Crítica de Los Juegos del Hambre: en llamas

Pocos respiros para Katniss (Jennifer Lawrence) en esta segunda parte de su historia... Tras regresar de los 74 Juegos del Hambre como vencedora junto a Peeta (Josh Hutcherson) se ve obligada a participar en el Tour de la Victoria, todo un reto que la llevará a tener auténticas pesadillas al verse forzada a interpretar un papel que detesta. Sin embargo, las cosas han cambiado, no todos los distritos se "han tragado" su pantomima y muchos parecen empezar a vislumbrar una rebelión... que tratarán de sofocar antes de que tome impulso, claro está.

El presidente Snow (Donald Sutherland) se deja asesorar para dar un golpe sobre la mesa: la organización del Vasallaje de los 75 Juegos del Hambre, una competición que dinamita las esperanzas de Katniss de tener un poco de paz. Los tributos son elegidos en esta ocasión entre los vencedores de anteriores ediciones, lo que hará que tenga que enfrentarse a auténticos lunáticos experimentados y sedientos de sangre.

Sin lugar a dudas, Los Juegos del Hambre: en llamas, es la hermana mayor de la anterior entrega en todos los sentidos. Jennifer Lawrence ha crecido en la ficción y en la realidad, como actriz, lo que nos permite verla experimentando todo un registro de emociones que, sinceramente, cualquiera hubiera dicho que veríamos nunca a tenor de aquellos primeros compases...

A esta receta se le han añadido todos los aliños que habría necesitado el arranque de la historia: peligro verdadero, mensaje político, encrucijadas morales y una mayor capacidad interpretativa por parte de los protagonistas de la historia, ¿qué más se puede pedir? Quizás que no te dejen a medias, con la miel en los labios.

Narrativamente Los Juegos del Hambre: en llamas se divide en dos partes que podríamos dividir entre la relativa calma del Tour de la Victoria que supone la resignación de Katniss y su tentativa de contentar al poder, y la convocatoria de los nuevos juegos que vienen a despertar su ira, como hemos podido ver en algunos de los clips promocionales de la cinta. Este tramo final es el que queda truncado y deja al espectador, como decíamos, "con hambre de más".

Mientras esperamos la resolución de la trama hay que señalar el evidente esfuerzo de producción que hay tras la cinta y que traslada con muchísimo acierto algunos de los pasajes de la novela de Suzanne Collins (también podemos señalar otros menos ajustados, pero el conjunto aguanta bien los cambios) pero sobre todo chapeau por el maravilloso trabajo de dirección artística de John Collins, el diseño de vestuario de Trish Summerville que encuentra su musa en la propia Katniss y en Effie (la irreconocible Elisabeth Banks) y el extensísimo equipo de maquillaje y peluquería. Estos apartados merecen como mínimo la nominación al Oscar.

Con un brillante futuro por delante en las carteleras, ávidas por ver el resultado del trabajo de Francis Lawrence al frente de una franquicia que se antoja encaminada al ascenso, eOne Films se ha decidido a estrenar la cinta esta misma noche en los pases de las 21 horas de los principales cines españoles. Así que si eres de los que no puede esperar más estás a tiempo de comprar tu entrada y quitarte el gusanillo...