Mafia y zombis en el análisis de Yakuza Dead Souls

Con cuatro entregas ya sobre sus espaldas (sin contar sus apariciónes portátiles que de momento no tienen visos de salir de Japón), la saga Yakuza se consolida como uno de los referentes en el género de las aventuras de acción. Al menos en el país del Sol Naciente, donde goza de gran popularidad.

Las claves de su éxito ya las hemos enumerado en otras ocasiones: ambientación genuina, una trama con mucho peso que sabe conjugar los momentos dramáticos con el humor, muchos minijuegos y tareas secundarias...

Todas estas virtudes las vamos a encontrar tambien en Yakuza Dead Souls. Pero lo cierto es que la saga ya necesiba un punto y seguido, un soplo de aire fresco... Y curiosamente, ese soplo de aire fresco lo insuflan cientos de putrefactos y malolientes zombis, que son los verdaderos protagonistas del juego.

Como en el anterior Yakuza, en Dead Souls podemos manejar cuatro personajes de forma alternativa: Shun Akiyama, Goro Majima, Ryuji Goda y Kiryu Kazuma (este último es el protagonista habitual de la serie). Cada uno de ellos vivirá a su manera el misterioso brote que convierte a los habitantes de Kamurocho en muertos vivientes, aunque las historias pueden juntarse en algunos puntos. Eso sí, el desarrollo, en esencia, no dista mucho de lo visto en los anteriores: una historia principal que se estructura en misiones bastante lineales (tanto en su orden como en  los objetivos, que suelen consistir en “patearnos” la ciudad de un punto A a un punto B) que se integra en un escenario que podemos recorrer con libertad disfrutando de retos secundarios y minijuegos (como dardos. bolos, karaoke...).

La principal diferencia está en el uso masivo de las armas de fuego, casi anécdoticas en los anteriores Yakuza pero que aquí tienen muchísima importancia en detrimento del combate cuerpo a cuerpo (que también lo hay). El problema es que el sistema de apuntado es nefasto, lo que únido a la deficiente gestión de la cámara hace que los combates sean... un infierno (más allá de los zombis).

Para que os hagáis una idea de lo arcaico del sistema de Dead Souls, no podemos apuntar y movernos al mismo tiempo. Y hay una especia de "autoapuntado" a la cabeza que funciona de forma... irregular (por decirlo de una forma suave, Otra novedad en la serie es que en ciertos puntos nos acompañará un aliado al que daremos sencillas órdenes... aunque esto tampoco funciona muy bien, y muchas veces más que una ayuda es otra preocupación.

Y es que, por extraño que parezca, de algún modo son las novedades de esta entrega lo que más chirría. Son los aspectos que peor funcionan de un desarrollo que, con su fallos típicos (trama principal muy lineal, misiones repetitivas, tiempos de carga que interrumpen constantemente...) te gustará si, como nosotros, sabes apreciar su genuina ambientación y el peculiar humor que destila (esta entrega más que ninguna).

Pero desde luego Yakuza Dead Souls no es un juego para todos los públicos. Además vuelve a llegarnos sin traducir (voces en japonés y textos en inglés), lo que sin duda echará para atrás a muchos potenciales compradores. Sega no se decide a traducir esta saga excusandose en sus discretas ventas fuera de Japón, pero nosotros creemos que si hicieran el esfuerzo de traducirlo al castellano, esta saga llegaría a mucha más gente.

En cambio, sí están dándole vueltas a lanzar los dos primeros Yakuza (de PS2), en alta definición y con trofeos, para que la gente que se ha enchanchado a esta saga en PS3 tenga ocasión de conocer las primeras entregas.