El domingo pasado no pudimos traeros vuestro análisis de Dragon Ball Z habitual, así que esta semana tendréis crítica por partida doble. Hoy publicamos el que nos faltó el domingo pasado y a finales de semana os deleitaremos con el siguiente. 

Para los que estén algo perdidos, estamos inmersos en la saga de Cell, concretamente, en la etapa final del combate en el archipiélago. Sí, el pobre Trunks perdió su combate frente al monstruo en el capítulo anterior...

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Así las cosas, llegó la hora de analizar el episodio 166 del anime, un capítulo que lamentablemente no pasará a la historia por ser uno de los mejores. Es más, apenas ocurren sucesos importantes durante los 20 minutos de duración del mismo...

Pese a que su calidad gráfica es bastante buena, la cantidad de relleno es demasiado abundante y la historia no termina de avanzar. De todas maneras es algo que no nos extraña demasiado, pues un capítulo así es bastante habitual tras una etapa de combates sin cuartel como los que hemos vivido en las islas. 

¿Y cómo arranca el capítulo? Con Krilín y Vegeta acudiendo al lugar en el que yace, totalmente afligido y frustrado, Trunks del futuro.

El joven les cuenta lo que ha ocurrido con Cell, desvelando que quiere realizar un torneo de artes marciales para enfrentarse a los guerreros más fuertes de la Tierra. Tras explicarlo todo, aparece... 

¡El androide 16! Y contra todo pronóstico, les pide ayuda para que le reparen y pueda luchar también contra la amenaza.

Obviamente, tras el pasado traumático con los androides, Trunks del futuro se niega rotundamente. No obstante, Krilín entra en escena y le recuerda que estos androides son diferentes a los de su futuro, así que A-16 podría ser un buen aliado.

Terminado el debate, se marchan a laCapsule Corporation a descansar y reparar al androide. Una vez allí, llegan el resto de personajes de la familia Z y el gran Trunks les pone al corriente de la situación. 

Es en ese momento cuando Mutenroshi empieza a recordar los diferentes torneos de artes marciales, entrelazándose imágenes de los antiguos episodios a modo de relleno. Es más, está tanto tiempo hablando del asunto que se queda solo en la sala, aunque al Dr. Brief sí que le resulta todo muy interesante (quizás porque no estuvo presente en los torneos). 

Aunque tenemos mucho relleno, al menos es interesante la reunión de toda la familia en la Capsule Corporation, charlando en la azotea al atardecer. Ya sabéis, antes de la tormenta... 

Para cerrar, el episodio nos muestra cómo Cell crea con sus propias manos y telequinesis el tatami de su torneo de artes marciales particular. ¿Os gusta cómo ha quedado?

¡CURIOSIDADES!

1- Igual te preguntas concretamente cómo creó Cell el tatami de artes marciales. El caso es que, como apuntamos más arriba, hizo uso de su telequinesis para coger una montaña, perfilarla y convertirla en un bloque perfecto.

Una vez rematado, lo corta en cientos de baldosas para dar a luz al tatami que visteis anteriormente. ¡Menudo artista!

2- Y por fin, el momento que todos estábais esperando... ¡Gohan bebé! Justo abajo os hemos dejado la imagen del momento en el que Chichí le alimenta con un biberón.

¿Y cómo hemos llegado aquí si Gohan es más mayor y está entrenando con Goku? Pues se trata simplemente de un flashback motivado por Chichí, donde asegura a Krilín y los demás que Gohan no participará en el torneo. 

¿Qué os ha parecido este capítulo de Dragon Ball Z? ¿Pensábais que fue algo mejor o realmente te gustan estos episodios con más relleno?

Por nuestra parte regresaremos mañana, como siempre, con una nueva entrega Z en Hobby Consolas. ¡Kai, Kai!