Mi Vecino Totoro - Crítica de la película de Hayao Miyazaki

Ahora que Netflix ha recuperado muchas de las películas clásicas del Studio Ghibli, es un buen momento para recuperar el gran clásico que es Mi vecino Totoro, sin duda una de las obras principales de Hayao Miyazaki.

Ya han pasado más de 20 años desde su estreno, pero tanto su animación como su mensaje a favor de la imaginación y del ecologismo siguen más vivos que nunca.

Inocencia en estado puro

Mi Vecino Totoro es una oda a la inocencia, pero también a la naturaleza, a la familia y la amistad. Aunque todo junto parezca algo caótico en un principio, lo cierto es que Hayao Miyazaki sabe muy bien qué quiere contar en cada momento, creando así un conjunto final que podemos calificar de adorable en todos los sentidos de la palabra. Asimismo, la magia está muy presente durante toda la película de la mano de personajes tan carismáticos como el mismísimo Totoro, una criatura que más de uno querría tener para siempre a su lado. Lamentablemente, este gran personaje se echa en falta en determinados momentos, además de que no sale tanto como debería, dejándonos con un sabor de boca agridulce.

Por otro lado, en esta película de Studio Ghibli somos testigos de primera mano del cambio radical que sufre el mundo de Satsuki y Mei debido a la enfermedad de su madre. Mientras que la primera, al ser la hermana mayor, debe dejar a un lado su parte más infantil para ponerse la coraza de responsable, Mei nos descubre un lugar repleto de criaturas misteriosas a la par que bonitas en el que todo es posible a la par que divertido. Y es que el sentido del humor es uno de los puntos fuertes de este largometraje tan recordado por la mayoría. Un sentido del humor directo y cándido que nos invita a sonreír en todo momento.

Consigue esta preciosa mochila de lino de Totoro

Centrándonos en la historia en sí, esta no tiene un sentido concreto, pues se limita a mostrarnos las aventuras y desventuras de nuestras pequeñas en un nuevo lugar donde todo a su alrededor parece mágico. Su día a día es lo más importante a lo largo de la historia de esta película de animación. Cómo llevan lo de su madre, qué tal relación tienen con su padre, etc. Cosas que en un primer momento parecen nimias para estas niñas se transforma en un mundo aparte, el cual se presenta de una manera excepcional en el que la narración no decae en ningún momento.

Tal y como hemos apuntado, Mi Vecino Totoro nos presenta un grupo de personajes adorables a la par que inolvidables. Comenzando por el propio Totoro, la película es un derroche de criaturas mágicas con diseños simples, pero efectivos, que nos incita a seguir descubriendo mucho más de ellos. ¿Quién no querría montar al menos una vez en el Gatobús? Ese automóvil peludo que recorre el campo a una velocidad sorprendente.

A todo esto debemos destacar la animación, pues Studio Ghibli demuestra con esta película que si se quiere hacer algo se puede, independientemente del año en que se realice. Fluida y tremendamente colorida, la animación es uno de los pilares más importantes de Mi Vecino Totoro junto a la magistral banda sonora, la cual se queda grabada en tu mente después de escucharla una sola vez. Joe Hisaishi fue el encargado de darle ese precioso toque a unos temas preciosos encabezados por Tonari no Totoro, tema que sirve como ending y que está interpretado por Azumi Inoue (Hayao Miyazaki fue quien escribió la letra).

En nuestro país la película llegó en 1996 en formato VHS y con un doblaje bastante acertado y que se adecúa con la personalidad de cada personaje. Posteriormente, fue lanzada al mercado tanto en DVD como en Blu-ray. Por último, en octubre de 2013 se puso a la venta la Edición Coleccionista Deluxe en la que, además de tener la película en formato DVD y Blu-ray en un mismo lugar, incluye un libro especial con muchos secretos de la producción.

Esta es una gran película, pero todavía nos quedan muchas otras por disfrutar en nuestro ciclo de clásicos del anime. No dejéis de visitarlo, amigos otakus.