Stargirl, la nueva serie de DC Comics, llegaba a HBO España con la premisa de convertirse en un título diferencial dentro de los productos que componen el catálogo del DC Universe. Las series de Titans (con una segunda temporada un tanto irregular), La Patrulla Condenada y La Cosa del Pantano (sorprendentemente cancelada tras una gran primera entrega) hacían presagiar que el material, como mínimo, iba a pasar por un depurado estilo comiquero y un tratamiento similar al que han tenido los personajes en las viñetas. Así pues, Courtney Whitmore llegaba a la pequeña pantalla con unos buenos precedentes que allanaban su debut televisivo.
Para colmo, Stargirl contaba con ese elemento diferencial en comparación con las adaptaciones mencionadas. Esta nueva serie del DC Universe tenía un enfoque claramente "teen" que la convertían en una producto para la pequeña pantalla que unificaba dos grandes y exitosas temáticas en la parrilla streaming, como es el caso de los superhéroes y los adolescentes.
Esto la colocaba, digamos, en otra "liga", marcando un target mucho más amplio que el del seguidor del género habitual y abriéndose a un espectro masivo de público adolescente que está consumiendo recientemente otros títulos televisivos como Riverdale, Sabrina o Katy Keene, por nombrar algunos.
Por lo tanto, la serie de Stargirl aparecía en el horizonte de HBO España sin ninguna pretensión, desmarcándose de personajes tan importantes para el Universo DC como The Flash, Green Arrow, Supergirl, Superman, Batman, Robin y compañía; algo que no pudo evitar Titans en sus dos primeras entregas. Llegaba con una identidad muy marcada desde antes de empezar y sabiendo que el personaje de Courtney Whitmore tenía todos los ingredientes para hacerse un hueco en ese espacio "teen" del que hablamos. Y, tras ver el 1x01 de Stargirl, ya podemos afirmar con rotundidad que ha cumplido exactamente con lo que prometía.
De la Edad de Oro a la nostalgia ochentera: Stargirl y su mezcla de conceptos
Si hay algo que va a hacer las delicias de todos aquellos que se acerquen a esta serie por motivos comiqueros, eso va a ser el inicio de Stargirl. ¡Qué bendita maravilla! La serie ha cogido los cómics clásicos de la Edad de Oro de la Sociedad de la Justicia de América (JSA) y los ha trasladado directamente a la pequeña pantalla con un tono absolutamente naíf y efectista, a pesar de ese CGI poco resultón al que ya estamos acostumbrados en las series del Arrowverso. Un inicio delicioso e inocente que nos ha traslado a las viñetas de los años 40 (coches voladores incluidos), haciendo uso de una tonalidad pastosa y unos colores vibrantes desde el primer minuto de la serie.
En una sola escena de apertura se dan cita personajes de la talla de Starman y su acompañante, Stripsey, Wildcat, Dr. Midnite, Hourman... ¡Toda la JSA clásica enfrentándose a toda la Sociedad de la Injusticia, incluidos The Wizard, Solomon Grundy o Brainwave! Un golpetazo directo a la mandíbula del fan clásico que abre una cantidad infinita de posibilidades en la pequeña pantalla si el DC Universe quiere explotar y que habla muy a favor de la implicación de Geoff Johns en la producción de la serie de Stargirl.
Aunque uno se quede con la mandíbula desencajada, no hay que olvidar que la serie no trata sobre la JSA de aquella época, sino sobre Courtney Whitmore. Dos flashforwards después, llegamos al presente. La joven Courtney marcha hacia Nebraska con su madre y su nuevo padrastro y hermanastro. No está precisamente ilusionada, pero es lo que hay. Adolescente e inconformista siempre han sido sinónimos en la vida real, como para no serlo en una serie con una protagonista y un target tan específicos. Es fácil tener empatía desde el principio con la protagonista, a sabiendas de que se ve forzada a irse de una ciudad a otra por motivos ajenas a ella misma y tiene que adaptarse a su nuevo entorno.
Estéticamente, la serie vive de los clásicos ochenteros protagonizados por jóvenes adolescentes en un pueblo pequeño. Es imposible no hablar de Los Goonies como fuente de inspiración en el desarrollo de la idea estética de la Nebraska que nos pintan como si fuera una especie de Astoria llana, muy lejos de la Nebraska de Alexander Payne reflejada en los ajados ojos de Bruce Dern. De hecho, la escena en la que Courtney encuentra el legendario bastón cósmico que le otorga sus poderes se asemeja muchísimo a la escena de Los Goonies en la que Mike, Data, Gordi, Bocazas y Brand encuentran las primeras pistas para ir detrás el tesoro de Willy el Tuerto. El inicio de la aventura.
El 1x01 de Stargirl respira aire y nostalgia ochenteros por todos los costados. Los tonos pastelosos, los vaqueros ajustados, las tribus en el instituto, el cuchillo clavándose en la mesa de estudiar, los coches, la ropa de los deportistas... Si no fuera por los móviles y algún que otro elemento en los diseños de producción, uno diría que está viendo un remake de los años 80 o un spin-off de Stranger Things. Sólo falta el sonido de Trans X y su inolvidable "Livin On Video", aunque la selección musical de la serie de DC no ha sido precisamente inadecuada.
Sin embargo, a la inversa que sucedía en Los Goonies, cuyo objetivo era el mantenimiento, aquí la clave resulta ser la adaptación. De alguna manera, el propósito del episodio piloto de Stargirl viene a ser la adaptación en tres sentidos: su nueva familia (los típicos problemas para aceptar la nueva situación familiar y amorosa de su madre y de ella misma), su nueva ciudad (Nebraska no tiene nada que ver con lo que ella conocía) y sus nuevos poderes.
Ese triple camino que se unifica en uno solo y que se materializa en el bastón cósmico funciona de la misma manera que lo haría una película de superhéroes de origen. En última instancia, este primer episodio de la serie es eso, sin profundizar en tiempo como lo haría un largometraje completo.
Así pues, tenemos esas primeras escenas en las que Courtney Whitmore va descubriendo sus poderes y poniendo en práctica lo que puede o no puede hacer gracias al bastón cósmico. Y lo mismo sucede con la primera pelea, en la que la joven va tapada de cuello para arriba para no revelar su identidad y se le acaba yendo de las manos debido a su inexperiencia.
Para colmo, la serie coge uno de los conceptos más importantes de la historia de DC Comics, el legado, y lo convierte en leitmotiv de Stargirl. En la serie se menciona directamente la palabra "legado" y tiene toda la pinta que va a seguir siendo el leitmotiv principal de la trama, especialmente por el momento de cambio que está viviendo Courtney y por todo lo que va a tener que asumir y aceptar en los próximos meses.
En definitiva, Stargirl se ha ganado un hueco en el corazón de todos los fans rememorando la Edad de Oro de la JSA y trayéndonos un producto con tintes ochenteros que es capaz de mezclar lo "teen" con el género de superhéroes. Una gratísima sorpresa que da exactamente lo que prometía.
VALORACIÓN:
Una serie que combina elementos superheroicos y del género adolescente, y que mezcla la Edad de Oro de los cómics con la nostalgia ochentera... Esa serie se gana automáticamente un hueco en nuestros corazones. Y esa serie es Stargirl.LO MEJOR:
La mezcla de conceptos, desde la Edad de Oro hasta los 80. Inocente, ingenua y preciosa. Sin pretensiones, se ganaun hueco en el corazón del fan.LO PEOR:
Los efectos digitales vuelven a ser una asignatura pendiente para estas series de menor presupuesto. Abstenerse espectadores que odien lo "teen".85
Muy bueno
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