Crítica terrorífica de Horror Stories

Lo que te cautiva inmediatamente de Horror Stories es lo hipnotizante de la puesta en escena y la calidad de la fotografía. No en vano, detrás de su realización están algunos de los directores y directoras más interesantes que ha dado el género en Corea del Sur.

Uno de ellos estuvo en la presentación de la película en el Festival de Cine de Sitges. Se trata de Jung Bum-Shik, el responsable de la primera historia que cuenta la joven capturada y probablemente la más espeluznante de todas ellas. Trata de unos niños que deben esperar en casa a su madre cuando un misterioso repartidor va a llevar un paquete al hogar familiar.

Una Sherezade contra las cuerdas

Como en el cuento de "Las mil y una noches", pero de modo macabro, el psicópata que mantiene retenida a la colegiala le pide que le cuente historias de terror puesto que es lo único que le permite dormirse... La alternativa no es otra que beber sangre, de modo que esta Sherezade coreana se afana en demostrarle sus dotes como oradora. ¿Conseguirá alcanzar el final feliz de la obra en que se inspira la película?

Los relatos de Horror Stories, que son independientes entre sí, no dejan de tener un claro trasfondo crítico hacia ciertos aspectos de una sociedad en la que los conflictos laborales, los problemas éticos derivados de la falta de empatía y solidaridad y los prejuicios sociales están tan a la orden del día como en cualquier otro lugar.

El clásico de no abrir la puerta a extraños

La primera historia de terror, tal y como fue presentada por su realizador Jung Bum-Shik, se basa en una leyenda clásica de su país, como puede ser aquí el hombre del saco. Se trata de la historia del Sol y la Luna.

La adaptación a los tiempos presentes no puede ser más escalofriante. La mezcla de elementos fantásticos, oníricos y reales es una conjunción explosiva que consigue dejar la sangre helada. Ralentizados de cámara, cambios de escenario, iluminación, etc. junto con unas interpretaciones infantiles excepcionales hacen que esta breve historia sea una de las mejor consideradas del conjunto.

Bocados de placer

Dos hermanas compiten por el amor de un hombre con una desgraciada historia personal: ha sido viudo en seis ocasiones. No obstante su fortuna y posición social, además de su estado físico envidiable para su edad lo convierten en un partido formidable.

Sensualidad y un secreto de lo más sangriento se dan cita en el transcurso de un relato estilizado y elegante en el que la brillante fotografía y un diseño de vestuario formidable ponen la nota de color. En esta ocasión será la ambición desmesurada la diana a la que la directora Young Honh-Ji lance su mensaje crítico.

Un avión maldito

Un asesino en serie debe ser trasladado en avión después de haber asesinado a una azafata. Solo dos pilotos, dos azafatas y dos policías se embarcan en la delicada misión de transportar al tipo más peligroso de la zona.

El tono gore terminará por impregnar una historia de supervivencia en la que no faltan los fantasmas de las mujeres a las que ha asesinado, las ingentes cantidades de sangre y un final de lo más inesperado.

Lim Dae-Woong firma estas imágenes en las que su mejor baza está en unos actores sobresalientes y en una atmósfera caracterizada por un único escenario que será testigo de una lucha sin cuartel.

La ambulancia con destino a la libertad

En un mundo plagado de enfermos terminales afectados por un virus contagioso y letal, solo una ambulancia corre hacia un destino seguro. Por el camino encuentran a una mujer y a su hija, que permanece inconsciente, pero ¿está afectada por el virus? ¿Podría despertar y arruinar sus esperanzas de alcanzar la salvación? La dicotomía a la que se enfrentan el médico y la enfermera es una delgada línea que les puede conducir a la muerte.

La fantasmal luz de la claustrofóbica ambulancia contrasta con los túneles rojizos que atraviesan en el camino mientras el relato se desarrolla en unos tiempos prefijados que generan un clímax final que sirve de broche de oro a los relatos de la joven.

Aunque cada historia cuenta con una personalidad y un enfoque totalmente diferente su conjunción a través del relato principal que anuda las cuatro secuencias da coherencia a Horror Stories: una fabulosa película de miedo de las que te hace cuesionarte si has cerrado bien la puerta de casa pero que también te permite reflexionar sobre las situaciones complejas a las que se enfrentan unos personajes al límite. En suma, consigue mucho más que ponerte los pelos de punta (que también).