Crítica de Soy tu mujer, el drama criminal protagonizado por Rachel Brosnahan ya en Prime Video

Prime Video ha estrenado, de forma directa en la plataforma, la película Soy tu mujer (I'm Your Wife), un drama criminal bastante atípico que explora la otra cara de la moneda en lo que se refiere al mundo de la mafia. 

Hasta ahora, como espectadores, siempre nos habíamos movido en la parte más activa de este tipo de tramas: las pugnas por el poder, los enfrentamientos armados o la parte más picaresca, incluso de una forma bastante glamourizada y desarrollando potentes estereotipos sobre los que ya a día de hoy cuesta innovar.

En el caso que nos ocupa, el ángulo de observación es muy distinto: nos introducimos en el mundo doméstico para ver cómo todo lo que ya conocemos de sobra afecta a las familias, a esas personas que se ven afectadas de lleno por el peligro, aunque en principio sean ajenas a él.

Ésta es la razón de que el ritmo de la película sea bastante pausado al comienzo y que solo al final, cuando ambos mundos colisionan, se acelere la acción y veamos cómo el personaje principal completa su transformación.

Pasa así a ser un personaje de una evolución exponencial que pasa de la pasividad más absoluta a tener que tomar las riendas de su vida teniendo un rol mucho más activo, asumiendo incluso cierto liderazgo.

Soy tu mujer, es una película que se desenvuelve en los años 70, lo cual le suma a la propuesta una estética y sobre todo una ambientación musical magnífica.

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Se centra en la historia de Jean, una ama de casa de los suburbios que vive al margen de la actividad criminal de su marido Eddie y anhela ser madre. Tras descartar la posibilidad de formar una familia y haber pasado por varios abortos traumáticos, Eddie se presenta en el hogar con un bebé para que lo críen juntos como si fuera suyo.

Sin embargo, a pesar de que eso era lo que más deseaban, un día Eddie traiciona a sus socios, lo que provoca que Jean se vea obligada a huir con su bebé antes de que la banda criminal dé con ellos.

Carl, un amigo de Eddie, se encarga de llevarse a Jean y el pequeño a toda prisa en una huida sin cuartel cuyas razones ella ni siquiera conoce o comprende. Arrastrada por los acontecimientos tiene que empezar a valerse por sí misma, aprendiendo a vivir en soledad y a protegerse. 

De mujer florero a matriarca

Soy tu mujer es una película bastante original por esa inversión del punto de vista del que hablábamos en un comienzo, pero es que además cuenta con un reparto bien escogido: Rachel Brosnahan (La maravillosa señora Maisel) lidera un cartel repleto de secundarios que aportan una gran fisicidad y pequeños toques de misterio como Marsha Stephanie Blake, Arinzé Kene, Frankie Faison o Marceline Hugot.

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Eso sí, por razones obvias, no es la película que puedan estar esperando los fans de las películas de la mafia, porque el foco está puesto en el "despertar de la conciencia" de la esposa de un asesino a sueldo que, en principio, ni siquiera sabía a qué se dedicaba su marido más allá de que era a una actividad al margen de la ley. El guión dosifica bien la información para mantener a la audiencia en las tinieblas tanto tiempo como a la propia protagonista... de hecho, va hilando junto a ella los acontecimientos que la llevan a estar donde está. 

Menos inspirado es el casting de "los malos de la peli" y el montaje: aunque la realización es, por lo general, bastante buena, se aprecian en algunos momentos problemas de raccord y también pequeños saltos que podrían haberse evitado con una edición más apurada.

Sea como fuere, Soy tu mujer merece la pena. El final es, de hecho, más bien un comienzo y completa ese viaje que la protagonista empieza a la fuerza y termina, valga la redundancia, dándole fuerza.