Especial mutantes: crítica de X-Men: primera generación
Después de La decisión final, que olía a despedida, y X-Men Orígenes: Lobezno, que distó mucho de las expectativas que teníamos los fans puestas en uno de los personajes más carismáticos de la saga, cuando se habló de un reboot de los X-Men, muchos nos echamos las manos a la cabeza esperando lo peor.
Sin embargo y por fortuna, salvando alguna que otra licencia, la verdad es que cumplió su cometido, ¡y no era fácil! Por un lado inyectaba sabia nueva en la saga incorporando un elenco de intérpretes estupendo para narrarnos los orígenes de la Patrulla X y por otra explicaba el conflicto entre las dos facciones de mutantes: está claro que desarrollar los comienzos de la relación de Charles Xavier y Erik Lensherr, alias Magneto, iba a ser un filón, pero es que además conocemos también cómo el primero se quedó impedido, de dónde sacó el segundo su casco, por qué Bestia se transforma como lo hace o Mística es tan transgresora.
¿Que tiene sus fallos? Desde luego que sí, pero no es poco el material que ofrece y tanto la calidad de las interpretaciones como la banda sonora y la integración de los efectos especiales vinieron a conjugarse para devolvernos la fe en que los X-Men seguían vivitos y coleando. Eso ya era un milagro de por sí.
La magnética historia de Magneto
Basándose en un argumento escrito por Bryan Singer y Sheldon Turner hasta cuatro guionistas trabajaron en el libreto que vino a revitalizar a los X-Men, entre los cuales se encontraba el propio director de la cinta: Matthew Vaughn. Y el punto de partida y la clave para comprender todo lo que sucede es el desarrollo del personaje de Erik Lensherr desde que es un niño y sus poderes son descubiertos en el campo de concentración en el que malvive por parte de Sebastian Shaw (Kevin Bacon), un hombre que no dudará en llevarlo al límite y en proporcionarle un rencor que le llevará a convertirse en Magneto y a no confiar ni en su propia sombra.
La gracia del guión es que no da puntada sin hilo y cada nueva subtrama converge al final para dotar de sentido a todo lo anterior. Los personajes presentados aquí inician un camino que será el que les lleve a definirse de forma completa en el futuro, así que tendremos respuestas sobre esa relación amor-odio entre Xavier y Erik y su rivalidad en torno a Mística pero sobre todo en cuanto a su enfoque respecto a cómo luchar por su identidad entre los humanos: uno formando a los jóvenes y guiando las cosas por un cauce pacífico; el otro abrazando un activismo basado en su sentimiento de superioridad respecto a los no-mutantes...
Mutante, y a mucha honra
Muy reseñable también la invención de Cerebro y la forma en la que Xavier y Magneto, gracias a la herramienta, consiguen reclutar a un grupo de mutantes entre los que no se encuentra Lobezno (un estupendo Hugh Jackman que tiene un breve cameo bastante simpático).
Cierto es que se presentan muchos personajes sobre los que no se profundiza demasiado, pero a cambio esto nos permite disfrutar de algunos momentos bastante chulos como la secuencia de la reunión de jóvenes mutantes en la que cada uno de ellos exhibe sus poderes frente a los demás. Aunque también hay que decir que esto no le gustó a todo el mundo y que más de dos espectadores consideraron esta licencia "infantiloide".
Peor introducidos están, sobre todo, los personajes que se posicionan en el bando de Magneto como Azazel interpretado por Jason Flemyng (ni rastro de su origen o su relación con otros personajes), o Janos, al que interpreta el español Álex González por no hablar de Emma Frost/ Reina Blanca, papel del que se encarga una sexy January Jones, degradada a ser una simple secuaz de Shaw (manda narices que hasta le sirva de camarera). Eso sí, magnífica la recreación de los 60 en cuanto a ambientación y caracterización de los personajes.
Con sus momentos irregulares y todo, Primera generación fue lo suficientemente alentadora como para generar este experimento que está por llegar mañana mismo a nuestros cines y que nos permitirá recuperar a los elencos de las dos sagas: la trilogía original y la que se inició con esta película. Puede que fuera un inicio titubeante, notable, sin lugar a dudas, pero trampolín al fin y al cabo. Preparaos porque no tiene desperdicio lo que está por llegar.
Hambre mutante
Si no sacias tu apetito con esta crítica, puedes acudir a nuestro especial mutantes en el que encontrarás todos los análisis de las películas en los que las desgranamos para que vayáis calentando motores.
VALORACIÓN:
Buen reboot que nos devolvió la ilusión por los X-Men y de paso nos aclaró ciertas dudas sobre sus inicios. Un verdadero acierto que la trama se desarrolle en los años 60.LO MEJOR:
La tensión y la química entre James McAvoy y Michael Fassbender.LO PEOR:
Banshee y Ángel, con su pelea aérea protagonizan un momento bastante prescindible.72
BuenoDescubre más sobre Raquel Hernández Luján, autor/a de este artículo.
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