Kirby y la tierra olvidada Análisis del exclusivo de Switch tras los pasos de Super Mario Odyssey

Masahiro Sakurai, la mente maestra detrás de Super Smash Bros y creador de Kirby, diseñó al personaje  partiendo de una idea muy sencilla: "un protagonista adorable al que todo el mundo quiera (...) en un juego que todos pudiesen disfrutar". 

Aquellas palabras, que pertenecen a una entrevista por el lanzamiento de Kirby´s Adventure para Game Boy hace casi 30 años, siguen vigentes en Kirby y la tierra olvidada. El juego de Nintendo Switch (el tercero que protagoniza Kirby después de Star Allies y Kirby Fighters 2) sigue fiel a este planteamiento.

Pero los tiempos cambian, y es momento de que esta "bola rosa" dé el salto a las 3D, con un desarrollo de plataformas y acción que por primera vez nos permite explorar el escenario. Ya os lo adelantamos en nuestras impresiones, pero para realizar esta evolución, no podía tener mejor maestro. 

Lo decimos porque Kirby y la tierra olvidada toma  elementos de Super Mario Odyssey. Y la verdad es que usar como referencia uno de los mejores -sino el mejor- juego de plataformas de la generación, es casi una garantía de éxito. 

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En nuestro análisis de Kirby y la tierra olvidada veremos todos esos elementos que se han adaptado de Odyssey, pero que tienen una personalidad propia y nos dejan esa sensación única de los juegos de Nintendo. 

Nos referimos a experimentar la combinación en perfecto equilibrio de gráficos coloridos, desarrollo accesible, un montón de secretos y guiños, unas gotas de humor y sobre todo una jugabilidad a prueba de bombas. 

La tierra olvidada

El primer gran cambio con que Kirby nos sorprende es su historia y ambientación. Kirby abandona los escenarios de fantasía y viaja a un universo en ruinas. No se puede calificar como realista, pero sí son un puñado de mundos más reconocible que lo acostumbrado, con edificios abandonados, centros comerciales, estaciones de metro...

A partir de ese momento visitaremos los niveles "acostumbrados"; el mundo acuático, un parque de atracciones, la nieve o el desierto...un total de 6 mundos (y un epílogo loquísimo) con que poner a prueba las habilidades del personaje. En este análisis, por petición expresa de Nintendo, no vamos a revelar imágenes ni gameplay de los últimos.

Cada mundo se divide a su vez en fases, y en general la construcción de estos niveles limita nuestro avance en una dirección (no es una exploración libre), y no permite un control completo de la cámara, pero podemos encontrar atajos y secretos en cada esquina. 

En cada nivel tenemos que cumplir una serie de retos. El primero de ellos, claro está, es llegar al final del recorrido (en su caso, acabar con el correspondiente jefe) y rescatar a todos los Waddle Dee prisioneros. Pero el resto están ocultos. 

A veces consisten en activar una serie de objetos, destrozar los póster de "se busca" o encontrar una ruta alternativa. Podemos cumplirlos todos de una pasada, pero es fácil que se nos escape alguno de los objetivos en la primera vuelta. 

La clave para cumplirlos todos está en usar las 12 habilidades de Kirby. Su enorme apetito le permite tragarse enemigos y copiar sus poderes. Y entre ellos hay clásicos, como el Kirby helado o el Kirby-Link espadachín, pero también hay novedades, como el taladro o el explorador.

Y todos ellos se pueden mejorar en el taller de la ciudad de los Waddle Dees, una vez que hayamos recuperado los correspondientes planos. Estas mejoras no son necesarias para avanzar, pero nos hacen mucho más poderosos y dan acceso a fases de bonus.  

Con el estómago lleno

La transmorfosis es otra de las grandes novedades de Kirby y la tierra olvidada. Éste es el nombre tan complicado que reciben las habilidades de Kirby cuando engulle los objetos más grandes, que pueden ir desde unas escaleras o una estantería de pared a un coche o la vagoneta de una montaña rusa. 

Es una verdadera locura, tanto en lo puramente visual (es muy gracioso ver a Kirby comiéndose una tubería o hinchado de agua) como en lo que respecta a la jugabilidad. Por ejemplo el coche, que hemos bautizado Carby, nos permite participar en carreras contrarreloj en varios circuitos. 

Son estas habilidades las que realmente funcionan como Cappy (la gorra de Mario en Odyssey) y nos abren nuevas vías de exploración, y son el elemento más brillante del juego cuando se complican con algún puzle. 

Lo que se consigue es que las mecánicas de juego cambien constantemente, y que no dejen de sorprender al jugador. Kirby y la tierra olvidada es una sucesión continua de sorpresas que nos empuja a jugar "una fase más".

Bonus, minijuegos y coleccionables

Además del desarrollo principal, La tierra olvidada está plagada de misiones secundarias y minijuegos que cumplir. A medida que superamos los niveles principales, se desbloquean fases de bonus que nos obligan a utilizar una habilidad en exclusiva. 

Estos niveles tienen un límite de tiempo, y resultan un poco más complicados que la historia (tampoco mucho), y son un entrenamiento para que dominemos cada uno de los poderes. También son el modo de conseguir las piedras de rareza que nos pedirán en la armería para hacer evolucionar las habilidades. 

¿Hemos dicho la armería? Si, es uno de los edificios que vamos desbloqueando en la ciudad de los Waddle Dees, en que se encuentra la casa de Kirby, y a la que podemos regresar después de superar cada mundo.

En esta ciudad podemos desbloquear el restaurante, en que participar en un minijuego de servir comida rápida, el coliseo para volver a enfrentarnos a los enemigos más duros y a viejos conocidos de Kirby, la tienda para conseguir bonus o el cine para ver las secuencias. 

No le falta ni el "obligatorio" minijuego de pesca ni un ruedabolas en que controlamos la inclinación del tablero con el sensor de movimientos de los joy-con o el mando PRO.

Es un "hub "que añade una capa más al desarrollo del juego y nos da motivos para regresar a los niveles en que no hayamos conseguido todos los Waddle Dees, y para acumular monedas, que también podemos invertir en gachapones con figuras coleccionables. 

Y por si todo esto os pareciese poco, al terminar la historia se desbloquea una especie de "nuevo juego +" en que visitaremos de nuevo algunas zonas, con un aspecto diferente y nuevos objetivos.  

Por último, queremos hacer una mención especial al modo multijugador. En cualquier momento se puede sumar una amigo a nuestra partida en modo local. En este caso, controlando a un Waddle Dee.

Este segundo personaje no tiene las habilidades de copia de Kirby, pero aún así jugar con él es una experiencia completa (no es como manejar a Cappy en Odyssey).

¿Y qué pasa en los niveles de vuelo o conducción? En ese caso, el segundo jugador se monta a la espalda de Kirby y puede lanzar ataques, mientras el jugador principal pilota. 

Adorabilidad nivel Kirby

El apartado artístico del juego es acertadísimo, y el mejor ejemplo es la cantidad de seguidores que le han salido a "Carby" después de que se mostrasen los primeros gameplay. Los diseños de personajes (y también de los enemigos) son graciosos y tan adorables como quería el propio Sakurai.

Y la música es casi una maldición,  en el buen sentido. Una colección de melodías que se te meten en la cabeza y no puedes dejar de tararear el resto del día. 

Sin embargo, en lo técnico, el juego no apunta tan alto. Kirby y la tierra olvidada se mueve a 30 FPS, y hemos notado caídas ocasionales de la tasa de frames. Los escenarios no están muy detallados, y aunque todos hacen un gran uso de la paleta de color, hay enormes diferencias entre niveles (algunos son muy imaginativos y otros un poco "sosos").

También nos hemos encontrado con popping en las fases de vuelo, aunque no haya demasiados elementos en pantalla. En general,  es un aspecto notable.

Un gran plataformas

Kirby y la tierra olvidada es un estupendo juego de plataformas "para todos los públicos". Esta coletilla no sólo se aplica al diseño de los personajes o a la curva muy suave de dificultad, incluso en el nivel salvaje, sino también al hecho de que tenga unos escenarios lineales.

La exploración se reduce a buscar secretos y vías alternativas en cada esquina, pero no esperéis una revolución en la saga. No es un salto completo a las 3D como Odyssey, sino que se encuentra más cerca de Super Mario 3D World. 

Dejando claro lo anterior, para que nadie se lleve a engaño, la evolución le sienta estupendamente. Las habilidades de transmorfosis son  una incorporación excepcional, y el componente de exploración nos anima a repetir cada nivel varias veces, sin dejar de descubrir novedades. 

Además Kirby y la tierra olvidada es un juego enorme. Aunque completar la historia nos lleve unas horas, rescatar a todos los Waddle Dees, conseguir todas las evoluciones, los coleccionables y minijuegos... es el título más largo y profundo de la saga. 

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En definitiva, Nintendo y HAL Laboratory nos han brindado un plataformas "ligero" y muy divertido, que sienta las bases de próximas entregas y que puede disfrutar cualquier tipo de jugador.  

Nos hubiera encantado que hubiese sido más valiente, y diese el salto a los escenarios completamente abiertos, pero eso no le resta una pizca de encanto.