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Crítica de Juegos Sagrados temporada 1, primera serie india de Netflix

Juegos Sagrados
Llega al catálogo de Netflix la primera serie india de producción propia de la plataforma: Juegos sagrados, basada en la novela homónima de Vikram Chandra. El misterio y el misticismo religioso se dan cita en la primera temporada de la serie.

Ya sabéis que una de las cosas que más le gusta a Netflix es apostar por las producciones locales de muchos países. Así lo ha hecho con series como Suburra o Las nuevas leyendas de Mono, entre otras. En esta ocasión, llega el turno al subcontinente indio, con una adaptación de la novela negra Juegos sagrados (Sacred games) de Vikram Chandra. Esta serie policíaca con contenidos religiosos está disponible en el catálogo de Netflix desde el 6 de julio.

La serie Juegos sagrados mezcla datos ficticios con hechos reales en los que se apoya su historia para tener contexto. Esta serie india se caracteriza por los toques noir que acompañan a su protagonista durante su investigación. Personajes esquivos y misterios plantados desde el primer episodio mantienen cierto atractivo en la serie. Aunque probablemente la mejor parte es no tener que ver escenitas de baile innecesarias. Y es que Bollywood ha conseguido aquello de "cría fama y échate a dormir".

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"GTA" Bombay City

La historia de esta serie de Netflix se desarrolla en la ciudad india de Bombay. Un paraíso, siempre y cuando no te dé por meterte en los "barrios buenos", es decir, los suburbios que son en realidad el 90% de la ciudad. Al centrarse en el crimen, no podemos evitar rememorar un gran título de los videojuegos como es GTA: Vice City, una ciudad que explota su turismo a tope pero que es incapaz de controlar la corrupción y la delincuencia en sus calles, sobre todo en ciertos barrios.

Como es habitual en las producciones indias, vemos esa mezcla de conceptos occidentales con la cultura hindú, especialmente en la vestimenta de muchas de las mujeres que vemos en pantalla, aunque también de los hombres. Esto es algo que ya no nos pilla de nuevas, y que también se nos hace cotidiano en las producciones niponas en las que tampoco nos extraña ver a personajes aparecer en yukata para determinadas ceremonias o festividades...  porque sí.

Dos historias, un final

El guión de esta serie de suspense se desarrolla en dos segmentos. El primero tiene lugar en el presente, en el que seguimos al inspector de la policía de Bombay Sartaj Singh (Saif Ali Khan). Sartaj es objeto de acoso en su comisaría, pero no tardará en verse implicado en una serie de intrigas que tendrán su epicentro en el buen inspector. Intrigas que llegan a implicar al RAW (Research and Analysis Wing), que viene a ser la inteligencia india, aunque lo que vemos es la parte cutre del RAW.

Juegos sagrados

La otra historia tiene lugar 25 años atrás, entre las décadas de los 80 y los 90 (sí, la India también tiene derecho a la nostalgia de Netflix). Este segmento se centra en Ganesh Gaitonde (Nawazuddin Siddiqui), un criminal de las calles de Bombay que terminará por hacerse el amo del cotarro en la ciudad. No podemos evitar las comparaciones con Narcos, y es que el bigote de Gaitonde invita a ello. Pero esta versión india está a años luz del carisma de Pablo Escobar.

El catalizador de la religión

A día de hoy, no es ningún secreto que la India tiene un serio problema con la religión, y eso que los medios no se hacen especial eco de ello. En Juegos sagrados, uno de los principales catalizadores de conflicto es precisamente el encontronazo entre dos religiones, el hinduísmo y el islam, y el hecho de que India esté en conflicto continuado con Pakistán por el control de Cachemira.

Juegos sagrados

Sin embargo, la serie de Netflix, a pesar de pretender tener proyección internacional, peca de algo, y es de presuponer que la gente conoce las deidades indias y sus significados. A lo largo de la historia, explican poco o nada el trasfondo de algunos conceptos de los que se habla. Este hecho hace que nos encontremos más perdidos que Willy Fogg con un abono transportes. El hecho de que algunos personajes hablen continuamente de forma metafórica no ayuda a que nos desenredemos. 

Pero probablemente, lo que más os va a tirar para atrás de la serie es que tenéis dos opciones para verla, o en hindi subtitulado, o en inglés subtitulado. Ojo, que no es inglés británico o americano, es inglés de la india, casi tan poco comprensible como el propio hindi. Y mejor no hablemos del trabajo de subtitulación, porque se han comido frases y palabras enteras. Y otras las han ido subtitulando a su rollo, aunque significasen otra cosa...

Juegos sagrados

La primera temporada de Juegos sagrados cuenta con 8 episodios, y nos deja abiertos a una segunda temporada (se ha hablado de hasta 4). Pero mucho tienen que mejorar algunas cosas para que la comunidad internacional de Netflix pase por el aro.

VALORACIÓN:

Intrigas, misterio, acción y religión se dan cita en esta serie india que peca de presuponer que el resto del mundo conoce bien las deidades hindúes.

LO MEJOR:

Buen balance entre acción e historia. Una apuesta interesante si te gusta el aspecto visual del cine indio.

LO PEOR:

Algunos episodios se hacen extremadamente pesados, y la ausencia de doblaje, y el doblaje al inglés con acento indio no ayuda.
Hobby

61

Aceptable

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Etiquetas: Netflix