Crítica de Krypton temporada 2 - Ya en HBO España, al completo

Krypton ya ha terminado con su segunda temporada. La serie ya ha terminado de emitirse en EEUU y desde hoy, HBO España ya dispone del último episodio en su catálogo, ofreciendo con ello toda la serie al completo hasta ahora.  La serie precuela de los eventos que narran la gran guerra civil de Krypton, sucedida 200 años antes de la destrucción del planeta.

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Esta segunda temporada cambia radicalmente el tema central de la historia, para centrarse en el escenario de guerra civil, dejando al margen el género de intriga política y ciencia-ficción de la anterior temporada.  En esta ocasión, la serie desarrolla el concepto de la space opera, para contar cómo la resistencia de Val-El (Ian McElhinney) y Jax-Ur (Hannah Waddingham) lidia con la dictadora implantada por el General Dru-Zod (Colin Salmon), a cuyo lado está su propia madre, Lyta-Zod (Georgina Campbell). 

Mientras Krypton arde bajo los fuegos de la guerra y Zod continúa su búsqueda de Juicio Final, Seg-El (Cameron Cuffe) sigue perdido en la dimensión de la Zona Fantasma, encarcelado junto al invasor Brainiac (Blake Ritson). En tanto, aparece un nuevo jugador en escena: Lobo (Emmett J Scanlan), el último czarniano.

En las siguientes líneas desarrollamos la crítica de esta segunda temporada Krypton, analizando los pros y los contras de esta nueva etapa de la serie de DC Entertainment para SyFy. 

¡Arrodillaos ante Zod!

Como decimos antes, la nueva serie presenta un cambio de paradigma bastante abrupto. Si antes, en la temporada 1, teníamos un relato de ci-fi, con toques noir y de thriller político, la segunda temporada apuesta por un escenario bélico, más cercano a Star Wars que a una suerte de "Casablanca en el espacio". Esto implica, claro, que tanto la escenografía como el ritmo y la representación de la acción debe adaptarse al nuevo subgénero de esta temporada 2.

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Desgraciadamente, esto implica también un problema: las limitaciones del presupuesto. La serie se ve obligada a tener que tirar de una serie de recursos para poder hacer que la serie evolucione y que la trama avance. De este modo, su puesta en escena es demasiado abrupta y, muchas veces, torpe. Las coreografías de combates, las secuencias de tránsito e, incluso, aquellas que implican grandes dosis de acción tienen fallos de racord. Otras veces, para ahorrar en gastos, se amparan en un estilo narrativo novelado y se omiten escenas, dando por hecho que esto o aquello ha ocurrido, pasando directamente a los sucesos que los explican. 

Con todo, seamos francos, si vemos este título como si fuera de serie-B y no una épica de primer nivel, podemos aceptar estas decisiones y estos fallos de dirección, como recursos con los que salir del brete. A fin de cuentas, no hemos de tomarnos Krypton como un producto trascendente, sino como una fantasía comiquera de ci-fi sin muchas infulas, que pretende entretener.

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Krypton temporada 2 - (Galería) (6 imágenes)

Ahora bien, algo que no le podemos quitar, eso sí, es que la serie es tremendamente adictiva. Incluso, a pesar de las pobres actuaciones de buena parte de su elenco y de los giros de guión absurdos, la historia te engancha como ella sola. Su fórmula de adaptar el modelo de Juego de Tronos, de drama/novela río, funciona y tira como la seda. Sobre todo por un equilibrio perfecto entre antagonistas y protagonistas, logrando algo que no acabó de conseguir del todo Gotham, en donde los malosos eran el principal aliciente del show (al menos en sus primeras temporadas), en detrimento de unos protagonistas que apenas tenían pegada.

En conjunto, en este punto hemos de valorar muy bien la ambición de querer ir un poco más allá. Aunque no sabemos cómo lo sobrellevarán en la temporada 3. 

Rajadas mollejas de Feetal

Por otro lado, cabe decir que no hemos de olvidar que estamos ante una serie basada en un cómic. Esto nos lleva a otra consideración. Los fans de DC Comics y aquellos familiarizados con su mitología lo llevarán bastante bien en general. La implementación de ciertos elementos son cosas que este perfil de espectador agradecerá. A saber: la aparición de Lobo, el desarrollo de Brainiac, el uso de la Misericordia Negra, la evolución de la casa de El, la narración del origen de Doomsday (Juicio Final) o, ya puestos, la explicación del traje de los cómics de Adam Strange...

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Salvo que quien lo vea sea de grupo duro, sabrá disculpar ante ciertas libertades que los guionistas se toman. Por ejemplo, el origen de Juicio Final, que a pesar de no ser ciento por ciento fiel al cómic, cuaja bastante bien y hasta podemos decir que mola. Y, mención aparte, también algo parecido podemos decir del Hombre, la Estrella... de Lobo.

Si bien la presentación y caracterización de Lobo se ha suavizado BASTANTE respecto a sus cómics, seguramente guste si se le da un poco de tiempo. Tanto, que, al final, Lobo solito se roba muchas escenas. De hecho, no sería raro que, después de esto, DC Entertainment coqueteara con introducirlo en más series sino darle la suya propia. 

Ahora, hablando en una línea más mainstream ¿y si el espectador no tiene más idea de Superman y del cosmos de DC salvo por lo visto en las Superman de Donner o en El Hombre de Acero? Pues, apaga y vámonos. En este sentido, el público de este perfil puede perderse demasiado, salvo que sienta curiosidad o sepa aceptar los recursos narrativos y las figuras propuestas. El batiburrillo de mitología de DC es, a veces, excesiva.

Ah, por cierto, que no se nos olvide. También hemos de hablar del doblaje y de las traducciones, las cuales están muy bien adaptadas, ya que son bastante fieles a las españolas. Pongamos por ejemplo, el término "rajado" de Lobo, que las últimas traducciones de Ecc (con tan mal tino) eliminaron en las nuevas ediciones de los cómics del personaje. Se le debe reconocer este detalle a los responsables de la traducción de Krypton, como un bonito gesto, que demuestra cuidado y cariño hacia el público español del show. Algo que no siempre podemos disfrutar.

En conjunto, concluimos, Krypton temporada 2 es una serie que los fans de DC y del Hombre de Mañana verán con buenos ojos. Un público más mainstream, salvo que sea adicto al género de la ci-fi, puedo no encontrarle mucha chicha a la serie. Y, aun así, hay que admitirle que cumple, entretiene y pica a los televidentes. ¿Quién quiere más?