Reseña de Taxus: La Cabra, de Isaac Sánchez "Loulogio"

Hace ya un año que hablamos de Taxus: El último en llegar, el primer álbum de la colección de cómic creada por el cómico y youtuber Isaac Sánchez, más conocido popularmente como "Loulogio" entre el público. Con este, "Lou" volvió al mundo del cómic tras un breve escarceo con su cómic, ya descatalogado, El regreso del Hombre Pez (editado originalmente por la extinta Glénat, allá por 2009). 

Gracias a Taxus, Sánchez logró reinventarse, propulsando su carrera como ilustrador y guionista de cómic en el mercado nacional. Y así, se abrió paso en un sector tan competitivo como el del cómic en nuestro país. ¿La receta del éxito su historia? Monstruos, mitología cántabra, lenguaje popular y accesible y, como todo relato que engancha, un misterio de por medio.

Taxus: el último en llegar contaba la llegada de un personaje timorato y, aparentemente, anodino y vapuleado por la vida, que respondía al nombre de Benito. Tras su muerte, Benito emergía en un nuevo mundo. Atravesando el árbol de Taxus, llegaba a un vergel, un bosque como los del norte de nuestro país, poblado de criaturas fantásticas e imposibles. Todas ellas, pertenecientes al folklore de Cantabria. Muchos de ellos, con denominaciones y semejanzas a la mitos astures y gallegos, si nos ponemos a puntualizar.

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Por los pelos, Benito era rescatado por el ermitaño Laro y la diosa guerrera Anjara de unos monstruos. La pareja lo acogía en la ciudad-santurario al que llegan todas las almas perdidas al mundo de Taxus. Sin embargo, una vez detrás de los muros, una verdad siniestra sobre la naturaleza de Benito salía a la luz, y, con ella, cierta explicación acerca de por qué los poderes oscuros de ese universo se habían interesado en él.

Y hasta aquí el recordatorio del anterior volumen. Ahora vamos al meollo de la cuestión, la reseña, propiamente dicha de Taxus: La cabra. 

La cabra tira al monte

Con este dicho "Lou" no solo define muy bien la idea central de la historia de este segundo cómic de Taxus, también con él abre esta historia que, en cierta manera, habla acerca de la inevitabilidad de la naturaleza de las personas y de su sino. Esto es, cómo los vicios inherentes de la personalidad, nuestras más bajas pasiones, pueden acabar arrastrando a ciertos sujetos (si no los arrastran ya de por sí) por los recovecos más oscuros y sórdidos de las bajezas a las que está abocada nuestra especie. 

Sin entrar en spoilers, podemos adelantaros que el artista madura un concepto narrativo, centrándose en un tema concreto, un leitmotif central, y lo desarrolla para exponer, a modo de relato puente, la evolución de su historia. En torno a esta idea hace que el resto de la trama de Taxus crezca, mientras se sirve del recurso narrativo del flashforward para dar mayor dimensión a otros personajes de la obra. De esta forma, aquellos que en el anterior tomo tenían un mero papel secundario, aunque gracioso, ahora ganan mayor dimensionalidad y profundidad.

Cabe decir, por cierto, que esta secuencia inicial de "recuerdo" está llevada con sobrado buen gusto y un detalle exquisito, explicando algunas incógnitas de la anterior entrega. A la vez, desarrolla de manera parelala algunos elementos de la historia y también, ¿cómo no?, las facetas de la personalidad de algunos personajes. Por cierto, se debe mencionar que esta subtrama trama incluye al primer personaje abiertamente LGTBI del cómic, y lo hace con un buen gusto, naturalidad y delicadeza de la que muchos guionistas  showrrunners de televisión podrían tomar nota. 

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Como punto negativo, hay que decir que el lector acostumbrado a un ritmo de cómic yankee, en particular al de superhéroes, o al shonen más simplón, encontrará lenta la lectura de Taxus, si no excesivamente breve. Un vistazo más detallado de la estructura de este cómic en relación con el anterior tomo revela, no obstante, la propia intencionalidad del autor de "tomarse su tiempo" para contar una historia novelada, con un ritmo propio, que bien podría adaptarse al estilo de ciertas novelas de fantasía.

Paralelamente, aquellos no aficionados al cómic europeo, en el que se se permite disfrutar de cada página con calma y atendiendo a una periodicidad más bien dilatada entre entregas, también encontrarán algunas dificultades para entrar al juego. No obstante, el propio cómic se presta a que el lector, independientemente de su callo con consumidor, se vaya haciendo adicto a la historia y a los personajes. Incluso a pesar del maldito cliffhanger final, un recurso que parece que "Lou" va a utilizar de forma reiterada en esta serie, para sembrar las semillas de la curiosidad del lector entre volumen y volumen.

A nivel visual, además, hemos de hablar de Taxus: La cabra como una mejora sustancial a nivel artístico respecto a la anterior entrega. Habiendo apartado de manera activa su carrera como cómic y youtuber, Isaac Sánchez puede dedicar más tiempo a su trabajo como ilustrador y eso se refleja en el aspecto visual de la obra, con una calidad notable.

Por un lado, el trazo se muestra mucho más claro y limpio respecto al anterior cómic. Las imperfecciones que pudieran encontrarse en el primer tomo de la serie se han limado. Y aunque se sigue viendo que esta obra no se ha realizado mediante técnica digital, sino directamente sobre papel, evidenciando algunos "defectos de forma" no corregidos por la otra técnica, el acabado es mucho más preciso y detallado. Algo que se comprueba en las expresiones de los personajes, y en los detalles de estos y de los escenarios. Podemos decir pues, que tanto el lápiz como la tinta son mucho más firmes, concretos y seguros. 

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Por otro, hemos de hablar de las acuarelas del color. Respecto al anterior tomo, en este número, "Lou" juega muchísimo más con el uso del color para crear atmósferas. En este volumen encontramos como ciertas viñetas y secuencias desprenden unas sensaciones en particular en función de los tonos que se utilizan, lo cual se extiende igualmente a la "temperatura" que desprende y el sentimiento que trata de transmitir. Un detalle muy cuidado, que no siempre se logra.

En conjunto, pues, podemos concluir diciendo que Taxus: La cabra es una mejora importante respecto al cómic anterior, Taxus: El último en llegar.  Es una obra interesantísima, que nos recuerda que en España contamos con numerosos artistas, guionistas y dibujantes de primer nivel, cuyo trabajo debería ser tomado más en serio por público y editoriales. Porque, recordemos, talento hay de sobra en nuestro país, damas y caballeros. Por mucho que haya quien aún lo dude.

Taxus: La cabra ya puede encontrarse en tiendas especializadas, grandes superficies y comercios on-line. Su edición española corre de manos de Dolmen editorial y su precio recomendado es de 14,95 euros.