Sé que esto os va a sonar a sacrilegio a algunos -o a muchos- (aunque ya lo habréis adivinado por la nota), pero esta cuarta película de Alien me gusta más que la tercera.
Mientras Alien 3 me resulta una película fallida, aún con todos sus elementos apreciables, porque no logra lo que pretende, Alien Resurrección, independientemente de que guste más o guste menos, sí alcanza sus objetivos (en mi humilde opinión, claro).
David Fincher hubiera necesitado un guión de mucha más calidad y mucha más libertad para conseguir esa película dramática, trascendente y filosófica que sin duda imaginaba. Aún siendo un film digno, se quedó a mitad de camino (algo así como un gatillazo cinematográfico).
Por contra, Jean Pierre Jeunet lo tuvo claro desde el primer momento: convertir Alien en un cómic. Y vaya si lo logró. No en vano, este director francés venía del mundo de la animación, y su carrera profesional estuvo muy ligada a Marc Caro, un dibujante de comics. De hecho, éste co-dirigio las dos personalísimas, interesantes y provocativas películas anteriores de Jeunet, Delicatessen y La ciudad de los niños perdidos, y realizó el storyboard de Alien Resurrección. Para colmo, el guionista elegido fue Joss Whedon, también guionista de comics, y de films como Toy Story o la exitosa Los Vengadores, que también dirigió. He aquí el primer acierto de la cuarta entrega con respecto a la tercera: un grupo de artistas con similares ideas, gustos e inquietudes, al contrario del caos al que contribuyeron la multitud de dispares mentes que participaron en la tercera.
Por supuesto, no significa que el film no tuviera sus particulares problemas. La elección de Joss Whedon estuvo clara desde el principio para la Fox, pero tuvo que escribir cinco versiones diferentes del guión hasta que salió la definitiva (de hecho años después se quejó amargamente de todos los cambios que le obligaron a hacer). En un principio Whedon imaginó a una Newt (la niña de Aliens) clonada en una historia que se desarrollaba en la Tierra. Pero de nuevo los jerifaltes de la Fox pensaron que Ripley debía seguir siendo el alma de la saga. Se barajaron dos opciones, las más socorridas en este tipo de situaciones en las que el/la protagonista ha muerto: o revelar que todo lo que sucedió en Alien 3 fue un sueño de Ripley (un clásico...) o trabajar en la idea de la clonación (sugerencia de nuestro querido y siempre presente en toda la saga Walter Hill). Finalmente triunfó la segunda y Sigourney Weaver, que hasta entonces se había mostrado escéptica con el proyecto, quedó encantada con el guión de Whedon, puesto que le daba una dimensión nueva y sorprendente a su personaje que le entusiasmaba explorar. Los 11 millones de dólares que se llevó (además de aparecer como co-productora) también debieron influir en su entusiasmo...
Jeunet tampoco fue la primera elección para dirigirla. Nombres ahora tan reconocidos como Danny Boyle, Peter Jackson y Bryan Singer fueron tentados, pero todos declinaron la oferta por diferentes razones. La peculiar y única imaginería visual mostrada en sus dos anteriores films, convencieron a la Fox para apostar por Jeunet, que en ese momento estaba preparando su siguiente film Amelie (¿Alguien se atreve a encontrar alguna similitud entre este y su Alien?) quien se rodeo de sus habituales colaboradores técnicos para manejar un presupuesto de 70 millones, el más alto de toda la saga (6 veces más que la primera y un 50% más que la anterior).
A Jeunet le encanta el humor, aunque su visión del humor es un tanto particular. Alien Resurrección, además de una película de ciencia ficción, es también una comedia negra (negrísima a veces) algo que queda claro en la primera escena del film, toda una declaración de intenciones. Lo meritorio es que entre Whedon y Jeunet consiguieron aportar ese tono ácido al film siendo respetuosos con la saga, un equilibrio nada sencillo. De hecho ambos se declaran fans de la serie y consideran a la primera película una obra maestra. Tras el giro dramático de la tercera entrega, esta apuesta de no tomarse demasiado en serio le sentó de maravilla. Como buen "cómic", todo resulta hipertrofiado: argumento, personajes, decorados y un importante componente gore. Cualquier momento es bueno para introducir algún elemento humorístico, bien sea mediante diálogos o situaciones. La nueva Ripley es clave en este sentido. Sin duda se trata de uno de los alicientes del film. Atrás quedó la abnegada y sufrida profesional, la superviviente nata. Ahora estamos ante un personaje descreído, mitad humano, mitad alien, con unos poderes sorprendentes, pero que mantiene un rescoldo de la Ripley que conocimos. Sigourney Weaver vuelve a realizar un trabajo soberbio, con unos registros desconocidos hasta el momento, cínica, segura de sí misma, con aire de estar de vuelta de todo. Por cierto, que una de las grandes anécdotas del rodaje es que la última secuencia en la escena de baloncesto se hizo sin ningún truco. Sigourney se empeño en hacerla por si misma, entrenó durante días y lo mejor de todo es que lo consiguió en la primera toma, dejando a todo el personal absolutamente alucinado (de hecho tuvieron que editar la secuencia inmediatamente posterior porque nadie pudo seguir actuando). Ella comentó después que había sido uno de los mejores momentos de su vida. En los documentales de la edición especial podéis ver la toma tal cual se rodó: os aseguro que es asombroso.
Es cierto que la base argumental es bastante simple y no demasiado original. Una vez se resuelve el tema de la "recuperación" de Ripley, se atan ciertos cabos coherentes con la evolución de la saga (la compañía, convertida ahora en una Corporación Militar, ya tiene por fin a sus aliens, Ripley y la criatura están ya unidas para siempre...) hasta que los Aliens -que aquí vuelven a ser implacables, despiadados (también entre ellos), inteligentes y...al final algo más- desbaratan una vez más todos los planes y entramos de nuevo en la dinámica de "caza del humano" en una nave con difícil escapatoria, como en la película original. Sin embargo, Jeunet y Whedon se las apañan para que el interés no decaiga en ningún momento, a veces con conseguidos golpes de efecto que van revelando sorprendentes claves de la historia y otras con secuencias plenas de tensión, como la persecución bajo el agua, uno de los momentos cumbre del film. Mención especial para la entrada en escena del personaje de Purvis, el último de los supervivientes secuestrados por los mercenarios, que da lugar a algunos de los momentos más divertidos de la película. Todo ello hasta llevarnos a una parte final delirante. Una "ida de olla", sí, pero totalmente consciente, intencionada y premeditada que desde luego no deja indiferente.
La película es un festival de sensaciones, sin duda es el más sensual de todos los aliens. La obsesión de Jeunet por el apartado formal provoca que la película se huela, se toque y hasta se saboree, gracias a un concienzudo trabajo de iluminación, paleta de colores, maquillaje, dirección artística, vestuario, efectos especiales...
Y en cuanto a los personajes -dejando a un lado a la protagonista- dentro de su perfil descaradamente "comiquero", hay un poco de todo. Conseguidos trabajos del gran Dominique Pinon, Ron Perlman, el patético general Perez (Dan Hedaya), el malvado Doctor Wren (J.E. Freeman) y el mencionado Purvis (Leland Orser) y bastante más planos el resto, incluida una sosa Wynona Rider que parece ir a su aire y palidece ante el carisma de la Weaver.
Alien Resurrección no es ni de lejos la maravilla de Ridley Scott (faltaría más), ni el conseguido "tour de force" pleno de acción de Cameron, pero lo mejor es que en ningún momento aspira a serlo. Se trata de un divertido y provocador cierre a la saga, que sin duda parte de una premisa tan absurda como forzada, que arrastra algunas incoherencias y en algún momento roza (cuando no alcanza) el disparate, pero que añade un gran componente de homenaje, aporta ideas y novedades interesantes -y humor- y cuyo gran mérito reside en no tomarse demasiado en serio en ningún momento, sin que eso suponga mancillar el espíritu de una saga inolvidable.
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VALORACIÓN:
El último Alien se convierte en un cómic. Mitad ciencia ficción, mitad comedia negra (y gore), la historia da un giro que nos trae una nueva Ripley y buenos golpes de efecto dentro de un apartado visual muy potente. Tan simpática como deliranteLO MEJOR:
El festival estético. Su humor negro. La nueva Ripley.LO PEOR:
El argumento forzado y en ocasiones disparatado.70
BuenoDescubre más sobre Manuel del Campo, autor/a de este artículo.
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