Crítica de El cavernícola, la película stop-motion de Nick Park

La primera vez que oímos hablar de El cavernícola (Early man), como película, nuestro concepto de lo que podíamos encontrarnos en la pantalla estaba lejos, muy lejos de lo que hemos podido ver durante su estreno el 2 de febrero de 2018. El maestro de la entrañable técnica de stop-motion, Nick Park, regresa con esta divertida visión de la Edad de Piedra que mezcla algunos conceptos con alguna que otra licencia, y no ceja en su empeño de dejarnos un mensajito cargado de humor, eso sí.

De las dos características principales que vamos a ver en El cavernícola, el fútbol es la que poco a poco irá copando la importancia, dejando la ambientación prehistórica en un segundo plano, aunque siempre está presente de una forma u otra. Al ser uno de los primeros estrenos de 2018 en lo que a películas de animación se refiere, la película de Nick Park sale con ventaja para esta temporada.

Las mejores películas de Nick Park

Evasión o prehistoria

A medida que el fútbol se va haciendo dueño de la historia de El cavernícola, comenzaremos a ver muchos guiños al mundillo de este deporte. Las circunstancias que envuelven a la tribu de Dug nos llevan a recordar ligeramente el film futbolero de Evasión o victoria, con Sylvester Stallone, Michael Caine, Max Von Sydow... Además, la técnica futbolera que parece que más gusta en la película también nos hace rememorar aquella película de John Huston.

Una de las cosas que probablemente más nos ha gustado de la trama deportiva en El cavernícola es cierto momento en que se compara la arena de los gladiadores con un estadio de fútbol. Aunque a día de hoy a muchos nos es recurrente usar aquello de "panem et circenses" cuando se habla de fútbol y política, la película de Nick Park lo hace de una manera satírica tan deliciosa que nos hace darnos cuenta, pero sin ser un ataque directo. Es uno de los encantos que guarda la cinta, que es apta para grandes y pequeños con sus sutilezas ocultas a simple vista de los ojos más inocentes.

El poder de la plastilina

Como no podía ser de otra manera en una película firmada por el cuatro veces ganador del premio de la Academia Nick Park, El cavernícola se ha realizado basándose en la técnica de stop-motion, que a pesar de ser bastante antigua sigue dejando unos resultados increíbles cuando hay manos expertas detrás. Está técnica, que por lo general se basa en el moldeado con plastilina, no tiene nada que envidiar a la animación en 3D pura, salvo quizás la fluidez del movimiento.

El mundo prehistórico creado para El cavernícola cuenta con un nivel de detalle exquisito que nos hace deleitarnos en más de un momento. Eso si, el equipo de ambientación se ha tomado algunas licencias incluyendo algunas construcciones más... medievales que prehistóricas o de la Edad de Bronce, pero los perdonamos porque tampoco es algo grotesco.

Las voces para bien... y para mal

Como ya es costumbre en muchas de las películas de animación, por no decir en todas, actores de renombre han prestado sus conocidas voces a los protagonistas de El cavernícola. Eddie Redmayne ha dejado un instante de cuidar criaturas mágicas como Newt Scamander en Animales fantásticos y dónde encontrarlos para prestar su voz a Dug, el protagonista principal. Nick Park se encarga de hacer los sonidos de Cerdog (Hognob), la mascota de Dug.

Encontramos también a Tom Hiddleston (Thor Ragnarok) sin el cetro de Loki pero de nuevo encarnando a un villano Lord Nooth, aunque con menos carisma que el asgardiano. Las vendettas de Arya Stark en Juego de Tronos han sido aplazadas unos días mientras Maisie Williams le prestaba su voz a Goona. Encontramos también a Miriam Margoyles (La profesora Sprout en la saga Harry Potter) prestando su voz a la Reina Oofeefa.

Peeero... Llegamos a España y aquí nos encontramos con que alguien del equipo designado para localizar y doblar El cavernícola ha decidido sustituir las voces originales utilizando a...atención... Hugo Silva, Mario Vaquerizo y Chenoa...

Sin desmerecer a estas tres personas que hacen lo que se les dice y se les paga, el doblaje es muy malo... Muy, muy malo. Le falta alma y saca al espectador de la trama en ocasiones, de lo irritante que es. Señores, no vale cualquier famoso para hacer un doblaje. Algunos lo hacen muy bien, y otros no, y este país tiene una cantera de actores de doblaje que asusta con su calidad. A ver si repartimos un poco las riquezas...

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En resumen, El cavernícola es una película entretenida, que si no fuera por la pifia que han hecho con el doblaje tendría mejor puntuación (por tanto, si vais a verla en versión original, podéis subirle mentalmente un par de puntos). Ideal para ver con los más peques y distraerse un rato de la rutina. De calle nos consideramos enamorados de Cerdog y sus momentos estelares y de la calidad de la animación de stop-motion que una vez más, Nick Park ha llevado a lo más alto.