Crítica de I Care a Lot, una comedia negra con una sensacional Rosamund Pike
Hay películas inclasificables en el buen sentido que consiguen sacarte de tu área de confort como espectador y otras que, sencillamente, no tienen claro a dónde te quieren llevar y por qué. I Care a Lot pertenece a este segundo grupo. En general cuenta con los ingredientes necesarios para componer una gran historia: un personaje principal potentísimo, un buen reparto y un tono de thriller sarcástico plagado de giros de guión que te mantiene pendiente de la narración hasta el final.
Sin embargo, esa indecisión a la hora de formular su tesis principal, lastra mucho el visionado. Podríamos pensar que es una denuncia de los excesos cometidos por unos pocos contra grandes masas más o menos indefensas (leones y corderos, en las palabras de la propia protagonista), pero la película no parece pretender ser excesivamente verosímil, sino más bien un entretenimiento pasajero. Y, sin embargo, llegado a un determinado punto se vuelve pretenciosa y moralista dinamitando lo que ha ido construyendo como comedia de humor negro.
En fin, sensaciones muy encontradas: indudable el talento del casting (que funciona fenomenal, pero manda narices que Rosamund Pike ni oliera la nominación con su interpretación en Madame Curie y se haya alzado con el Globo de Oro dando vida a Marla Grayson).
¿Te preguntas ya a estas alturas de qué trata I Care a Lot y quién es esa mujer, verdad? Pues te lo contamos: se trata de una ambiciosa empresaria cuya mayor aspiración es ser rica y famosa y que no muestra reparos para conseguir esa meta.
Así, no duda en esquilmar a personas dependientes. Su modus operandi consiste en buscar víctimas propicias, generalmente personas jubiladas con pocos familiares a los que consigue poner en tela de juicio hasta el punto de hacerse con su tutela legal. A partir de ese momento, dispone de los bienes inmuebles y las pertenencias de esas personas enriqueciéndose de forma ilícita y sorteando los problemas derivados de ello con mucho ingenio.
Junto con su compañera Fran, le echa el ojo a Jennifer Peterson: una mujer con un historial muy interesante y posesiones apetecibles. Sin embargo, para su sorpresa, Marla Grayson topará con un buen hueso, dado que la apacible señora está vinculada a un importante criminal.
En I Care a Lot los espectadores ven cómo se disputa un partido en el que no tienen a qué equipo aferrarse. Todos los personajes son moralmente despreciables de una forma tan grotesca que no tienen un ápice de realismo. Así que si no te la tomas muy a pecho e intentas disfrutarla como comedia negra, buena suerte, porque muy divertida no es tampoco.
En plan arquetipo del mal, Marla Grayson daba para toda una saga de películas: una tipa sin escrúpulos, con una energía inagotable y recursos hasta debajo de las piedras. Una mujer que rompe por la mitad los estereotipos y los buenismos adheridos a la plasmación de los roles de género en la ficción: mala porque sí, porque ella lo vale, porque quiere ser exitosa y nadar en billetes.
Para su construcción, la caracterización es fundamental (ojo a sus elegantes y fríos outfit y a esa melena que parece cortada con láser), así como la fotografía, que abunda en el color rojo tan vinculado al pecado como a la acción.
Todos esos elementos son los que representa nuestra antiheroína, el principal foco de atracción de una película que, por lo demás, tiene dificultades para armar su discurso y que es, por tanto, fácil de olvidar, por más que tengamos en ella a un reparto tan interesante como desaprovechado en el que actúan como secundarios Eiza González (Godzilla vs. Kong), Dianne Wiest (Déjales hablar) y Peter Dinklage (Juego de tronos). Os recomendamos ver I Care a Lot con expectativas moderadas.
VALORACIÓN:
¿Qué quiere contar I Care a Lot? Jonathan Blakeson trabaja en esta película mucho mejor como director que como guionista porque no termina nunca de quedar claro si estamos ante un alegato contra los excesos que se cometen contra las personas vulnerables o ante una comedia negra en la que estamos llamados a amar/odiar a la protagonista.LO MEJOR:
El reparto y algunas líneas de guión afiladas. Aunque en conjunto la película no pasa de satisfactoria nos trae una villana memorable.LO PEOR:
No es ni lo suficientemente divertida como para ser una memorable comedia negra ni lo suficientemente retorcida como para dar miedo.67
Aceptable
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