marcada y bastante gamberra que no tiene nada que envidiar a Blizzard. Todos los personajes derrochan originalidad y personalidad, y no tardaréis en identificarlos y aprender sus nombres. Hay que añadir que Raiders of the Broken Planet luce muy bien para tratarse de un juego independiente, y suena igualmente bien, con una banda sonora cortesía de Oscar Araujo cuyo tema principal no tardaréis en tararear.

Si bien la historia de Alien Myths no es para tirar cohetes (aunque el final deja las cosas bastante interesantes de cara a Wardog Fury, segunda campaña), todo el trasfondo que MercurySteam ha creado para el Planeta Roto es apasionante. De hecho, es todo un acierto haber incluido la sección 'Universo', desde donde podemos adquirir entradas que expanden dicho trasfondo, detallando las historias de cada personaje, las facciones, los protectores, el demonio Uras-Beherit, el Aleph...

Raiders of the Broken Planet

Porque en Raiders todo gira en torno al Aleph, una sustancia que sólo se encuentra en el Planeta Roto que da nombre al juego. El Aleph viene ser el equivalente de la especia Melange de Dune: otorga a aquellos que la consumen poderes y habilidades sobrenaturales, y permite el viaje interestelar.

Jugablemente, el Aleph es la excusa para las habilidades imposibles de los Raiders... Pero el uso continuado hace que estos se estresen. Al realizar acciones, como correr o disparar, el medidor de estrés crece, y cuando alcanza el máximo, nuestro personaje es visible a través de las paredes. Esto, unido a unas coberturas inteligentemente diseñadas para ocultar por completo el cuerpo de todos los personajes, añade otra capa de profundidad al sistema, que invita a realizar emboscadas. Por supuesto, hay que tener en cuenta que no todos los personajes son iguales, y mientras que algunos apenas se estresan, otros tienen la barra al completo siempre.

Raiders of the Broken Planet

El Aleph también se utiliza como munición para las armas, y la única forma de conseguir más es derrotando enemigos cuerpo a cuerpo, que es otro de los aspectos más interesantes de Raiders. El sistema de combate viene a ser un piedra papel tijera, donde esquiva vence a puñetazo, puñetazo vence a agarre y agarre vence a esquiva.

Ahora bien, la esquiva no hace ningún daño, mientras que el agarre, si conecta, acabe de un plumazo con el enemigo. Sobre el papel puede sonar extraño, pero funciona sorprendentemente bien, y da lugar a situaciones de lo más interesantes. Además, la contundencia de los golpes, especialmente los finales, es terriblemente satisfactoria.

El futuro del Planeta Roto

Lo que no resulta tan satisfactorio es el sistema de progresión, basado en cartas y con un componente aleatorio. La idea de sólo poder elegir uno de los tres tipos de recompensas está bien, incluso el hecho de tener que compartir con el resto de jugadores le da un toque interesante. Pero a la hora de gastar el oro, los puntos de facción o los de personaje, el catálogo es bastante escaso, y lo que hay no aporta demasiada sensación de progresión.

Los valiosos planos de armas se otorgan de forma aleatoria.
Los valiosos planos de armas se otorgan de forma aleatoria.

Quizás estemos "corrompidos" por otros juegos similares, donde se recompensa por prácticamente todo, pero echamos en falta más opciones de personalización, mejora de habilidades, armas... Recompensas tangibles que ayuden a sentir que progresamos y, sobre todo, que inviten a seguir jugando. Porque actualmente, más allá de por la diversión que ofrece, hay pocas razones para volver.

Por otro lado, y aunque hay que reconocer que las partidas que hemos jugado se han desarrollado sin problemas (no hemos detectado lag, algo que se agradece pues podría entorpecer grávemente el combate cuerpo a cuerpo), encontrar partida a determinadas horas puede ser una misión imposible, especialmente de madrugada. A horas normales, también nos hemos topado con algunos tiempos más largos de lo debido.

A algunos enemigos no basta con coserlos a balazos.
A algunos enemigos no basta con coserlos a balazos.

Pero quizás el principal problema de Raiders of the Broken Planet es que no es nada amigable. Las primeras partidas son una bofetada en la cara del jugador, especialmente si hay un antagonista de por medio. Morir es habitual, igual que lo es fracasar en la misión junto al resto del equipo. Los enemigos controlados por la I.A. no perdonan una (y se les da de vicio pillar por la espalda) y al principio no sabremos muy bien por qué los puñetazos del rival son más poderosos que los nuestros. Le cuesta bastante hacerse querer.

Raiders of the Broken Planet

Pero a medida que vamos superando misiones y dominando a los personajes (recomendamos agarrar a uno y no soltarlo), la cosa cambia. Es un juego muy exigente, que no se empieza a disfrutar hasta que no conocemos al dedillo el mapa de cada zona y los objetivos a cumplir; hasta que no sabemos exactamente qué hace cada habilidad o cuándo conviene lanzarse de cabeza contra un grupo de enemigos... O salir por piernas.

Es probable que muchos jugadores jueguen el prólogo y tras un par de partidas frustradas por un jugador experto, huyan despavoridos. Y es una lástima, porque detrás de esa primera (y difícil de superar) barrera, se encuentra un juego increíblemente divertido, con ideas muy originales que no se han visto en ninguna otra parte y con un altísimo potencial. 

VALORACIÓN:

Le cuesta bastante hacerse de querer, pero cuando lo consigue, Raiders of the Broken Planet se destapa como una de las propuestas más originales y divertidas dentro de los juegos online. Posee un potencial enorme, tanto jugable como argumentalmente, y esperamos con muchas ganas la segunda campaña.

LO MEJOR:

El sistema de juego y el planteamiento de las misiones, único en su especie. La historia, los personajes y todo el trasfondo del Planeta Roto.

LO PEOR:

No tiene piedad con los novatos. Escasa sensación de progresión. Encontrar partida a determinadas horas puede ser imposible.

Plataformas:

PC,

PS4,

Xbox One

Versión comentada: PS4

Hobby

80

Muy bueno

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