Crítica de Historias lamentables, la nueva comedia de Javier Fesser

Las fórmulas para llegar a los espectadores se diversifican... A los estrenos tradicionales en salas comerciales se añaden nuevas fórmulas que tratan de paliar las dificultades derivadas de la crisis sanitaria y las medidas restrictivas. Esquivar "al bicho" para llegar con seguridad a la audiencia, en pocas palabras.

Mientras que películas como Mulan se lanzaron en España solo a través de Disney+ con acceso premium y coste adicional y Netflix programa ciertos estrenos como Mank para su estreno en cines y posterior lanzamiento en su plataforma, Javier Fesser ha optado por una estrategia muy peculiar para Historias lamentables, su nueva película. Lo hará invirtiendo las ventanas de exhibición: mañana 19 de noviembre llegará en exclusiva a Prime Video, aterrizando por tanto en hasta 200 territorios de forma simultánea y previa al paso por los cines en pantalla grande que se prevé para la primavera de 2021.

Tal y como nos ha explicado en entrevista, valora de forma muy positiva este acuerdo con la plataforma dado que al final, lo importante es que la película llegue a los espectadores... Y paciencia ha tenido, porque se preveía su estreno en el mes de abril.

Historias lamentables llega después del gran éxito Campeones, que además de conseguir el Goya a mejor película en 2019, fue un verdadero taquillazo consiguiendo recaudar 25 millones de euros a nivel mundial y lanzamiento en un buen puñado de países como Francia, Portugal, Italia, Suiza, Alemania, algunos países de Latinoamérica e, incluso, Corea, Taiwán y China. 

La película entronca con el espíritu de películas como El milagro de P. Tinto o los cortos que en los 90 lo consagraron al director madrileño como un narrador único. Cuenta con personajes que parecen sacados de las viñetas y con una estética muy particular, característica del estilo del realizador, si bien se hecha en falta más humor y menos mala baba... Parte de la premisa de que cuanto peor lo pasan los personajes, mejor lo pasarán los espectadores, pero a veces, la verdad es que se pasa algo de frenada en este aspecto y dan verdadera lástima.

Para la escritura del guión ha contado de nuevo con Claro García con quien previamente había trabajado en los cortos Invictus y 17 años juntos, en la escritura de la novela "Los días de colores" basada en la película Camino y, probablemente, en la que es su película más divertida hasta la fecha: Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo. 

¿Qué vais a encontrar en Historias lamentables? Cuatro relatos independientes aunque interconectados entre sí, pero cuyas conexiones no son fáciles de predecir y que, al final, abundan en la misma idea: por más que los personajes se empeñen en ir en una dirección y hacer planes, la realidad no para de arrearles bofetadas y llevarles por donde le da la gana.

Ramón es un joven apocado a punto de heredar el imperio levantado por su riguroso y hermético padre. Busca desesperadamente su aprobación devolviéndole la ilusión recuperando su primer vehículo: Rayito. 

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Bermejo es un veraneante metódico enfermizo del orden y enemigo de la improvisación que solo quiere hacer una fotografía en la playa. Ayoub, un africano sin papeles, persigue su sueño de emprender un negocio de jardinería acompañado por una mujer insoportable. Y Alipio es un pequeño empresario sumido en la ludopatía y la desesperación que trata de zafarse de sus problemas de solvencia económica ideando un descabellado plan.

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Historias lamentables busca que nos identifiquemos con los personajes y con sus anhelos, pero sobre todo que seamos partícipes de la forma en la que se convierten en unos verdaderos pringados. En pocas palabras: está muy explotado su lado patético y despiertan una compasión casi paternal en los espectadores, a pesar de que en un principio ni siquiera nos cayeran bien o fueran precisamente referentes de una moralidad intachable. 

Muchos de los giros de guión de la película son impredecibles e inesperados y hay sorpresas para dar y regalar. Rema a su favor un reparto excepcional que defiende papeles complicados como es el caso de Laura Gómez de la Cueva (La zona) o Chani Martín (Mira lo que has hecho), dos de los intérpretes que sobresalen especialmente. Los que quedarais encantados con Campeones también veréis a algunos de sus protagonistas en pequeños papeles secundarios que os traerán buenos recuerdos e incluso un cameo de la actriz Itzíar Castro y otro del propio Fesser. 

Los leit motiv de Fesser están presentes en la dirección: los planos muy cerrados, las expresiones histriónicas, los efectos visuales que exageran las situaciones y las amplifican y, por supuesto, la comedia particularísima y algo local, pero que acaba apelando a lo universal. Que levante la mano quien no se haya sentido alguna vez como alguno de estos personajes... aquí o en las antípodas.