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Análisis de Super Lucky's Tale para Xbox One y PC

Super Lucky's Tale
¡Que vivan los saltos a la vieja usanza! Lucky quiere ser el nuevo héroe plataformero de Xbox y, dado que tiene ese nombre, esperamos que tenga suerte y lo consiga.

Vivimos unos días en los que Xbox One está buscando reivindicarse. Después de disfrutar de una maravilla como Cuphead, la consola de Microsoft quiere seguir ofreciendo títulos que apelen a nuestra nostalgia y a los conceptos de la jugabilidad más clásica. Las plataformas vuelven a estar de moda, especialmente gracias a la llegada del magistral Super Mario Odyssey, así que teníamos mucha curiosidad por ver a fondo este Super Lucky's Tale, un juego que llamó la atención en la conferencia de Xbox el pasado E3 2017. ¡Un juego de plataformas 3D de los de siempre! A falta de un Banjo Kazooie nuevo, bueno es este, sin duda.

En realidad, este juego es una secuela de Lucky's Tale, un título para Oculus Rift que ya contenía todos los elementos clave que veremos en la nueva entrega. La idea os sonará de sobras: manejando al simpático zorrito Lucky, hemos de superar fases de plataformas en 3 dimensiones hasta alcanzar un item que pone fin al recorrido. Si en Super Mario 64 eran las estrellas, aquí hemos de dar con un trébol de cuatro hojas. A base de acumular tréboles, podremos abrir el camino a nuevos niveles.

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Y todo esto, con la intención de restaurar el mágico Libro de las Eras y de rescatar a nuestra hermanita de las garras del malvado gato Jinx (nada que ver con el de Pixie y Dixie).

Básicamente, tenemos cuatro mundos (un bosque de gólems, una granja, uno de ambientación mexicana y un parque de atracciones fantasma), cada uno de ellos con una zona central desde la que se accede a sus correspondientes fases. Hay 4 ó 5 fases por mundo, más algunos retos extra que nos sirven para arañar algunos tréboles más. Aunque en total podemos conseguir 99 tréboles, nos basta con 80 para alcanzar el nivel final. Por si no os salen las cuentas, la gracia está en que, en realidad, podemos conseguir 4 tréboles en cada fase principal. Uno, por completar el nivel; otro, por acumular 300 monedas; un tercero, por encontrar las 5 letras L-U-C-K-Y escondidas por el mapeado (¿os suena de Donkey Kong Country?); y el último es un trébol secreto que hay buscar en alguna zona alternativa de la fase.

Super Lucky's Tale

En Super Lucky's Tale no podemos llegar al Game Over, pero nuestro personaje tiene vidas. Si perdemos todas las vidas en una fase, perderemos todo el progreso acumulado en ella y tendremos que empezar de cero. Ahí llega uno de los problemas del juego: como hay que llegar al final del nivel para que los tréboles conseguidos "computen", si perdemos todas las vidas cerca del final de una fase, podemos encontrarnos con que hemos conseguido dos o tres tréboles en vano, porque nos toca volver a conseguirlos.

En cualquier caso, aunque hay fases realmente largas (quizá demasiado), los retos no son particularmente difíciles. Por tanto, avanzaréis de forma bastante fluida hasta la mitad del juego, pero tal vez a partir de ahí os toque volver sobre vuestros pasos para recuperar esos tréboles extra que os dejasteis en los primeros niveles.

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¿Pero la cosa va solo de saltar hasta los tréboles? No, nuestro amigo Lucky también puede dar colazos para destrozar objetos o activar interruptores, saltar sobre enemigos para eliminarlos o cavar para moverse bajo tierra en ciertos tipos de suelo. La mayoría de los niveles son en 3D, pero también hay algunos en dos dimensiones que, por cierto, resultan particularmente satisfactorios. A veces tendremos que transportar objetos hasta algún punto o coger monedas contra reloj, enfrentarnos a niveles de avance automático o, al final de cada mundo, eliminar al correspondiente jefe final. Incluso hay retos secundarios de tipo puzzle en los que hay que mover estatuas a puntos concretos (algo así como en el clásico Sokoban) y otros de habilidad en los que mover una esfera hasta la meta jugando con la inclinación de la superficie. Vamos, que aunque el título no es particularmente largo, ofrece bastante variedad de situaciones dentro de su planteamiento clásico.

Super Lucky's Tale

En los niveles 3D podemos pararnos y acercar la cámara para mirar un poco alrededor o rotar esa cámara al vuelo pero, incomprensiblemente, la cámara solo se puede rotar un número pequeño de grados, por lo que es imposible hacer una panorámica total de nuestra situación. Esto se convierte en un problema más veces de las necesarias y nos encontramos con momentos en los que nos quedamos con cara de tontos al caer por un barranco que la perspectiva nos impedía ver. Esto resulta especialmente frustrante con enemigos voladores como las puñeteras abejas, ya que se nos hace difícil calcular dónde vamos a aterrizar en cada momento. Pequeños defectillos en los escenarios como ornamentos que bloquean algunos saltos o más de una ralentización (lo hemos jugado en Xbox One S, pero prometen que en Xbox One X aportará unas sensaciones más convincentes) emborronan un poco la experiencia.

Pero a pesar de las aristas por pulir, se nota que los desarrolladores de Playful Corp. han invertido el cariño de años jugando a los plataformas en este Super Lucky's Tale. El jugador experimentado notará las influencias de Crash Bandicoot, Spyro The Dragon, Donkey Kong Country, Super Mario o Sonic en el diseño de escenarios o la mecánica de juego y, de hecho, no es algo que sus desarrolladores oculten: desde el principio han dicho que se han inspirado en ellos para intentar traer de vuelta la magia de los juegos de plataformas de los años 90. Nosotros estamos encantados con esas intenciones y tenemos que reconocer que han hecho un trabajo notable en ese sentido, aunque quizá en su empeño por homenajearlos han dejado poco hueco para la cosecha propia. Con este título los jugadores veteranos se sentirán como en casa, sí, pero se echa en falta alguna mecánica propia, original, que haga que el juego destaque por sus propios métodos.

Super Lucky's Tale

El propio Lucky representa esa situación: tiene pinta de héroe genérico (podría pasar por primo lejano de Tails o de aquel mítico Kingsley de PlayStation), aunque hemos de reconocerle que resulta super simpático y expresivo. No es que tenga una variedad enorme de movimientos, pero su modelado y las caras que pone al jugador tienen un puntito entrañable.

Los escenarios tampoco son un dechado de originalidad, pero su colorido y detalle hacen que resulte imposible dejar de mirarlos. Da gusto moverse por entornos cartoon tan simples pero a la vez tan directos y "sólidos" en una consola como Xbox One. Por cierto, los escenarios están llenos de animalillos que corretean o personajes secundarios que nos soltarán alguna frase. La mayoría de las veces serán monólogos intrascendentes, pero algunos pueden encargarnos pequeñas tareas secundarias que tengan su recompensa en forma de monedas o alguna de las letras L-U-C-K-Y.

Por cierto, tenemos algo que celebrar: después de la sequía al respecto en juegos exclusivos como Quantum Break o Cuphead, parece que Microsoft ha echado el resto y ha localizado al castellano por completo el juego. Así, tanto los textos como las voces están en español. Bueno, en realidad, las frases se pueden contar, literalmente, con los dedos de la mano, ya que el resto de vocecillas de los personajes secundarios son palabras incongruentes, pero se agradece el detalle hacia los jugadores. Y ya que estamos con el sonido, queremos destacar también la música, que incluye melodías alegres y pegadizas, que sin duda nos han recordado a Super Mario 64 en más de una ocasión.

Ya lo veis, Super Lucky's Tale tiene unos valores e intenciones muy buenos, que sin duda bastarán, acompañados del solvente apartado audiovisual, para hacer disfrutar al colectivo de jugadores más jovencitos o a los "mayorzotes" que quieran volver a su infancia plataformera, entre los que nos encontramos. Es una pena que el juego sea, por un lado, un pelín corto (aunque se vende a 29,95 euros y es Play Anywhere, todo sea dicho) y, por otro, que necesite una capa de revisiones en ciertos aspectos técnicos. A pesar de todo, cumple de forma notable con su cometido: tentarnos a seguir pegando botes como antaño. Venga, ahora que se animen a traernos un nuevo Voodoo Vince o Blinx The Time Sweeper y ya nos convencen del todo.

VALORACIÓN:

Un plataformas completo y muy disfrutable para los más jovencitos o los que busquen saltos de toda la vida, pero su falta de ideas y ciertos errores técnicos impiden que alcance la cima.

LO MEJOR:

Tiene una estética muy agradable y vistosa. Propone retos bastante variados que gustarán a amantes de los saltos clásicos. Está en español.

LO PEOR:

Le falta algo más de personalidad. Los ángulos de cámara a veces suponen una molestia. No es particularmente largo.

Plataformas:

PC,

Xbox One

Versión comentada: Xbox One

Hobby

77

Bueno

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