¡Ya estamos de vuelta con el análisis semanal de Dragon Ball Super! Hoy se ha emitido el capítulo 130 de la serie en Fuji TV y hemos presenciado una de las mejores batallas de la historia de la serie. Impresiona ver cómo un anime semanal con apenas tiempo de producción es capaz de dar a luz una bestia como la de hoy. ¡Sin más preámbulos, empezamos!
El episodio comienza con Son Goku exultante en la cima de una montaña, ya con el Ultra Instinto completamente dominado. Por otro lado, tenemos a Jiren en el suelo, totalmente en shock tras el cambio notorio del saiyan. Como carta de presentación, el dominador del Migatte no Gokui se abalanza sobre él con una velocidad inaudita, rozándole la cara y causándole un sutil corte.
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Tras ello y lleno de rabia, Jiren le lanza una bola de energía cual Genkidama, pero el guerrero del Universo 7 la detiene con la energía de una sola mano, desencadenando una suerte de fuego fatuo que rodea a todo el escenario. Jiren se siente impotente, su rival no para de esquivar sus golpes con suma facilidad, y cuando se dispone a atacar de nuevo... ¡Son Goku le asesta un puñetazo que lo deja entumecido!
Al verse arrinconado, Jiren recuerda su pasado, el origen de su motivación como luchador. No hay nada más allá de la fuerza absoluta, la cual se erige como pura justicia. Nada tiene sentido sin la victoria en esta vida. Es entonces cuando explota de rabia y aumenta considerablemente su poder, así como su musculatura. Pero no solo eso, también desencadena un cambio físico en la arena, como si de un infierno abrasador se tratara. Comienza la segunda fase de la batalla, y esta vez Son Goku no lo tendrá tan fácil.
El choque de titanes está asegurado, y los dos guerreros lanzan su ráfaga de ki más poderosa, colisionando de manera abrumadora. Aunque parece que el choque acabará en tablas, Jiren sorprende ganando la afrenta y haciendo explosionar su bomba de energía ante Goku. ¿Es el fin del saiyan?
¡En absoluto! Goku, cual estrella angelical del firmamento, regresa al terreno de batalla para hacer frente a su contrincante. Pese a parecer un combate igualado, el saiyan recibe otro duro golpe por parte de Jiren, haciéndole morder el polvo. Por fortuna, Krilín es la esperanza de Son Goku, y el terrícola lo anima desde la grada, transmitiendo toda su energía sentimental a su mejor amigo.
En ese instante, Mutenroshi y los demás empiezan a recordar por qué están todos allí, por qué Son Goku ha llegado a ser el guerrero prodigioso que es hoy. El saiyan ya no solo lucha por sí mismo, para mejorar su marca personal y superarse cada, nuestro guerrero ha evolucionado, liberándose de cualquier atisbo de egoísmo.
Son Goku ahora lucha por todas las personas a las que ha conocido en su vida y creen en él, todas y cada una de ellas son su gran fuente de poder, su verdadero Ultra Instinto. Si no existieran, Goku no habría alcanzado todo el nivel del que hace gala en la actualidad. Les debe mucho. Les debe todo. A continuación, una galería con los flashbacks que se despliegan en este emotivo momento:
Goku también es consciente de ello, al igual que siente la merecida fe que todos tienen depositada en él. Resurgiendo de sus cenizas gracias a esta motivación, Goku ataca a Jiren con todas sus fuerzas y le asesta un puñetazo crítico en el pecho.
Parecía que el guerrero estaba ya completamente derrotado, pero al comprender el origen espiritual de la fuerza de Son Goku, no duda en atacar a sus seres queridos (algo realmente sucio, teniendo en cuenta que la justicia impera en su universo). Afortunadamente, el saiyan es capaz de detener la bola de energía y salvar así a sus amigos. ¡Disfrutad de la escena completa!
Y es aquí donde comienza el último gran asalto del combate, con un Son Goku lleno de rabia ante lo que acaba de suceder. La animación y la banda sonora acompañan este momento apoteósico, con una de las mejores escenas de la historia de Dragon Ball animada por Naotoshi Shida. Al igual que Freezer desató su rabia en Namek, nombrando de manera despectiva al entonces fallecido Krilín, en esta ocasión hemos contemplado un reflejo de aquella situación.
Goku cree en sus amigos, son su gran motor de energía, y sus amigos creen en Son Goku. Esta relación afectiva se ha retroalimentado durante toda la vida del saiyan, motivándole a seguir adelante y protegerles con su vida. Goku no puede perder, no solo por él mismo, sino también por sus amigos.
Tras unos golpes mortíferos, el saiyan remata a Jiren con un Kame Hame Ha espectacular, dejándolo hecho unos zorros. De hecho, Son Goku se dispone a eliminar a su rival del Torneo del Poder, pero en ese justo instante...
El poder del Ultra Instinto es demasiado exigente para su cuerpo y ha llegado al límite, destrozándole por completo como si de un muñeco de trapo se tratara. La agonía de Goku es terrorífica, tal y como veis en la galería inferior, y Jiren aprovecha el momento para lanzarle fuera de la arena, aunque...
¡Un rayo de energía de Freezer consigue salvar a Son Goku de una eliminación segura, dejándole sobre una roca! Pero esta no es la única sorpresa, y es que... ¡A-17 aparece junto al tirano galáctico, para sorpresa de todo el mundo! ¡Pudo sobrevivir a su explosión autodestructiva!
Y así termina el episodio, con los tres guerreros del Universo 7 frente al todopoderoso Jiren, que aún tiene energías para acabar con ellos. ¿Qué ocurrirá en el episodio final? ¡Lo veremos el domingo que viene!
¡Curiosidades!
1- La animación y la dirección de este episodio han sido más que destacables, pero el trabajo de fondo que hay con el storyboard es también digno de mención. Os dejamos a continuación tres capturas diferentes con el abanico de escenarios que se han mostrado, así como una captura final con el momento dramático de Son Goku. Una maravilla artística.
2- Ha sido muy complicado ver sangre en los episodios de esta saga (y bueno, casi en la totalidad de Dragon Ball Super). Pero estaba claro que un episodio tan colosal como el que nos ocupa no podía quedar huérfano de este preciado fluido del shonen. Lo hemos visto a pequeña escala con Jiren, y de manera exagerada con Son Goku. Ya era hora:
3- Para que os hagáis una idea del mimo con el que se ha trabajado este episodio, hay un detalle en una de las escenas, y es que Goku utilizaba pequeños kames para sortear los rayos de energía de Jiren. Este detalle no se aprecia en absoluto durante el visionado, pues ocurre a toda velocidad, pero es que se han cuidado hasta estos aspectos del metraje.
También hay una gran variedad de diseños muy trabajados que en pantalla no se captan debido a la velocidad endiablada de los frames... Lo que han presentado hoy es demasiado exigente para una serie semanal con apenas tiempo de producción, es una lección de cómo hacer animación excelsa en un tiempo récord. Toei Animation se ha lucido, con todas las letras:
¡Y esto ha sido todo! Madre mía, de dónde veníamos y hasta dónde hemos llegado, queridos lectores. ¿Qué os ha parecido el episodio? ¿Estáis de acuerdo en que ha sido uno de los mejores de la obra? ¿Qué nota le pondrías tú? ¡Esperamos que os haya gustado y nos leemos próximamente en una nueva entrega Z! ¡Kai, Kai!
VALORACIÓN:
Estamos ante uno de los mejores episodios de toda la franquicia, no solo de Dragon Ball Super. Es una montaña rusa de emociones durante 20 minutos donde Toei Animation saca músculo gracias a Naotoshi Shida, uno de sus mejores animadores. Se presenta al mejor Son Goku, Jiren impresiona, y se cierra con un giro de guión apoteósico. Sobresaliente.LO MEJOR:
La ambientación apocalíptica. La motivación de Son Goku. Los valores humanos. La potencia audiovisual. La sangre. El giro de guión con Freezer y A-17.LO PEOR:
Resulta complicado creer que Freezer y A-17 hayan sobrevivido, escondidos entre las rocas, a las explosiones masivas de Goku y Jiren al máximo poder.90
Excelente
Descubre más sobre Antonio Sánchez-Migallón, autor/a de este artículo.
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