Crítica de Thi Mai: Rumbo a Vietnam, con Dani Rovira

Cuando te proponen un viaje como el que nos ofrece Thi Mai: Rumbo a Vietnam, de la mano de una comedia no puedes evitar sufrir sentimientos encontrados. Pensamos en todo lo bueno que tiene un viaje a un lugar tan exótico para nosotros como es Vietnam y el temor de qué harán con un film con potencial. ¿Brillará como un diamante bien pulido? ¿Hará aguas por todas partes? Nos sumergimos en la comedia dirigida por Patricia Ferreira  y protagonizada por actores populares como Dani Rovira y Carmen Machi para obtener la respuesta a esas incógnitas, así que "come on!".

En primera instancia, la presencia de productores vietnamitas en Thi Mai: Rumbo a Vietnam debería servir para que su cultura enriqueciese la cinta, pero....

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Una visita desperdiciada...

Más allá de algunas panorámicas de gran factura de Hanoi y de la bahía de Ha-Long, la inmersión en la cultura vietnamita es escasa, siendo generosos con la descripción. Evidentemente, Thi Mai: Rumbo a Vietnam es una comedia, no un documental, pero es una oportunidad perdida de haber focalizado mejor parte de la trama en la increíblemente rica y, como hemos indicado anteriormente, para nosotros exótica, cultura del país asiático.

Una vez más, el cine español deja pasar la oportunidad de la cultura en favor del chascarrillo simplón. Las posibilidades que ofrecía Vietnam se evaporan a medida que avanza la película, quedando en dos pinceladas culinarias, el transporte y... ya. Como comenzamos diciendo, lo más interesante en este aspecto es el apartado de fotografía que sí pudo lucirse un poco más. Una pena, la verdad.

Una comedia más

Algo que Thi Mai: Rumbo a Vietnam no trata de ocultar en ningún momento es el hecho de que se trata de una comedia española. Su propio tráiler hace hincapié en algunos de los momentos más "cómicos" de la cinta. La mayor parte de las aportaciones cómicas son, en el mejor de los casos superfluas y, en el peor, casposas y forzadas, más propias de Vente a Alemania, Pepe que de una película del siglo XXI.

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Thi Mai: Rumbo a Vietnam (13 imágenes)

Por supuesto, el chascarrillo más fácil y, naturalmente, más utilizado es el que brinda la barrera del idioma, generando situaciones bochornosas y previsibles que, en una película desarrollada en España en la que apareciese un personaje asiático podría colar. Venga, vale. En un momento puntual durante el transcurso de la película también habría colado, pero la saturación del tema del idioma cansa y ocupa metraje que se pudo haber empleado mucho mejor.

Un vistazo a la realidad

Una de las cosas que si que nos gustaron de Thi Mai: Rumbo a Vietnam es la representación de varias facetas de la mujer de hoy en sus tres protagonistas femeninas. Desde el personaje de Elvira, interpretado por Aitana Sánchez-Gijón (Velvet) siendo una mujer culta y volcada en su trabajo, pero sin tiempo para buscar el amor, hasta el personaje de Rosa, a quien da vida Adriana Ozores (Cerca de tu casa) como una ama de casa con dependencia económica de la que su propia familia pasa.

La evolución de los personajes a lo largo del desarrollo de la película es una de las virtudes de Thi Mai: Rumbo a Vietnam. No entramos en más detalles para no destriparos nada. Parte de la evolución de los personajes, en especial el de Aitana Sánchez-Gijón, se produce gracias a la aportación de Dan, interpretado por Eric Nguyen, un guía vietnamita que también gestiona los trámites de la agencia de adopción. Nguyen ha sido literalmente tapado en el reparto cuando aporta muchísimo más que algunos personajes que apenas aparecen unos minutos en pantalla, bastante triste.

Una mezcla que no cuaja

La película de Patricia Ferreira mezcla la ya mentada comedia con un drama ligero y entrañable que se desarrolla en torno al personaje de Carmen, interpretada por Carmen Machi (Ocho apellidos vascos). Sin embargo, las proporciones de ambos géneros desvirtúan el global de la película, y una vez más la comedia, o mejor dicho el exceso de comedia a toda costa es el culpable.

En varias ocasiones los personajes brillan con luz propia, y ninguna de esas ocasiones es en el ámbito cómico. Especialmente Carmen Machi y Dani Rovira (100 metros, Ocho apellidos catalanes) con su personaje Andrés, se lucen en algunos momentos desbordando sentimientos que, si bien algunos pueden considerar previsibles o de lágrima fácil, son lo que mantiene a flote la película. Es una pena que se hayan ensombrecido muchos de esos momentos con el gag fácil de después para "rebajar la tensión".

Probablemente, de haber invertido las proporciones de comedia y drama con el mismo gusto con el que se ha llevado el apartado dramático, Thi Mai: Rumbo a Vietnam habría subido mucho más, puesto que potencial tiene (o, mejor dicho, tenía). Todo queda en un compendio de chascarrillos y reflejos de las bromas jocosas que hacemos los españoles cuando salimos de nuestras fronteras con algunos brochazos de una historia entrañable y genial que pudo dar mucho más de lo que finalmente dio.

¿Pero se puede ver? Pues sí, la peli cumplirá con su propósito de entretenernos durante hora y media y no se nos va a hacer pesada de primeras. Es una película para pasar el rato y echarse alguna carcajada pero que pudo apuntar mucho más alto. Lejos de ser una buena comedia, arrastra la trama seria de la película en su espiral del humor fácil. Esperamos y deseamos, que algún día podamos ver por fin brillar a estos actores fuera de la comedia casposa, porque en Thi Mai: Rumbo a Vietnam han tenido sus destellos.