Crítica de Arcadeología, el documental que hace un homenaje a las recreativas y su conservación

No son pocos los logros que Arcadeología carga sobre sus espaldas. El primero de ellos es conseguir sacar adelante un documental en tiempos de la pandemia -uno con calidad cinematográfica- visitando numerosas localizaciones por toda España.

También ha conseguido reunir en poco más de 100 minutos un conjunto de testimonios que abarca el panorama actual de las recreativas en nuestro país. Por la pantalla se pasean restauradores y conservadores, creadores de máquinas arcade clásicas y actuales... y sobre todo amantes de aquellas recreativas, que detrás de sus palancas y monitores CRT escondían interminables horas de diversión. 

Pero el mayor logro es que un documental haya llegado a las salas de cine, haciendo justicia a todo el trabajo y el cariño que se ha puesto detrás (y delante) de la cámara. A partir del momento en que se apagan las luces, hacemos un viaje a finales de los 80 y principios de los años 90. Una odisea que para quienes no hayan vivido aquella "fiebre" puede ser una curiosidad, pero para los nostálgicos es una auténtica locura. 

Dicho esto, ¿qué nos espera en Arcadeología? A través de las intervenciones de sus protagonistas nos hacemos una idea muy viva de lo que era visitar una de las salas que crecían como setas (como las setas de Super Mario, en este caso) en los años 90, y que ya han desaparecido, y también del viaje para devolver a la vida uno de estos viejos muebles. De hecho Arcadeología es una construcción que combina "arcade" y "arqueología". 

Las máquinas recreativas más raras y locas de los arcades

Desde juegos de pasear perros a dar azotes en el culo u orinar en una diana. Bizarradas del mundo de las máquinas arcade de las que seguramente muchos no hayáis escuchado hablar nunca.

Descúbrelas

El ritmo del documental es ágil, y toma como columna vertebral la creación del Museo del Videojuego Arcade Vintage en Ibi. Se alternan momentos actuales con narraciones que recuerdan la época dorada de los arcades, y en mi opinión, brilla especialmente cuando hablan los creadores (miembros de Gaelco que explican el desarrollo de recreativas en España) o cuando Locomalito y Gryzor87 nos hablan de sus  tribulaciones para crear Maldita Castilla.

¿Qué otros juegos aparecen en Arcadeología? El listado es enorme, y recorre gran parte de los clásicos que están en la memoria de todos. Claro, esto es también cuestión de gustos. Seguro que alguno de vosotros hubiese preferido que se dedicase tiempo a The King of Dragons (mi caso) o a Cadillacs and Dinosaurs, pero es imposible que todos los favoritos tengan su espacio, y las máquinas esenciales están ahí. 

Podéis ver el catálogo del proyecto en la página oficial de Arcadeología, que incluye 35 títulos entre los que se encuentran Pac-Man, Tetris, Final Fight, Galaxian, Golden Axe o Space Invaders. Es una selección de diferentes épocas y compañías, que ofrece una visión global de la industria de las máquinas recreativas. 

Pero os advertimos que este documental no está protagonizado por máquinas (las secuencias de gameplay no son muy numerosas, y aparecen en momentos calculados) sino por personas. Muchos se han quedado atrás -el director, Mario Paul Martínez explica que era imposible contar con todos los protagonistas-, pero los que están, ofrecen una visión muy completa y comprometida del panorama arcade (y no lo decimos porque también aparezca Hobby): 

Arcadeología también es una estupenda manera de conocer los modernos salones, en que jugar a los muebles originales, como el museo del videojuego Arcade Vintage, y la labor de otras asociaciones, como ARPA, Arcade Planet Sevilla Retro, o ferias como RetroAlba y Barcelona Retro. 

Pero sobre todo se trata de una obra para emocionarse. Puede que queráis llevar a vuestros hijos a la sala de cine para explicarles, "mirad, así es cómo jugábamos nosotros a los videojuegos antes de que entrase la primera consola en casa", o volver a juntar al grupo de amigos con que jugabais en la época. Si lleváis las dosis de nostalgia adecuadas, puede que se os salte una lagrimita.