¡Como cada domingo, estamos de vuelta con nuestros análisis de Dragon Ball Z! Por fin, dejamos a un lado el relleno de los dos últimos episodios para centrarnos en un capítulo lleno de tensión, pese a la ausencia de combates.
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El episodio 60 finalizó con Gohan y Krilín aumentando el ritmo para llegar cuanto antes a la casa del Gran Anciano , un grave error que pagarán muy caro, pues Vegeta les ha detectado la energía y se lanza a por ellos.
Al notar la amenaza inminente, Krilín le ordena a Gohan que se apresure a la casa del Gran Anciano, y es que el mejor amigo de Goku no iba para nada desencaminado. En menos que canta un gallo namekiano, el príncipe de los saiyans se planta frente a Krilín, con el objeto de recuperar las bola de dragón que le faltan y pedir la inmortalidad. Sin embargo, Vegeta siente la energía de alguien muy poderoso, hasta el punto de confundir dicho ki con el de Son Goku. ¡Se trata de Gohan, cuyo poder interior ha sido desbloqueado gracias al Gran Anciano!
Mientras tanto, podemos apreciar cómo Goku ha finalizado su entrenamiento, superando una gravedad 100 veces superior a la de la Tierra. Ahora, se siente más ligero que una pluma, y decide descansar lo máximo posible antes de aterrizar en Namek.
Curiosamente, Goku no será el próximo huésped del planeta, ya que las Fuerzas Ginyu están a punto de atravesar la atmósfera de Namek, tan solo unas horas después del llamamiento de Freezer. Al notar su presencia, el Gran Anciano le pide a Dende que advierta a Krilín y compañía de la llegada de estos enemigos.
La situación se vuelve crítica. Vegeta también es capaz de notar la increíble fuerza de estos seres, los cuales conoce muy bien y se antojan una verdadera amenaza para todos ellos. Tal es su urgencia que pide desesperadamente que le indiquen la ubicación del resto de las bolas de dragón, pues pidiendo la inmortalidad, tendrán alguna posibilidad de sobrevivir a las Fuerzas Ginyu de Freezer.
Obviamente, Krilín se niega, y de hecho plantea que Gohan sea quien reciba la inmortalidad. Ante tal sugerencia, Vegeta lo considera una mala idea, pues Gohan carece de una gran experiencia de combate. En ese momento, Nail afirma que las bolas de dragón namekianas pueden conceder 3 deseos, a diferencia del único deseo que nos encontramos con las esferas de la Tierra.
Ante esta nueva ventana hacia la esperanza, Krilín acepta a regañadientes y se marcha, junto a Gohan y Vegeta, hacia la ubicación de las bolas de dragón. En ese momento, las Fuerzas Ginyu aterrizan en Namek y ejecutan su carta de presentación ante Freezer, con una suerte de poses que no dejarán indiferente al tirano. ¡Recoome, Jeice, Guldo, Burter y Ginyu ya están aquí! ¿Quién logrará hacerse con las esferas? Se avecina un duelo mortal en Namek.
¡CURIOSIDADES!
1- Cuando las Fuerzas Ginyu están a punto de aterrizar en Namek, dejan una estela rojiza en el cielo, justo la misma panorámica que apreciamos en el opening de la serie. ¿Casualidad?
2- Goku, tras su entrenamiento, prefiere tomar una bebida energética del Dr. Brief en lugar de una cerveza. ¡Si es que no se puede ser más sano!
3- Esto que veis abajo es el champú de conejito con el que se ha estado bañando Goku en la nave espacial.
¡Y así finalizamos una semana más nuestro análisis de Dragon Ball Z! ¿Qué os ha parecido este episodio? ¿Tenéis ganas de que empiecen ya los combates serios? ¡Kai, Kai!
VALORACIÓN:
Un episodio muy flojo en el apartado gráfico, donde pese a ocurrir muy pocas cosas, no te puedes aburrir por la tensión que se respira en cada escena. La presentación de las Fuerzas Ginyu resulta ridícula, tal y como apreciamos con Freezer, a la par que intimidatoria.LO MEJOR:
La tensión que se respira por doquier. La urgencia de Vegeta ante la llegada de los enemigos. La presentación de las Fuerzas Ginyu.LO PEOR:
El arte del episodio es muy flojo. Alguna que otra escena de relleno.75
Bueno
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