Crítica de Lo que el pulpo me enseñó, el cautivador documental de Netflix

Netflix puede presumir de tener un amplio y diverso catálogo de documentales. Dentro de la plataforma se pueden encontrar todo tipo producciones de este tipo, desde cruentos retratos de crímenes como El crimen de Alcàsser, hasta auténticas telenovelas rocambolescas como Tiger King. Cuando hablamos de documentales, no podemos olvidarnos de la naturaleza y el mundo animal, claro, y precisamente este documental en concreto se centra en un relato casi imposible sobre la improbable amistad entre un humano y un pulpo. 

Lo que el pulpo me enseñó es un documental que comenzó a rodarse en 2010, cuando el cinematógrafo y director Craig Foster se encontraba desencantado con su carrera. En un intento por desconectar, terminó conectando de manera inesperada con la naturaleza cuando comenzó a practicar submarinismo en un bosque de algas en la costa de Sudáfrica. 

Allí, Foster comenzó a filmar la vida marina de este pequeño ecosistema, y muy pronto una pequeña hembra de pulpo captó su curiosidad. Al principio el animal desconfiaba de él, lógicamente, pero después de varias visitas, el fotógrafo consiguió ganarse la confianza del pulpo y ambos trabaron una peculiar amistad, con Foster acompañando al pulpo durante la mayor parte de la vida de esta. 

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Darse de alta

Dirigido por Pippa Ehrlich y James Reed y producido por el propio Foster, Lo que el pulpo me enseñó es un interesante retrato de la vida marina en este pequeño rincón de las costas sudafricanas y un emotivo relato de la relación entre el hombre y la naturaleza

Durante un año, Foster filmó la vida de este pequeño pulpo y diversos encuentros que consiguen mantenernos en tensión, ya que el cinematógrafo se esforzó al máximo por no interrumpir el orden natural del ecosistema y en varios momentos tenemos el corazón en un puño cuando el pulpo está en peligro frente a sus depredadores. Lo que el pulpo me enseñó nos acompaña y guía durante el día a día de este peculiar animal, consiguiendo que empaticemos con ella y celebremos como una victoria algo tan simple como verla cazar un cangrejo y pasarlo realmente mal cada vez que un tiburón aparece por el bosque de algas.

Sin duda el punto fuerte de este documental de Netflix es su impresionante fotografía. Foster documentó durante varios meses la vida marina del bosque de algas, consiguiendo captar impactantes imágenes submarinas de este ecosistema, con algunos fotogramas que son una auténtica preciosidad llenos de luz y color. De esta manera, Lo que el pulpo me enseñó nos muestra cada pequeño detalle del lugar, sus recovecos y todas las criaturas que lo habitan. 

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La fotografía está cuidada al máximo, por lo que no es de extrañar que parte del metraje haya aparecido en otros documentales en los que Foster ha participado, como el episodio "Green Seas" de Blue Planet 2 de la BBC, en el que se le dedicó un pequeño espacio a este mismo pulpo por su curioso comportamiento, ya que en diferentes ocasiones muestra una inventiva nunca antes vista en un animal así.

My Octopus Teacher (nombre del documental en inglés) es una historia sencilla, centrada en esta peculiar relación entre Foster y el pequeño pulpo, y lo que efectivamente el cinematógrafo aprende del pulpo y de la vida marina para aplicarlo en su propia vida e incluso en las relaciones con su familia. Es un relato emotivo que se aleja de los datos científicos para centrarse en la percepción personal de este animal y su entorno.

Precisamente para aquellos que busquen un relato más realista y científico, es posible que este documental les resulte un poco desinflado, ya que es una historia más intimista y personal y no se preocupa tanto de ser completamente objetivo. Se trata con muchísimo respeto a la naturaleza y a los animales retratados, y se nota que Foster tiene muchísimo cariño por los temas que está capturando, pero desde luego Lo que el pulpo me enseñó busca más centrarse en el lado emocional de esta historia y de cómo esta experiencia con la naturaleza afectó a la propia vida del narrador.

Quizás es precisamente el que Lo que el pulpo me enseñó sea un relato tan subjetivo y personal que te permite llegar a encariñarte y empatizar con un animal así, del que sabemos tan poco comparado con otras criaturas marinas. Esta película documental de Ehrlich y Reed funciona perfectamente como un cuento sobre la importancia de cuidar y respetar la naturaleza y a todos sus habitantes, con la imponente fotografía de Foster recordándonos el impresionante mundo natural que nos rodea.