Análisis Saints Row The Third Remastered para PS4, Xbox One y PC

Lanzado en 2011 para PS3, Xbox 360 y PC, Saints Row The Third fue la entrega que dio el espaldarazo definitivo a la saga, gracias a un acertado tono más desenfadado y loco que marcó las diferencias, para siempre, con el estilo de juego de GTA, marcando así un estilo que ya no le convertía en imitador. Un juego que posteriormente se reeditó con todo el contenido adicional, con el subtítulo The Full Package, y que en 2019 llegó también a Nintendo Switch.

Ahora, como vamos a ver en este análisis de Saints Row The Third Remastered,  PS4 y Xbox One reciben una versión puesta al día que, como avisa el propio título, se trata de un remaster. Pero, lejos de ser una mera mejora en las texturas y resolución, estamos en un caso en el que se ha ido más allá, al estilo de Crash Bandicoot N-Sane Trilogy y se le puede considerar un "remaster plus". Pero no nos anticipemos...

Saints Row The Third Remastered no mueve ni un ápice su argumento, ni lo modifica ni nada. En él, la banda los Saints, salvadores de Stilwater, la ciudad del anterior juego, erigen su imperio en una nueva ciudad Steelport, donde llevan una vida de excesos y son considerados estrellas. Por tener, tienen hasta su propia bebida isotónica...

Pero pronto todo se tuerce cuando el Sindicato, una megacorporación criminal, pone sus ojos en Steelport. El trato es muy sencillo: o les pagan unos altos intereses y trabajan para ellos, o les dan matarile. ¿Te puedes imaginar qué pasa a continuación, ¿verdad? Pues que es hora de enfrentarse al Sindicato, empezando casi desde cero (nos congelan las cuentas y perdemos todo el dinero).

Como otros juegos de corte similar, el desarrollo es muy sencillo: a través de nuestro móvil y nuestros contactos, vamos accediendo a las misiones, que se desarrollan en puntos de la ciudad... a los que podemos llegar a pie, en coche o en cualquiera de los vehículos voladores que hay. Algunas de estas misiones hacen avanzar la historia, otras nos llevan a las actividades, que no son otra cosa que pequeños divertimentos de todo tipo, algunos más inspirados que otros, que van desde provocar la mayor destrucción posible a bordo de un tanque a estafar al seguro simulando accidentes.

Lo mismo sucede con el arsenal, en el que tienen cabida todo tipo de chaladuras, desde un dildo gigante a modo de espada (del que todavía conservamos una réplica a tamaño real en la oficina) a un lanza pulpos kawaii que dominan la mente, por mencionar un par. Este nivel de chifladura sigue con los diálogos, con las escenas de vídeo y las situaciones de muchas misiones. Sirva como ejemplo una que termina huyendo de un club sadomaso en un carrito tirado por un "esclavo". Una tendencia que ha ido a más con Saints Row IV Re-Elected. Pero tampoco os vamos a aburrir: si queréis profundizar en lo que ofrece, podéis leer el análisis del lanzamiento original en su versión PC.

Aquí nos vamos a centrar sobre todo en lo que ofrece este remaster, sobre todo en la parcela técnica, que ha corrido a cargo de Sperasoft (con la supervisión de Volition), porque el contenido ya lo sabéis... y si no, lo recordamos. Aparte del juego base, incluye todos los packs de expansión, tanto de historia (tres en total), como de objetos cosméticos, entre los que hay trajes y vehículos. Como el título adelanta, se trata de "el paquete completo".

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Lo que sí cambia, y mucho, es la fachada. Miles de assets o elementos del juego han sido rehechos de cero: vehículos, armas, modelos de los personajes... No se trata de un ligero lavado de cada, sino un profundo trabajo de chapa y pintura, que realmente pone el juego al día. ¿Al nivel de otros juegos en mundo abierto como GTA 5? Pues depende. En algunos sentidos sí, y en otros no tanto.

Si empezamos por lo malo, se trata de un profundo lavado de cara, pero no todas las partes han sido trabajadas igual. Los modelos han subido bastantes enteros en lo relativo a detalle, escenas de vídeo incluidas, pero aspectos como las animaciones faciales o los propios rostros no consiguen estar al nivel de otros juegos, como el mencionado juego de Rockstar. Siguen pareciendo "muñecotes" a pesar de la mejora.

Tampoco han evolucionado sus animaciones, ni su respuesta a los controles, ni lo que podemos hacer con ellos. A la hora de jugar es, como en el caso de la trilogía de Crash, exactamente el mismo juego, por mucho que haya cambiado todo alrededor. Es decir: si buscas revivir el juego de hace casi 10 años, es lo que vas a encontrar, pero con un traje nuevo, para lo bueno y lo malo.

El comportamiento errático de los enemigos (la IA pasa de enemigos tontos a máquinas de matar en algunos casos sin previo aviso), de la extraña física algunos objetos, de las colisiones o la aparición de los enemigos en pantalla, de algunos diálogos que no están traducidos... todos los fallitos siguen aquí presentes para preservar la experiencia tal cual.

Por eso, si esperas encontrar un juego más sofisticado o puesto al día en mecánicas, no lo vas a encontrar: el combate cuerpo a cuerpo sigue ofreciendo las mismas opciones, como el control, que tampoco ha cambiado ni un ápice y puede resultar algo añejo para ciertos paladares. Por no cambiar, ni siquiera la banda sonora original, repleta de temas licenciados, ha variado: es exactamente la misma... y es algo de agradecer, de hecho.

Si entramos en detalle en todas las mejoras relativas al cambio visual, el lavado de cara es más que notable. El modelado de los coches, los reflejos, los efectos de luz, los propios edificios, los materiales que componen los objetos... todo resulta mucho más detallado e impresionante y, como decíamos antes, ponen el juego al día, al nivel de muchos de los grandes mundos abiertos de la actual generación.

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Conducir por la noche en un día de lluvia es un buen ejemplo de ello: reflejos en tiempo real sobre los charcos y el coche, luces que afectan de forma realista a los objetos, luces de neón y rascacielos con anuncios animados sumándose al espectáculo... Por no hablar de los amaneceres y atardeceres, que también ofrecen ahora su mejor cara, o las armas que equipan una linterna y que, al usarlas en zonas oscuras, crean interesantes juegos de sombras.

Eso no impide que haya ciertos peros, como las explosiones, que aunque también están mejoradas, a veces presentan pequeños defectos (hemos jugado con el parche 1.04 instalado), o algunos fallos menores de iluminación aquí y allá... pero nada que afee el resultado general. A estas alturas de generación no te va a desencajar la mandíbula, pero sí que es cierto que se nota la mejoría, y mucho.

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Más si cabe si juegas en una PS4 Pro como nosotros: Saints Row The Third Remastered funciona a 1440p reescalado a 4K y 60 fps, y con HDR (el vídeo que podéis ver más arriba está capturado a 4K con HDR, por lo que en un monitor que no tenga estas características los colores podéis notarlos más raros, como apagados).

En nuestras partidas no hemos notado prácticamente caídas de frames, salvo que montes la de San Quintín con explosiones y multitud de enemigos acechándote. Saints Row The Third Remastered cuenta además con una opción para bloquear los frames, aunque como ha ido bien en nuestro caso no la hemos usado (o quizá esté pensado para los modelos base, donde va a 30 fps y menor resolución).

Todos estos cambios hacen que jugar a Saints Row The Third en PS4 Pro haya ganado muchos enteros en lo visual. No para llegar a desencajar la mandíbula (estamos ya al final de la generación), pero si suponen una mejoría evidente que redunda en la espectacularidad del juego. Un juego que, todo sea dicho, sigue siendo inmenso, con miles de cosas para hacer, negocios que comprar y mejoras de nuestro personaje y banda que desbloquear. Además, siempre puedes perder el tiempo haciendo llaves de wrestling y otras tonterías a los viandantes...

Eso sí: su humor sigue siendo tan absurdo como hace 10 años, y toca temas que hoy en día pueden resultar sensibles para una parte de los jugadores. Prostitutas que no lo son (como en la misión "Rameras de Troya"), los mencionados sadomaso, masas de músculos desnudas con los genitales pixelados y tonterías similares, regadas con palabrotas, lenguaje soez y personajes que rozan el absurdo, como un chulo con modulador de voz a lo "autotune".

Pero si sabes a lo que vienes, una cosa es innegable: Saints Row The Third Remastered sigue siendo una aventura en mundo abierto divertida, larga y repleta de momentos tan espectaculares como absurdos. Quizá algunas bromas hayan perdido su gracia con los años, pero si buscas una buena alternativa a GTA V es de lo mejorcito que hay, con permiso de Saints Row IV, que lleva la locura a un nuevo nivel...