Crítica de Bruja Escarlata y Visión, capítulo 7. ¿Familia desestructurada?

Parece mentira, cómo ha conseguido Bruja Escarlata y Visión que deseemos con ansias los viernes. Y no por podernos tomar un cuba-litro por fin (total, es malo para la salud y tampoco se puede), sino porque su historia nos tiene totalmente absortos. ¡Y el capítulo 7 de WandaVision consigue mantener el tipo después de todo este tiempo! No solo eso, sino que vuelve a ser fundamental a muchos niveles. No solo para la serie, sino para lo que significa de cara al UCM.

Tranquilos, no vamos a soltar ningún spoiler en esta crítica del capítulo 7 de Bruja Escarlata y Visión. Pero si os ponemos en situación: después de todo lo sucedido, Visión está indagando por su lado y Wanda está sumida en una depresión. Su maridito ya no confía en ella y no sabe cómo sostener esta nueva realidad que creía tener dominada.

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La serie de Disney Plus aprovecha para "saltar de década" en su ambientación de sitcom y nos metemos ya de lleno en los años 2000. ¿Los referentes? Claramente, Modern Family, aunque la intro de rigor usa una melodía y estética que recuerdan "sospechosamente" a The Office. Y es que ambas series optaban por el formato falso documental, algo que se copia aquí: Wanda habla a la cámara para contar lo que siente y tanto ella como otros personajes lanzan miradas furtivas al objetivo para hacernos cómplices de lo que piensan.

En ese sentido, creíamos que Elizabeth Olsen ya no nos iba a sorprender más, pero lo consigue: su imitación de Julie Bowen como Claire Dunphy (la madre de familia que quiere aparentar tenerlo todo en orden, pero que tiene el ataque de nervios a flor de piel) es sencillamente sublime. Consigue imitar su tono de voz, sus movimientos de manos y sus muecas a la perfección.

También resultan sorprendentemente divertidos los gemelos, que ponen una cara de póker ante lo absurdo de lo que sucede realmente divertida. Por supuesto, esos zooms "espontáneos" buscando la reacción del personaje y los movimientos erráticos de cámara imitan la estética de estas series a la perfección.

Vale, la parte de sitcom vuelve a tener gracia, pero sabemos que lo que queréis es saber qué tal funciona como serie del Universo Cinematográfico Marvel. Pues de nuevo, la cosa conecta de lujo. El capítulo 7 de Bruja Escarlata y Visión presenta muchas cosas y las hace muy bien. Desde pequeños detalles para los ojos atentos (fijaos en el nombre de los cereales que desayunan o en el motivo de la manta con la que duerme Wanda) hasta descubrimientos mucho más relevantes.

Monica Rambeau vuelve a tener mucho peso en este episodio y, cada vez de forma más evidente, se va marcando su anunciado destino como sucesora de la Capitana Marvel. ¡Su momento principal de este capítulo es tan impactante visualmente como nostálgico! Y a pesar de la relevancia de todo esto, un "simple" episodio de 35 minutos se las apaña para dar también mucha relevancia a la trama de Visión y de Darcy Lewis, que poco a poco se va a ganando el favor de los espectadores.

Con todo, está claro que el personal va a hablar de una sola cosa cuando acabe el episodio: el final. Una vez más, el cliffhanger de Bruja Escarlata y Visión vuelve a dar en el clavo. Y, además, lo hace de una forma muy inteligente: da igual que sea algo muy importante para los acontecimientos de la serie, esta apuesta por presentarlo con humor. Un humor que, además, es coherente con el espíritu de los episodios y que la persona implicada aprovecha de forma brillante.

En definitiva, el episodio 7 de WandaVision vuelve a dar en el clavo. Si los anteriores no te gustaron (sabemos que hay una facción que reniega de ellos), este no te hará cambiar de opinión, pero si estás enganchado a la serie, vas a quedar marvel-ravillado. Y ojo, que esta vez hay escena post-créditos...