Análisis de Xeodrifter para PS4 y PS Vita

Tras su estreno inicial en 3DS, Xeodrifter aterriza en PS4 y PS Vita con una valor añadido: ser uno de los juegos elegidos para formar parte del catálogo de PS Plus de septiembre, lo que posibilita a todos los suscriptores del servicio en activo disfrutar del título sin coste adicional.

Desarrollado por Renegade Kid, autores de Mutant Mudds, Xeodrifter vuelve a apostar por un desarrollo en 2D que mezcla plataformas y acción, aunque en el caso que nos ocupa los saltos pierden algo de protagonismo en favor de un ritmo mucho más elevado, que se sirve de numerosos enfrentamientos y de unos niveles más "directos" para crear una experiencia sensiblemente más frenética.

Vale, lo habéis adivinado; estamos ante el enésimo 'metroidvania' que han plagado el mercado durante los últimos años, pero... ¿ofrece Xeodrifter los elementos necesarios para despuntar sobre todo lo que hemos visto ya? Vamos a comprobarlo.

4 mundos por explorar

La historia, totalmente anecdótica y expuesta a través de una brevísima secuencia, nos muestra a una pequeña nave que, mientras surca el espacio, sufre una avería que le impide continúar su camino. Por suerte para su piloto, un escaneo rápido desvela que las piezas necesarias para la reparación se encuentran desperdigadas en 4 planetas cercanos. ¡Toca hacer de explorador!

Así las cosas, desde un primer momento podemos elegir a cual de estos astros descender, y siempre es posible regresar a la nave para ir saltando de un planeta a otro. ¿El motivo? pues que, como es habitual en el género, una vez con los pies en la tierra a menudo nos encontramos con un obstáculo en el camino que nos impide seguir avanzando en ese preciso momento, y que podremos sortear más adelante cuando hayamos adquirido una nueva habilidad en otro planeta diferente.

Al principio del juego nuestro astronauta pixelado tan solo es capaz de desplazarse lateralmente, saltar y disparar su arma de fuego, que cuenta con munición ilimitada, en diferentes direcciones. Con estas reducidas opciones toca iniciar nuestra exploración por los diferentes planetas, lo que se traduce en recorrer unos niveles plagados de enemigos y solventar algunos saltos.

Tras unos minutos de exploración nos topamos con el primer enemigo final de los 8 que encontramos durante el juego, y cada uno de los cuales (excepto los dos últimos) nos otorga una nueva habilidad al ser derrotado, como por ejemplo correr a más velocidad, planear o acceder a un pequeño submarino. Todas estas ventajas están pensadas para permitirnos acceder a zonas antes inaccesibles.

Este desarrollo -que tantas veces hemos visto en otros títulos- funciona bien en Xeodrifter, e incluso el juego cuenta con detalles muy acertados, como algunos cambios de plano en los que manejamos a nuestro personaje "desde el fondo", una estética 'retro' bastante lograda o un sistema de mejora de nuestro arma.

Sin embargo, el título de Renegade Kid también cuenta con algunos fallos importantes: el primero de ellos es su duración; completar el juego por primera vez nos lleva poco más de dos horas (si vamos "a saco" es posible terminarlo en poco más de 40 minutos). Por su parte, eliminar a los enemigos no supone demasiado aliciente, puesto que no recibimos ninguna recompensa por hacerlo, lo que hace que muchas veces directamente pasemos de largo. Algo parecido sucede con cada uno de los 8 jefes finales, que siempre son el mismo monstruo pero con diferente color y con algunas ligeras variaciones en sus mecánicas de ataque.

Con todo esto, Xeodrifter se perfila como un 'metroidvania' correcto y divertido, y que se hace especialmente atractivo en PS Vita debido a su naturaleza portátil, pero que no aporta nada nuevo al género y que es superado por innumerables títulos del mismo estilo.