Dragon Ball Z capítulo 47 - Análisis y curiosidades
¿Tenías ganas de regresar al planeta Namek? Como cada domingo, seguimos fieles a la cita de nuestros análisis de Dragon Ball Z, y en esta ocasión os presentamos el episodio 47 de la serie, un verdadero caos para el pueblo namekiano. ¿Quieres saber la razón? Pues mucha atención, que Freezer está dispuesto a arrasar la raza de Piccolo.
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El capítulo arranca con Freezer y sus secuaces haciendo estragos en una aldea namekiana, mientras Gohan y Krilín observan la situación camuflados en un montículo. Al parecer, el tirano galáctico es consciente de que 7 grandes sabios custodian las 7 bolas de dragón del planeta, las cuales pueden conceder un deseo a quien las reúna. ¿El suyo? Alcanzar la inmortalidad, al igual que Vegeta.
De este modo, el modus operandi de Freezer es muy sencillo. Localizan las aldeas namekianas mediante los scouters, y cuando llegan a los emplazamientos, amenazan o destruyen a sus habitantes para que les otorguen las bolas de dragón. Este frío y vil comportamiento es intolerable, y uno de los namekianos ofrece resistencia, destruyendo a uno de los soldados pero pereciendo en el intento.
La atmósfera y la tensión que se respiran durante el episodio son sobrecogedoras, y la banda sonora se inserta de manera sublime para atrapar al espectador. Pues bien, tras esta pérdida de este namekiano, Freezer está dispuesto a seguir con su carnicería, y justo cuando se dispone a asesinar al resto de habitantes...
¡Tres namekianos de tipo guerrero entran en escena! Aparentemente, tienen una fuerza de 1000 unidades, por lo que no son una amenaza para los soldados. Sin embargo, cuando empiezan a combatir, los secuaces de Freezer comienza a caer uno a uno... ¡y es que estos seres son capaces de controlar su energía a voluntad, igual que los terrícolas! De este modo, los valerosos namekianos logran alcanzar hasta 3000 unidades de poder.
Aunque Dodoria, Zarbon y Freezer son los seres verdaderamente temibles, estos guerreros logran acabar con gran parte de los soldados. Además, mientras se sucede la lucha, el sabio de la aldea se percata de que el terrible ejército utiliza los scouters para localizar a los namekianos. ¿La solución? ¡Destruir los dispositivos que todavía permanecen funcionales en el pelotón!
Este acto, obviamente, enfurece a los impíos soldados, destacando la ira de Dodoria. Este fiel guerrero de Freezer no duda en abalanzarse sobre el sabio de la aldea, con el objeto de asesinarlo por tal osadía. ¿Se atreverán Gohan y Krilín a salvar al anciano?
¡CURIOSIDADES!
1- En este episodio podemos ver a Raspberry, uno de los soldados de Freezer que ha sido confundido, en los últimos tiempos, con Cranberry, el secuaz de Moro en la nueva saga de Dragon Ball Super.
2- Goku sigue entrenando en la nave espacial camino de Namek, ¿pero sabes cuántas abdominales consigue hacer en este episodio, con una gravedad terrestre multiplicada por 20? ¡Un total de 10.000!
3- Cuando Freezer habla de las bolas de dragón de Namek, podemos apreciar una imagen del dios dragón de dichos orbes mágicos... ¡pero para nada tiene el aspecto de Porunga, sino que utilizaron el de Shenron! Parece que en Toei Animation todavía no sabían cuál sería el aspecto de este dragón namekiano.
4- En este episodio vemos por primera vez a Dende, el futuro dios de la Tierra, antes de sufrir la pérdida traumática de su aldea, incluyendo a Kargo, su compañero de juegos.
¿Qué os ha parecido este capítulo 47 de Dragon Ball Z? Sin lugar a dudas, un episodio lleno de tensión que refleja con creces la maldad innata de Freezer. ¿Logrará el anciano de la aldea escapar de Dodoria? ¡Kai, Kai!
VALORACIÓN:
Un gran episodio, fiel al manga original, donde se nos representa al descubierto la vileza y frialdad de Freezer, un nuevo villano que provoca auténtico terror con sus actos. Y justamente eso, terror, es lo que transmite el episodio con ciertos momentos, gracias a la fusión de las acciones del tirano con la banda sonora. Algunos dibujos flojean...LO MEJOR:
La representación terrorífica de Freezer, fusionándose con la banda sonora. La tensión se transmite a la perfección, con un pueblo aterrado.LO PEOR:
Algún dibujo no está a la altura, pese a que durante los 20 minutos son bastante consistentes.75
BuenoDescubre más sobre Antonio Sánchez-Migallón, autor/a de este artículo.
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