Muestra SyFy: crítica de Frankenstein's Army
Frankenstein's Army podría ser un manual perfecto para decirle a un realizador lo que NO DEBE hacer si tiene una buena idea. Y las rarezas nazis, qué queréis que os diga, a estas alturas, nos siguen maravillando, así que digamos que la película pierde una oportunidad de oro de hacerse con el favor del respetable.
Estamos al final del conflicto que marcó el siglo XX: la Segunda Guerra Mundial y un grupo de soviéticos reciben un mensaje por parte de unos camaradas en apuros. Cuando se disponen a llegar al lugar en el que supuestamente se encuentran, ¡sorpresa! No los hallarán, al menos no enteros... Un laboratorio con toda clase de monstruosas criaturas formadas por sus cuerpos, piezas metálicas, cuchillos, hélices de helicópteros y otras piezas imposibles ha sido erigido por un excéntrico profesor al servicio de la élite nazi para ganar la contienda. La cuestión es que como supesoldados dejan mucho que desear...
En fin, si vas a ver esta película, mi consejo es que eches el sentido del humor del que carece la primera hora de metraje. Richard Raaphorst, el director, tiene talento y valor para poner en pie una cinta que tiene todos los ingredientes para triunfar, pero también todos los problemas del mundo: un estiradísimo preludio en el que no pasa nada, un montaje torpísimo y una desbarrada final épica en la que poco se puede rescatar salvo el apartado de los efectos especiales y la dirección artística.
En realidad, para que os hagáis una idea, Frankenstein's Army habría sido un fantástico cortometraje. Ni te crees las situaciones, ni los personajes, por más que se utilice la táctica del "metraje encontrado" y no hay un ápice de sentido del humor en la presentación de la línea narrativa. Si se hubiera tomado todo más a chanza y se hubiesen introducido toques cómicos, la película ganaría enteros.
Cuando por fin entramos en harina, muy al final, el cambio de tono es tan burdo que o te pilla ya sesteando o directamente te termina de sacar de la historia, que no engancha en ningún momento.
Quizás el mayor desacierto es que se tome en serio a sí misma, cuando obviamente su público objetivo tiene intención de ir al cine a jalear a los "bichejos" y pasar un buen rato. Y vaya por delante que la escasez de presupuesto y las licencias no son el problema, sino el tono general de toda la cinta. ¡Qué despropósito! ¡Con las ganas que le tenía!
La originalidad y la extravagancia de idea original queda empañada y de alguna manera sepultada por esa falta de conexión entre ambas partes de la película y sus incongruencias (como el hecho de que la cámara en mano sea totalmente irreal o que se rompa la lente y aparezca partida o reparada de forma intermitente).
El gran atractivo de la cinta: los engendros humanoide-mecánicos. En ellos encontraréis claras referencias cinéfilas: desde Terminator, La guerra de las galaxias, Blade Runner... Aunque eso sí, no esperéis ningún tipo de profundización: son bestias tontas, como, en general, esta película sin pies ni cabeza.
Otras críticas de las películas de la Muestra SyFy 2014:
- Crítica de Coherence
- Crítica de Piranha 3DD
- Crítica de Maniac
VALORACIÓN:
Solo para amantes de la serie B, recordarás la última media hora por el desfile de monstruos híbridos que recorre la pantalla, poco más se puede salvar de la película.LO MEJOR:
El derroche de imaginación a la hora de diseñar las criaturas del doctor chiflado.LO PEOR:
Que de 84 minutos de metraje, 60 aburran.45
MaloDescubre más sobre Raquel Hernández Luján, autor/a de este artículo.
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